La NBA se colgó su sexta medalla de oro olímpica

La NBA se colgó su sexta medalla de oro olímpica

Por Mariano Verrina
Cumplió el trámite con la autoridad de los grandes equipos. Trituró de a poquito a Serbia y terminó armando una fiesta. De la mano de una figura descomunal como Kevin Durant y con una defensa impenetrable, Estados Unidos ganó la final 96-66 y consiguió su tercera medalla de oro consecutiva, la 15° en su historia. La última vez que Estados Unidos perdió la medalla de oro fue en Atenas 2004, cuando se consagró Argentina y los norteamericanos se llevaron el bronce.

El choque decisivo fue de menor a mayor para el Dream Team, en una versión sin tanto brillo, con pocos lujos, pero que aun así le saca diferencias enormes al resto. Comenzó errático, como entrando en calor en pleno partido. Mientras tanto, mientras la pelota no entraba, los perimetrales de Serbia empezaban a acumular faltas que pesarían con el correr de los minutos. La diferencia en el arranque estuvo en los rebotes, tanto defensivos y ofensivos: Estados Unidos cerró el primer cuarto con ventaja de 19-8 en ese rubro. Y en ese escenario, pese a que la efectividad no era la mejor, cada avance podía representar dos o tres situaciones de tiro para los americanos.
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Durant rompió el maleficio en el séptimo intento de tres (llevaban 0/6), en el último tiro de Estados Unidos del primer cuarto, que se cerró con ventaja de cuatro (19-15). El arranque del segundo empezó a marcar la diferencia de jerarquía en el marcador. Y de la mano del enorme Durant, que ya tenía la mira calibrada y empezaba a clavar sus habituales bombas. Función completa para el nuevo hombre de los Warriors: tres triples al hilo y uno más para cerrar la primera mitad ya con una ventaja de 23 puntos (52-29) que empezaba a liquidar las acciones.

Para entender lo que estaba pasando en la Arena Carioca alcanzaba con ver que Serbia cerraba el primer tiempo con 29 puntos (11/35 en tiros de campo) y Kevin Durant con 24. Un animal. ¿Y el resto? Cousins aportaba el trabajo sucio con sus 11 puntos y 12 rebotes y del otro lado Milos Teodosic intentaba administrar los ataques de Serbia, que no estuvo sólida en defensa como en la semifinal ante Australia y lo pagó caro ante un Dream Team que fue ganando confianza y empezó a florearse.

Carmelo Anthony saltó a la cancha cuando ya el partido dejaba de ser tal. A la poca efectividad de Serbia en ataque se le sumaba el desgaste anímico de buscar penetrar y chocar siempre con una nueva barrera. O era Jordan o era Cousins o el propio Carmelo, que en sus primeros cinco minutos capturó seis rebotes.

Sólo faltaba saber por cuánta diferencia iba a ganar Estados Unidos y con cuántos puntos terminaría Kevin Durant. El último cuarto fue parecido a un entrenamiento para el Dream Team, ante un equipo que estaba entregado y quería que le entregaran de una vez la medalla plateada. Teodosic y Durant fueron al banco como clara señal de que el partido ya no tendría grandes cambios. La estrella estadounidense terminó con 30 puntos y agitando una toalla desde afuera. Viendo cómo el trámite se completaba una vez más.

El partido por la medalla de bronce tuvo todo el atractivo que le faltó a la final por el oro. España, en un partido cerrado y con polémica, venció a Australia por 89-88 y se colgó una medalla más, en lo que pudo ser la despedida de los Juegos de Pau Gasol, uno de los mejores jugadores FIBA de la historia.

Justamente Gasol fue el máximo anotador del partido con 31 puntos, seguido por Patty Mills, su futuro compañero en los San Antonio Spurs de Emanuel Ginóbili y Patricio Garino, con 30.

El partido se definió en el último minuto, luego de varios cambios de liderazgo. Con Australia arriba por un punto, uno de los árbitros vio una discutible falta de Mills sobre Sergio Rodríguez y el base ex Real Madrid no dejó pasar la chance para poner al frente a su equipo a segundos del final. En la última, Víctor Claver robó la pelota de las manos de David Andersen y le impidió a los oceánicos alcanzar el triunfo.
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