Imparables. De la mano del Coach K sólo suman brillo

Imparables. De la mano del Coach K sólo suman brillo

Resultó casi lógico. Está claro que en algunos encuentros estuvieron incómodos, pero es complejo competir ante la excelencia. Dominan a placer. Entran y salen del juego con una exasperante comodidad. La variedad de recursos es la clave. El equipo de básquetbol de los Estados Unidos lo volvió a hacer y uno de lo mayores responsables es su entrenador: Mike Krzyzewski. Fue Serbia el que se ilusionó en algún pasaje del partido con dar el golpe, pero fue sólo cuestión de tomar la determinación y así se llevaron el tercer oro consecutivo. Y son tan imparables que los 30 puntos de diferentes (96-66) quedan como apenas un detalle. Este último acto olímpico significó la reedición de la final del último Mundial de España 2014, donde los Estados Unidos también ofrecieron una función ante Serbia: 129-92.
“Le hemos ganado a tres equipos fantásticos, España, Argentina y Serbia. Estos jugadores han hecho historia en el básquetbol de los Estados Unidos y quiero felicitar a Serbia por su medalla plateada y a España por la de bronce. Hemos jugado a un gran nivel. Con jugadores como estos, tan fantásticos y comprometidos todo es más fácil. Pero lo que más me gusta es formar parte de este grupo que da ejemplo a las generaciones venideras. Estados Unidos está orgulloso de su equipo de básquetbol”, dijo el entrenador Krzyzewski.
Coach K, como se lo conoce al DT, entró en el Salón de la Fama en 2001, condujo ayer su último partido al seleccionado de EE.UU y será sustituido por Gregg Popovich, que estará al frente del equipo hasta los Juegos de Tokio 2020. También fue segundo DT del equipo que conquistó la medalla dorada en 1984 y 1992 y es el primer técnico que le dio tres títulos olímpicos al seleccionado estadounidense de básquetbol.
Es que Coack K, fue el factor X del cambio. Tras perder tres partidos en los Juegos de Atenas 2004, con Larry Brown como técnico, donde tuvo que luchar por la medalla de bronce, los Estados Unidos buscaba un entrenador que lograse fusionar el talento individual de los jugadores de la NBA y que pudiesen potenciar el juego de conjunto.
Krzyzewski, técnico en la Universidad de Duke, se encargó de eso. Y sus números lo reflejan: 88 victorias frente a una única derrota justamente contra Serbia en la semifinal del Mundial de Japón 2006.
No necesitó de la presencia de estrellas como LeBron James, Stephen Curry o James Harden para dominar al poder del básquetbol de FIBA. Con Kevin Durant y Carmelo Anthony como los hombres dominantes y piezas de lujo como Kyrie Irving, Klay Thompson o DeAndre Jordan, le alcanzó. Con esta conquista los Estados Unidos repitió los títulos olímpicos ganados en Pekín 2008 y Londres 2012 y sumó su oro número 15 en 18 participaciones olímpicas.
estados-unidos-final-basquet-rio-2016-espana-bronce_1_2387692
Y lo de Krzyzewski resultó tan significativo que estrellas como Durant se comprometieron de pleno con el proceso nacional del básquetbol estadounidense. “Es mi segundo título olímpico y el sentimiento es el mismo, nunca envejece. El básquetbol es un deporte global y la gente aprecia todo lo que estamos haciendo. Carmelo era el líder y yo le seguía. Simplemente quise dar lo mejor de mi mismo. Y ahora me siento muy orgulloso de haber ganado esta segunda medalla aquí en Río”, dijo el alero de Golden State Warriors, que a sus dos títulos olímpicos le suma el Mundial que ganó en Turquía 2010.
“En estos últimos 11 años he aprendido mucho y creo que me convertí en mejor entrenador por haber compartido tanto con diferentes jugadores”, dijo Coach K. Parte del secreto.
LA NACION