China busca futuras estrellas de fútbol

China busca futuras estrellas de fútbol

Por Cui Jia
Dada la diferencia horaria entre China y Francia, Aburaj Memet, un estudiante de escuela primaria de la localidad de Yiksak en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang, tuvo que levantarse a las 3 am el 11 de julio para ver la final de la Eurocopa 2016 en directo por televisión, El niño de 10 años se sabe de memoria el momento en que su (dolo y delantero estrella, Cristiano Ronaldo, levantó el trofeo por encima de su cabeza luego de que Portugal ganara el campeonato. El joven delantero está decidido a hacer lo mismo si logra ganar un torneo para el equipo de fútbol de su escuela en Yiksak, creado hace 131 años. Tal vez algún día lo haga para la selección nacional.
El equipo nacional de China tuvo un desempeño tan pobre los últimos años que el Presi-dente Xi Jinping, un aficionado de fútbol, ha decidido tomar las medidas necesarias para asegurar un futuro más brillante para el juego y mejorar la posición del país en el deporte más popular del mundo. El 27 de febrero del año pasado, una reunión del Grupo Dirigente Central de Profundización Integral de la Reforma, encabezada por Xi, aprobó un plan de acción destinado a ampliar la participación del público en el juego y a utilizar programas de capacitación diversificados, que clubes profesionales, para desarrollar jugadores jóvenes y ayudarlos a mejorar sus habilidades.
Hay grandes esperanzas de que Xinjiang, una amplia región al noroeste de China, pueda aportar una gran cantidad de futuros talentos del fútbol ya que a los niños de la región les apasiona el juego. Además, los exámenes de sangre y las pruebas fisiológicas llevados a cabo en un número de jugadores por la Oficina de Deportes de Xinjiang sugieren que los jóvenes de grupos étnicos, como los Uygurs y Kazaks, son capaces de alcanzar niveles de resistencia y velocidad similares a los de los jugadores europeos, según informó Zuneng Kerim, jefe de la oficina.
Las pasiones habituales que provoca el fútbol se intensifican en Yiksak, en la Prefectura Autónoma de Kirguis de Kizilsu, donde el juego tiene una larga historia.
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La escuela primaria de Yiksak fue fundada en el siglo XIX por Yushan y Bawudong Musabayev, hombres de negocios y filántropos de mucho dinero. Más tarde, los hermanos ampliaron sus intereses comerciales a Europa, donde vieron jugar fútbol por primera vez. En 1874, Yushan y Bawudong decidieron que las clases de fútbol en la escuela serían obligatorias, y luego de que también se motivara a los vecinos a jugar, nació una obsesión local. En 1885, los Musabayevs compraron una gran porción de tierra y construyó una cancha de fútbol de tamaño estándar para la escuela. También importaron pelotas de Europa, así la gente podía jugar con el material real en lugar de usar dos gorros de cuero cocidos, rellenos de algodón. El equipo de la escuela primaria se creó el mismo año, y los vecinos armaron sus propios equipos para que pudieran competir entre ellos.
La noticia de que el fútbol había ganado gran popularidad en un pueblo lejano de Xinjiang se extendió rápidamente a los consulados del Reino Unido y Suecia, que en ese momento tenían sus sedes en Kashgar, a unos 27 km de Yiksak. En 1927, se in-vitó a los vecinos del pueblo a jugar partidos contra los equipos de fútbol de los consulados. Incluso ahora, los vecinos sienten un inmenso orgullo por las dos victorias y pueden contar con mucha satisfacción los resultados: ganaron 2-1 contra el equipo del Reino Unido y vencieron a los suecos 7-0. De hecho, un mural en la pared del recinto del gobierno del pueblo, que retrata al equipo del pueblo venciendo a los diplomáticos extranjeros, es un recordatorio constante de que el fútbol no es sólo un juego en Yiksak, es una tradición.

Orgullo y tradición
Ese orgullo y tradición han pasado a Aburaj y sus compañeros de equipo en su escuela primaria, que entrenan todos los días con su entrenador Akbar Salai, de 31 años, en la cancha de tierra de la escuela. “Los chicos no pueden vivir sin el fútbol, y yo tampoco. Ellos tienen un gran potencial y realmente espero que tengan la oportunidad de recibir la mejor formación en las grandes ciudades, así Aburaj, que de hecho se parece a Ronaldo, puede llegar a ser el Cristiano Ronaldo de China”, expresó Akbar. Akbar aprendió sobre fútbol de su abuelo Memet Zuneng, que miraba los juegos legendarios contra los occidentales cuando tenía 7 años, y jugó hasta poco antes de su muerte el año pasado.
Según la Oficina de Deportes, el número de chicos que juegan al fútbol en las escuelas primaria y secundaria ha pasado a 300.000 en la actualidad, de los 10.000 en 2010, cuando Xinjiang introdujo un plan de 10 años para desarrollar juegos en el campus. Más de 1.000 escuelas ahora tienen equipos, y la Oficina tiene previsto organizar más torneos inter escolares de modo que cada joven talentoso tenga la oportunidad de brillar. La región también ha destinado más fondos para mejorar las condiciones de juego en las escuelas. Mientras se espera el financiamiento para renovar la cancha de tierra de la escuela, Akbar comenzó recientemente su propio proyecto para poner un pequeño campo de césped artificial para que los niños puedan disfrutar de mejores condiciones de entrenamiento. Se espera que esté listo antes de octubre. “No hay un solo habitante en Yiksak que no juegue al fútbol. Tiene un papel muy importante en nuestras vidas”, señaló Abudulitip Memetaji, de 80 años, que aún juega. Dijo que sus nietos juegan en su camino a la escuela y en la escuela misma, y que él juega con ellos también cuando los acompaña a casa después de clases. A pesar de su edad, los vecinos con frecuencia lo invitan a arbitrar sus juegos. “Algún día, alguien de Yiksak integrará el equipo nacional chino, te doy mi palabra”, expresó Abudulitip, con una sonrisa de confianza en su cara.
EL CRONISTA-CHINA DAILY