07 Aug “EE.UU. ha vivido con prejuicios raciales durante generaciones”
Entrevista Silvia Bizio
“Los incidentes raciales terribles que está viviendo Estados Unidos no deberían pese a todo sorprendemos”, dice Woody Allen, 80 años, en su querida Nueva York, donde habla de la película Café Society, que se estrena en EE.UU. después de su première en Cannes. “El problema de Estados Unidos, también en el pasado, es que éste es el precio que el país paga por haber puesto sus fundamentos en la esclavitud, por su complicidad en raptar gente del África, traerla aquí, hacerla esclava. Somos un país que ha vivido con prejuicios raciales durante generaciones enteras. ¿Qué se espera de un país nacido así de mal? Cuando ocurren todas estas cosas lamentables, estos incidentes raciales, de blancos en su confrontación con los negros, y por parte de negros que ahora responden de modo violento, ¿qué esperás de un país que ha sido ritualmente insensible durante centenares de años? Es el precio que Estados Unidos deberá pagar hasta que un antagonismo tan profundamente arraigado en una raza y la otra finalmente disminuya y la gente lo sienta más.”
No, porque una cosa es hacer las leyes para integrar la sociedad, pero si la población no lo siente y todavía odia a la otra persona, esas leyes no significan mucho. Y así seguimos siendo un país dividido pese a las leyes que procuran mejorar la situación.
¿Piensa que las leyes más restrictivas en cuanto a la posesión de armas puedan ayudar?
Las leyes sobre las armas, en cualquier parte del mundo, son bastante ridículas. En Estados Unidos tenemos leyes tremendas. Creo que podrían ayudar un poquito, pero no son realmente la respuesta. Estoy totalmente en contra de las armas, pienso que no debería haber ningún arma, salvo de manera extremadamente limitada y controlada para los que van a cazar, como deporte. Pero aunque se eliminaran todas las armas, hasta que no enfrentemos los otros problemas verdaderos, los de las personas, seguiremos teniendo una sociedad guiada por el odio racial, la desigualdad económica y la pobreza. Las armas son solo una parte.
Se esperaba que la presencia de un presidente afroamericano como Obama pudiera cambiar algo.
Una persona sola no puede cambiar esta situación; es un problema que requiere una gran cantidad de trabajo en función de mucha gente; es tan inherente al tejido de este país, desde hace siglos, que es muy difícil de resolver. Se necesita un esfuerzo común y concentrado por parte de todos; un presidente solo no puede hacerlo.
¿Ve esperanzas en las elecciones?
No en cuanto a los problemas raciales que venimos atravesando. Dicho esto, nunca he ocultado que soy un gran partidario de Hillary Clinton; soy genéticamente demócrata, lo he sido siempre, he colaborado con la campaña.
¿Piensa que ganará?
No estoy seguro. Conocí a Donald Trump; estaba en mi película Celebrity, ¡e incluso estuvo bien! Cada tanto me lo cruzo en un restaurante o en un evento y siempre es cordial y agradable, pero no creo que tenga ninguna posibilidad de llegar a presidente. A no preocuparse, ¡no va a hacer falta que nadie emigre a Nueva Zelanda ni a Canadá! Hillary va a ganar, creo que es capaz y buena; me gusta mucho aunque nunca me la haya cruzado. Me lo indican el instinto y el sentido común. En Estados Unidos la gente sabe que Trump, con toda su teatralidad y su ser tan ostentoso, no podría nunca ser un buen presidente. La gente instintivamente lo sabe y votará en consecuencia.
¿Cómo explica la fascinación de la gente por alguien como él?
Como dije, hay mucho sufrimiento en este país, y no sólo entre los negros. Y él es un candidato que dice cosas que la gente quiere escuchar. En las encuestas de Inglaterra muchos de los entrevistados confesaron no tener idea; de lo que votaban: votaron salir d la Unión Europea y ¡no sabían si quiera qué era la Unión Europea En Estados Unidos es lo mismo: la gente no sabe; está demasiado preocupada por encontrarse sin trabajo, o con un hijo cocainómano; no tiene tiempo… Así, llega un candidato y les dice: “no te preocupes, yo lo veo” y la gente 1 cree. No tiene tiempo de verifica o entender qué quiere decir. No se mete a profundizar. Creo que afortunadamente la mayoría no piensa así. Después de todo, en la historia, nuestros presidentes han sido decentes en su mayoría; Algunos hicieron macanas, per< los demás han sido buenos. Hillary también lo será.
LA REPUBLICA. ESPECIAL - CLARÍN