Pedro Almódovar: lecciones de management para combinar creatividad y éxito en los negocios

Pedro Almódovar: lecciones de management para combinar creatividad y éxito en los negocios

Por Andrés Hatum
Insolente sí, pero siempre sofisticado, Pedro Almodóvar, el director de cine español que ya ganó dos premios Oscar y que en unos días estrenará su última película en la Argentina, no sólo es un ejemplo de cómo combinar creatividad y éxito comercial, sino también de cómo los líderes pueden proveer autonomía, recursos y crear en sus organizaciones un contexto de colaboración en el que se compartan las ideas y se facilite el proceso creativo.
Con su productora El Deseo, el creador de películas taquilleras como Todo sobre mi madre o Mujeres al borde un ataque de nervios, asegura que su fórmula se basa en un delicado equilibrio entre el control y la improvisación para impulsar la creatividad sin perder nunca la persecución de los resultados, y a la vez destaca la necesidad de romper la reglas para evitar quedar atrapado en la industria.
Nacido en 1949 en una zona rural de España, a los 18 años se mudó a Madrid para iniciar su carrera como director de cine. Después de una primera etapa más underground en la que utilizaba su salario como empleado en Telefónica para financiar sus primeras películas, el reconocimiento internacional llegaría en 1988 con Mujeres al borde de un ataque de nervios. Cuando filmaba esta película, Almodóvar guardaba archivos sobre el proceso que llevaba adelante.
“Una tentación ha sido hacer un film bien barato, que sea muy independiente en todo sentido, un experimento caprichoso, con pocos elementos, tratando de inventar todo, sin respetar las reglas, guiado solamente por la inspiración y el gusto de tomar riesgos”, explicaba en sus apuntes. Tratando de evitar quedar atrapado en su propio éxito, Almodóvar evitó las fuerzas isomórficas de la industria. Así siempre estuvo atento a generar su propia renovación promoviendo nuevas tendencias en el sector. Y esto lo logró rompiendo las mismas reglas de la industria que luego tomó sus ideas.
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Equilibrar control e improvisación ha sido crítico en el estilo de Almodóvar. El director asegura que el control es algo que hay que ejercitar en todos los frentes, desde las ideas creativas hasta los guiones, pasando por la actuación o el vestuario, pero a la vez dejando siempre un lugar para la improvisación.
“El guión es siempre algo que hay que trabajar, algo que se debe mejorar durante la producción. Tengo que decidir durante los ensayos porque planeo ensayar con los actores con un mes de anticipación y altero sus personajes para que encajen en el film, como un sastre altera un traje”, aseguraba.
Otra de las claves de El Deseo es el coliderazgo que ejerce Pedro con su hermano Agustín, histórico productor de sus películas. “La complementariedad hace que un equipo sea mucho más poderoso. No somos opuestos, pero sí diferentes. Pedro es divertido, alegre. Yo soy tímido al extremo. Él es perfecto en el escenario, yo prefiero estar detrás de escena, detrás de la cámara”, explica Agustín.
Pedro y Agustín son buenos ejemplos de dos fenómenos: ser solamente dos personas en la dirección de una empresa creativa y tener una carrera que va de la mano. Los hermanos comparten valores de confianza, afecto y de ser un dúo profesional, pero con roles separados: el de director de las películas y el del productor.
En este coliderazgo, Pedro está a cargo de la visión de las películas, los guiones y la dirección; su hermano está a cargo de la producción y del management de la compañía de producción. Según Pedro, “Agustín ha sido siempre mi primer espectador. Cuando una idea se me ocurre a mí, lo primero que hago antes de desarrollarla es contársela a Agustín. Él siempre está ahí… Es la persona que me entiende mejor”

La fábrica creativa
¿Qué tipo de organización es requerida para lograr llegar a los niveles de creatividad demostrados por Almodóvar? Pedro siempre cuenta que al inicio de la carrera se sentía infeliz con los niveles de creatividad y la producción a la que había sido obligado a aceptar de parte de sus primeros productores. En este sentido, establecer su propia compañía de producción fue un paso natural para evitar sumergirse en las prácticas que ofrecía la industria. Paz Sufrategui, ex directiva de El Deseo, explica: “Pedro había trabajado con otros productores. Y en la práctica, esos productores están lejos del artista. Producen otros films al mismo tiempo con otros directores. Creo que Pedro comenzó con la idea de trabajar en completa libertad y ahí nace El Deseo, para trabajar con la absoluta libertad que él necesitaba”.
El Deseo está definida por un elemento crítico: control creativo sobre las producciones y el marketing cultural de los films que se realicen. Y es un buen ejemplo de colaboración y equipo para lograr altos niveles de creatividad. Pedro no sólo colabora con su hermano Agustín, complementándose el uno al otro, sino que han creado una organización horizontal, ágil y basada en la confianza compuesta por 15 personas que apoyan y generan el contexto creativo requerido por Almodóvar.

Cultura corporativa
La manera en que los hermanos han seleccionado al equipo da una idea de la forma en que la organización trabaja. Inicialmente, la compañía consistía en Pedro y Agustín. A partir de la interacción con profesionales en diferentes proyectos establecieron relaciones afectivas con distintas personas. Agustín resume el proceso de construir la organización: “Primero encuentro a la persona y luego creo la posición para ella”.
Luego de conseguir el primer círculo de colaboradores, la organización creativa de El Deseo armó un segundo círculo de soporte con los socios de la compañía. No es solamente un tema de hacer un film, hay que distribuirlo y promoverlo. La importancia que los hermanos dan a la confianza en las relaciones aplicaba igual para sus socios (ejemplo, las agencias). En casos críticos para Pedro y Agustín aplicaban una cláusula que implicaba el mantenimiento de una relación personal con una persona en particular. Y si esa persona se iba de la agencia, la relación de negocios culminaba.
“Agustín me enseñó algo que nos define como organización: nosotros no tenemos clientes y proveedores, tenemos amigos. Nuestros distribuidores en Estados Unidos, Michael Barker y Tom Bernard, ellos cambiaron de compañías durante 30 años. Hoy están en Sony Pictures Classics. Y seguimos con ellos. El mismo caso nos sucede en Europa con el grupo francés Pathé! A través de Jerome Sedoux o con Hugo Sigman en América latina con quien hemos producido Relatos salvajes y El Clan.”, explicó a LA NACION Diego Pajuelo-Almodóvar, director financiero de El Deseo y sobrino de Pedro y Agustín.
El Deseo es el hogar creativo donde Pedro Almodóvar ha sido capaz de crear libremente sin las restricciones que imponen los productores. La indispensable cooperación de su hermano en el desarrollo de los proyectos y la consolidación de un grupo de colaboradores le han permitido a Pedro focalizarse en el lado creativo del negocio y poder delegar otras áreas.
Este modelo de trabajo no solamente genera un producto creativo. La forma en que Pedro y Agustín Almodóvar han dado forma a la organización, un lugar sin jerarquías ni silos, hace de El Deseo un lugar dinámico, permitiendo innovar en una industria donde los grandes estudios de Hollywood establecen las reglas del juego que luego toman los competidores.
LA NACION