06 Jul Daniel Hourcade: “No estoy conforme, el balance no es el que esperábamos”
Por Alejo Miranda
El rugby argentino desembocó en el Super Rugby con la esperanza de que fuera el eslabón definitivo que lo impulsara a jugarle de igual a igual a las potencias, aún a costa de un gran riesgo. En la primera oportunidad de volcar esta experiencia en la camiseta de los Pumas, los efectos colaterales indeseados pesaron más que los beneficios incorporados en los cuatro meses de competencia y terminaron por redondear una ventana internacional de junio con saldo negativo.
Es tan sólo el primer escalón de una larga cuesta, pero el plantel, con el entrenador Daniel Hourcade a la cabeza, no deja de reconocer que los partidos ante Italia y Francia no resultaron como se esperaba. Aunque la intención primaria del head coach fue disociar a los Jaguares de los Pumas, el bagaje perdedor que arrastraba el plantel finalmente tuvo mayor injerencia que las virtudes que adquirieron con la pelota en las manos en este breve lapso.
“No estoy para nada conforme. Nunca llegamos a jugar como podemos”, resumió, autocrítico, Hourcade. “Contra Italia no se jugó muy bien; en el primer partido contra Francia anduvimos algo mejor, pero no lo bien que se puede, y en el segundo se jugó mal. Hay que ser realistas y sinceros. El balance no es el que esperábamos”.
Al final, la palidez de la derrota del sábado pasado acabó por opacar las dos victorias previas. Los Pumas muy pocas veces lograron desplegar el juego que propicia el Super Rugby y la caída terminó arrastrándolos hasta un peligroso 9º puesto en el escalafón mundial, todavía con el segmento del año más exigente por delante y el sorteo del Mundial (se tomará el ranking de diciembre) a la vuelta de la esquina.
“No defendimos bien, erramos 20 tackles, perdimos cinco line-outs, dos scrums, no construimos juego.”, resumió Hourcade sobre la caída por 27-0 frente a los galos. “Fue un día malísimo, nefasto. No nos salió nada. Nunca le encontramos la vuelta al partido.”
-¿Costó adaptar el juego del Super Rugby al de un test-match?
-Es muy difícil en un día [lluvioso] como el del sábado buscar con las mismas armas ese tipo de juego. Forzamos situaciones. Hay una diferencia muy grande entre jugar con dinámica y abrir la cancha. Se puede ser dinámico jugando corto.
-¿En qué aspectos sí se notó el aporte del Super Rugby?
-En el crecimiento individual. Después, hay una cuestión obvia, porque el equipo llega con varias derrotas y la confianza un poco caída. Son momentos que sufre cualquier equipo y tenemos que superarlos. Pero no hay dudas de que estos jugadores, desde que terminó el Mundial hasta hoy, han crecido. Están jugando todas las semanas en el primer nivel y eso va dándoles más experiencia. Todo eso en algún momento se tiene que notar. Quizá no fue en éste, pero tiene que ser más adelante.
-¿Se sintió el cansancio?
-En el pasado no estábamos en el Super Rugby, pero todos jugaban en ligas de Europa. No podemos pensar que con 15 partidos un jugador no está para más o viene cansado. El cansancio está, pero es igual para todos. Los franceses acababan de terminar un torneo durísimo y también tenían cansancio acumulado. Lo que nos está costando un poco son los viajes, el cambio de horario. Sabíamos que nos iba a pasar esto, pero es algo que tenemos que asimilar. Aprender a jugar este torneo y después capitalizar las cosas que se hacen.
-Al contrario de tu costumbre rotaste muy poco el equipo entre un partido y otro.
-Porque antes no teníamos el Super Rugby. Tener a los jugadores todos juntos nos da la posibilidad de hacer las pruebas ahí. En cambio, en los Pumas las rotaciones se hacen en función de quién está jugando mejor. A partir de ahora van a jugar siempre los mejores. Luego, para rotar están los Jaguares, está Argentina XV, los Pumitas.
-¿Te dolió la amarilla a Lavanini, que volvía de una suspensión?
-La amarilla duele sea a quien sea. Vimos bien la acción y el francés se le tiró a los pies y él cayó arriba de él. No es que fue con las rodillas. Como dijo el ábitro, “fue una sensación”.
-Ahora vienen desafíos más exigentes: el Rugby Championship, la gira por Europa…
-Vamos con todo. Hay un crecimiento individual. Cualquiera que está jugando todas las semanas en un primer nivel crece. Hay que tener la capacidad de capitalizar todo eso para los partidos que vienen. Hay que estar. Hay que seguir laburando con confianza.
LA NACION