11 Jul Citroën E-Mehari: un homenaje a la historia
Por Hernán Oliveri
Un viaje al futuro para revivir el pasado. En tiempos vertiginosos, donde todo pasa volando y casi sin darnos cuenta nos adaptamos a las nuevas tecnologías, donde cada vez estamos más pendientes de los dispositivos electrónicos, las pantallas táctiles, los GPS; en tiempos en los que podemos darle órdenes al auto mediante el habla o en los que nos cruzamos de brazos para que estacione por nosotros; en tiempos de “dulce” espera hacia la conducción autónoma … en esos tiempos es lindo encontrarse con vehículos que, aggiornados a la actualidad, son capaces de mantener intacta su esencia y de transmitir un valor de pertenencia que hoy, para muchos, vale mucho más que cualquier acción de la Bolsa.
Rústico. Las ventanas delanteras no se bajan: se abren mediante cierres y se enroscan hacia arriba, tipo cortina (también la luneta). Las ventanas traseras son fijas.
El Citroën E-Mehari, el modelo que rebautiza a aquel vehículo irrompible que brillara en la década del 70, logra transmitir esas emociones; incluso aunque su sistema de propulsión sea 100% eléctrico.
Clarín Autos viajó a París, Francia, para poder tener un contacto con una de las 1.000 unidades de pre serie que se lanzaron a la venta en el mercado europeo. El precio de cada unidad es de 25 mil euros, pero por tratarse de una auto que no emite gases contaminantes, a ese valor se le aplican bonificaciones de entre 6.000 y 10.000 euros, dependiendo de las subvenciones de cada país y las promociones de ventas.
Lo primero que hay que destacar es que el E-Mehari conserva el concepto de vehículo de fin de semana, pensado para un público joven, y no como el auto para transportarse todos los días. A pesar de tener una autonomía de 200 kilómetros, respeta a rajatabla la austeridad de sus antepasados. Para darse una idea, no tiene estéreo, aire acondicionado (es opcional) ni levantavidrios, ya que al igual que el Mehari original, las ventanas son de plástico transparente. Ni siquiera cuenta con airbags, aunque la marca los montará en las versiones que se fabriquen de serie. Tampoco tiene pantalla multimedia ni GPS, sólo un tablero digital ubicado en la consola que indica la velocidad, el estado de carga de la batería y la marcha (Reversa, Neutro o Directa).
La carrocería del E-Mehari mide 3,81 metros de longitud y está fabricada con plástico termoformado, un material que debido a su elasticidad, resiste mejor que la chapa o el aluminio los pequeños golpes y rayones. El techo, por otra parte, está compuesto por varillas recubiertas de tela tensada que puede removerse quitando los broches que lo fijan a los parantes.
A pesar de parecer endeble, el habitáculo queda bien protegido de la lluvia. Y esto podemos afirmarlo porque durante los dos días de prueba no paró de llover ni un minuto. Sí se perciben claras filtraciones de viento.
Aunque hayamos apagado el motor, el vehículo sigue consumiendo batería. Por eso es recomendable cargarlo, aunque sea un rato, cada vez que nos bajamos.
El motor eléctrico del E-Mehari tiene 68 CV (50 kW) de potencia máxima y se alimenta de la energía almacenada en una batería de polímero de litio de 30 kWh de capacidad. El tiempo necesario para la carga completa es de 8 horas en las estaciones de recarga y de 13 horas si se enchufa en cualquier toma hogareño.
El volante es de estilo deportivo y no tiene airbags. Tampoco tiene radio. El tablero de instrumentos está ubicado en la consola. La selección de marchas es mediante botones; arriba la Directa; en el medio, Neutro; y abajo, Reversa.
Vale aclarar que si bien el vehículo está subvencionado, la batería se alquila por 79 euros mensuales y Citroën la recambia a los 1.500 ciclos (cada ciclo es una carga); una propuesta más que lógica si se tiene en cuenta que la vida útil es de 3.000 recargas y que cambiarla cuesta unos 7.000 euros.
Los asientos son de colores y están tapizados en neoprene. Se pueden mojar y son resistentes al sol. El habitáculo está diseñado para ser lavado con manguera, ya que en piso tiene orificios para el desagote
Por otra parte, el auto no tiene cerraduras. Las puertas y el portón trasero siempre quedan sin llave, por lo que es aconsejable tener el hábito de no dejar nada de valor en el habitáculo. Sí se puede bloquear el arranque siempre y cuando se pose el llavero del auto sobre un sensor ubicado en la base del parabrisas (ver En detalle). Esta función también permite bloquear una especie de cofre o guantera ubicada en el baúl y el enchufe de carga, evitando que alguien lo desenchufe o se lo lleve. Y este no es un dato menor, porque aunque no se lo use, el Citroën E-Mehari sigue consumiendo batería obligándonos a enchufarlo cada vez que lo dejamos estacionado.
Para bloquear el arranque, el cofre del baúl y el enchufe de carga es necesario posar el llavero del auto sobre el sensor ubicado en la base del parabrisas.
Que aquí no se venda lo convierte en un vehículo más especial. Su historia en Argentina aún sigue viva en algunos ejemplares sobrevivientes al paso del tiempo. Y el E-Mehari les rinde homenaje.
CLARIN