10 Jul A los 60 y con síndrome de Down, le donará un riñón a su hermano
Por Federico Brusotti
“Lo tengo que pensar”. Esa fue la respuesta de Jorge Gandur, un hombre de 60 años con síndrome de Down, cuando le explicaron en qué consistía la donación de órganos que necesita su hermano Alfredo (63), un médico mendocino que necesita un transplante de riñón que le salve la vida.
La historia de los hermanos Gandur se hizo conocida a fines de abril, cuando trascendió que la Justicia no autorizaba la donación luego de que la pericia psicológica sobre Jorge determinara que no tiene capacidad de discernir.
Esa pericia ahora fue refutada por expertos del Ministerio de Justicia de Nación, que llegaron a Mendoza para realizar nuevos estudios. Un abogado y dos psicólogos del Programa Nacional de Asistencia para las Personas con Discapacidad en sus Relaciones con la Administración de Justicia (Adajuos), intervinieron en la causa, se reunieron con Jorge y realizaron un nuevo informe no vinculante que llegó al Juzgado en lo Civil, Comercial y Minas N° 4 de Mendoza. En el documento se afirma que Gandur “puede comprender el alcance de la ablación de uno de sus riñones” y manifiesta libremente su necesidad de “tener que pensar su decisión de donar o no el riñón”.
En su escrito a la Justicia, los especialistas agregan que Jorge “brinda respuestas acordes a lo preguntado, se encuentra orientado en tiempo y espacio, puede discernir entre realidad y fantasía y expresa de manera clara sus sentimientos, como así las cosas que le gustan y las que no”.
“El objetivo era saber si Jorge tenía la capacidad de comprender”, indicó Daniel Larrategui, el abogado enviado por Adajus a Mendoza. “Se pudo percibir que está con capacidad de discernir por sí mismo y no necesita que otro decida por él”, añadió en declaraciones al diario Los Andes.
El informe de Adajus no es vinculante, por lo cual el trasplante aún no está autorizado por el juez Osvaldo Cobo. Sin embargo las conclusiones representan un cambio en la situación y le brindan esperanzas a Alfredo, que se realiza diálisis cuatro veces por día y espera una resolución judicial para un proceso que comenzó el 31 de marzo de 2015.
CLARIN