21 Jun El Trono de King James, la gloria de los cavs
Por Alberto Cantore
ClEVELAND.- “Cleveland, esto es para ti!”, gritó LeBron James, durante la entrevista que le realizaron en el Oracle Arena, en Oakland, sede del séptimo capítulo de una serie final que atrajo el mayor índice de audiencia televisiva desde el último anillo de Michael Jordan. Minutos antes había completado su gran sueño y promesa de darle su primer título de campeones de la NBA a los Cavaliers, la franquicia que lo seleccionó como N°1 del Draft en 2003, y en la que desató amores y odios. El peor traidor de la historia regresó para agrandar su leyenda, destronar a Golden State Warriors con una exhibición de fuerza, inspiración y liderazgo y romper con los registros. Porque los números también se rindieron ante King James.
“Estoy contento por ser parte de la historia. Esto es increíble”, relató James, elegido por tercera vez Jugador Más Valioso (MVP) de una serie final -las dos restantes con Miami Heat, en 2012 y 2013-, aunque por primera vez de manera unánime. Rompió con los 52 años de maldición que perseguía a Cleveland, ciudad por la que pasaron cientos de jugadores de distintos deportes profesionales sin ofrecer un festejo de magnitud; desde que los Browns se saciaran de gloria en la NFL. Quebró la estadística de que ningún equipo que marchaba 1-3 en una serie final era capaz de levantar el trofeo; sumó a los Cavaliers a la nómina de ganadores de un séptimo juego en calidad de visitantes, detrás de Boston Celtics (1969 y 1974) y Washington Bullets (1978); inscribió su apellido en la lista de jugadores que consiguieron un triple doble -27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias- en una final, al igual que Jerry West y James Worthy, ambos de Los Ángeles Lakers, en 1969 y 1988, respectivamente, y se posicionó como el segundo basquetbolista en encadenar seis finales consecutivas, algo que sólo pudo lograr el legendario Bill Russell (11).
Sus controvertidas decisiones lo acompañaron desde siempre. En el High School, en lugar de concurrir a un instituto público del barrio junto con los Fab4 -sus compinches en Shooting Stars-, lo hizo en St. Vicent-St. Mary High School, una escuela privada de blancos, lo que molestó a la comunidad. Con 17 años, y siendo jugador escolar, fue portada de Sports Illustrated, que lo presentó como The Chosen One (El Elegido). Las reglas de la NBA le impidieron ser parte del Draft, por edad. No se desanimó en la cancha y elevó las polémicas fuera: mientras su madre le regalaba un Hummer H2, él, con 18 años, firmó un contrato de imagen con Nike por 18 millones de dólares, vínculo que en 2015 se convirtió en vitalicio y por ¡US$ 1.000 millones!
Entró a la NBA como N°1 del Draft, casi una dulce venganza. Siete años con los Cavs, donde se estrenó con 25 puntos ante los New York Knicks; en su primera temporada promedió 20, 9 puntos, 5,5 rebotes y 5,9 asistencias, lo que le valió ser el Rookie del año. Su primer triple-doble lo marcó con 20 años y fue MVP a los 21. Pero el título se le negaba y llegó la traición. En 2010, tras declararse agente libre y en un programa especial de ESPN, llamado La Decisión, anunció su partida a Miami. La noticia provocó quema de camisetas, una revuelta, crueles palabras de Dan Gilbert, dueño de los Cavs, quien lo tildó de traidor y narcisista, mientras él daba una fiesta en el American Airlines Arena, donde auguró una larga dinastía de los Heat. Dos títulos y cuatro finales en Miami le daban la razón.
El Hijo Pródigo regresó cuando nadie lo proyectaba. “Estaban las palabras de Dan, los abucheos de la gente, la quema de camisetas… todo eso había afectado a mi familia. Entonces, traté de pensar como ellos, de sentir lo que un niño cuando su ídolo se marcha… Nos reunimos, aceptamos que todos cometen errores”, explicó. Habían pasado cuatro años y tres días desde su turbulenta salida y la vuelta, que tenía un objetivo: el título para los Cavs. Se demoró apenas un poco más de lo soñado, después de que en 2015 los Warriors ganaran la serie y fueran campeones. Pero llegó la gloria prometida para Cleveland y su tercer anillo.
Padre de LeBron Jr, Bryce y Zhuri, esposo de Savannah Brinson, su novia de los días en el instituto; la imagen de empresas multinacionales, accionista de Liverpool, actor de series, presentador en entregas de premios, futuro protagonista de Space Jam 2… Simplemente King James.
LA NACIÓN