Declan Ryan: “Vamos a triplicar el total de argentinos que viajan en avión”

Declan Ryan: “Vamos a triplicar el total de argentinos que viajan en avión”

Alfredo Sainz y Sofía Diamante
“Es solo una cuestión de tiempo”, asegura Declan Ryan, cofundador de la aerolínea low cost irlandesa Ryanair, en una entrevista exclusiva con LA NACION en la que confirma el inicio de operaciones en el mercado argentino en 2017. “Hace 10 años que estamos con Viva Aerobus en México y 4 años con Viva Colombia. Si la vida es buena con nosotros y logramos algo de suerte irlandesa, esperamos que Viva esté funcionando en muchos países de América latina, incluyendo la Argentina el año próximo”, explica el número uno del grupo Irelandia Aviation, que con su propuesta de aerolíneas de descuento -o low cost- revolucionó el mercado de la aeronavegación en Europa -hoy ya es la principal empresa de pasajeros en el Viejo Continente- y ahora quiere hacer lo mismo en América latina.
Siguiendo los pasos de la colombiana Avianca que puso un pie en el mercado argentino vía la adquisición de MacAir, el aterrizaje del grupo Ryanair también se concretaría vía una compra. En este caso, todas las miradas están puestas en Andes Líneas Aéreas. La empresa con base en Salta comenzó a volar hace diez años y en la actualidad opera cinco aviones Boeing MD 83, con 165 asientos y una autonomía de cinco horas y media. En su paso por Buenos Aires, Ryan estuvo reunido con la plana mayor de la aerolínea salteña encabezada por su CEO, Miguel Ziadi, y fuentes del mercado aseguran que las negociaciones para una eventual compra u asociación se encuentran muy avanzadas.
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En Irelandia Aviation adelantan que se necesitan US$ 50 millones para arrancar con las operaciones de una aerolínea low cost y precisan que en el mercado argentino el objetivo es comenzar con una flota inicial de cinco aviones. Ryan sostiene que por el momento no pueden precisar los destinos a los que empezarán a volar y afirma que las rutas se irán definiendo de acuerdo a la demanda. A nivel mundial, la tarifa promedio de los vuelos low cost ronda los 50 dólares y la idea de Ryanair es ubicarse en una franja de precios similar. “Si las personas no quieren ir a un determinado lugar por 50 dólares, nos bajamos de esa ruta y elegimos otro destino”, explica el empresario irlandés.
Tras una reunión con el ministro de Transporte Guillermo Dietrich a la que definió como muy positiva, Ryan manifiesta que el mayor escollo para su desembarco en el país no pasa por las regulaciones en materia de precios -que fijan una tarifa mínima para volar cada ruta- sino por las tasas aeroportuarias. “Hay un grupo, Aeropuertos Argentina 2000 que maneja 35 de los 38 aeropuertos que hay en el país, y no me parece muy justo. Ya nos juntamos con las autoridades y esperamos hacerlo nuevamente. Tienen que bajar los costos. En Colombia, por ejemplo, hay cuatro empresas que compiten en el negocio”, afirma.
En su primera visita en la Argentina, el empresario irlandés se mostró optimista con la nueva administración de Mauricio Macri, aunque también dejó en claro su preocupación por la inflación y la corrupción. “Iniciamos negociaciones en todos los países de la región menos en Brasil ya que hay mucha corrupción. Aunque en la Argentina, me dieron ganas de volver a la Iglesia”, bromeó, al tanto del escándalo de José López y sus bolsas de dinero en el convento.
Ryan estima que el potencial del mercado argentino es enorme y dice que es increíble que los estudiantes viajen casi veinte horas en micro a Bariloche. “De acuerdo a los datos que manejamos, apenas entre 5 y 7% de argentinos volaron alguna vez. Ese número lo vamos a triplicar y debería ser 20% como mínimo. Cuando comenzamos en Colombia sólo el 2,5% de la población se había subido a un avión; hoy, luego de cuatro años operando en ese país, el porcentaje aumentó a 10%. Los países de América latina necesitan tener mejores niveles, parecidos a los del resto del mundo. España, en donde existen cinco empresas de líneas aéreas de bajo costo, es el país donde más habitantes se movilizan en avión, entre 70 y 80% de su población”, sostuvo.
Ryan no cree que Aerolíneas Argentinas debería estar preocupado por su llegada. “Estamos lejos de ser un big player como Lan o Avianca. Somos un Holiday Inn Express, no un Sofitel o un Four Seasons”. Además destaca la tarea que está llevando Isela Costantini al frente de la aerolínea de bandera. “Escuché cosas increíbles sobre la nueva CEO de Aerolíneas. Tiene un muy buen curriculum y me parece que es muy valiente en tomar el trabajo. Pero si yo fuera el gobierno argentino, traería un socio para Aerolíneas Argentinas, alguien fuerte. Yo se que ustedes piensan que su aerolínea de bandera es como su selección de fútbol, pero no lo es. Su equipo de fútbol es muy eficiente, 12.000 empleados en Aerolíneas Argentinas no está precisamente en los mismos estándares de Messi”.
Las aerolíneas de bajo costo se caracterizan por no tener su base de operaciones en las grandes ciudades. En México, el aeropuerto principal que utilizan es Monterrey mientras que en Colombia, el centro de operaciones es en Medellín. En la Argentina, Ryan aseguró que quedaron muy impresionados con Córdoba y La Plata, “En las mayores ciudades del mundo, generalmente hay entre cuatro y cinco aeropuertos, Buenos Aires tiene apenas dos; necesitaría algunos más”.
Por más que en el pasado muchas veces se hayan querido presentar como low cost, en los hechos hay una serie de características que tienen que cumplir las aerolíneas para ser consideradas como de “bajo precio”. La primera, y más obvia, es contar con una oferta de precios lo suficientemente bajos para ser competitivos contra otros medios de transporte tradicionalmente más baratos, como el micro. También se requiere contar con una flota homogénea y nueva, de manera de reducir los costos de mantenimiento y poder ofrecer muchas horas de vuelo sin interrupción.
Otra característica del mundo low cost es la operación en aeropuertos alternativos a los más concurridos, que en muchos casos ofrecen ventajas en materia de precios a las aerolíneas para generar tráficos en sus estaciones aéreas. Por último, las compañías que operan en este negocio en otros mercados al reducir drásticamente su oferta de servicios extra incluidos en la tarifa -desde cobrar el equipaje hasta ofrecer sólo la posibilidad de check in online- pueden trabajar con una partida más reducida de empleados, lo que en un mercado altamente regulado desde lo gremial no parece una solución muy fácil.
“Hay varias barreras para el desarrollo de las aerolíneas low cost en la Argentina que van desde la regulaciones en el mercado aéreo hasta la falta de aeropuertos alternativos, que son generalmente los que utilizan este tipo de empresas. Pero la principal traba son los límites que existen para bajar los precios de los pasajes por las bandas que aplican el Gobierno. En la medida en que este tipo de aerolíneas no puedan ofrecer tarifas que sean competitivas con los micros no van a poder desarrollar su negocio”, advirtió Santiago García Rúa, director del medio especializado Aviation News.
El modelo de aerolíneas low cost no termina de despegar no solo en la Argentina, sino también en la mayoría de los países de la región, con muy pocas excepciones. Hace un año la chilena Sky Airlines -del empresario Holger, sobrino de Horst, el dueño de Jumbo y Unicenter- anunció su reconversión para comenzar a operar como una aerolínea low cost, El mismo camino ya lo viene recorriendo desde 2008, la brasileña Azul Linhas Aéreas. La empresa nació en 2008, de la mano de David Neeleman, el fundador de JetBlue, una aerolínea low cost con base en Nueva York. Azul se hizo fuerte conectando ciudades brasileñas medianas y pequeñas, a las que en muchos casos hasta su llegada solo se podía acceder en micro o vía fluvial, y jugó un papel decisivo para que muchísimos brasileños que nunca se habían subido a un avión en su vida tuvieron su bautismo aéreo.
LA NACION