San Lorenzo y Lanús: dos modelos en busca del mismo lugar

San Lorenzo y Lanús: dos modelos en busca del mismo lugar

Por Francisco Schiavo
Ya está. Se terminó la temporada regular del Torneo Transición. Sólo queda la final entre Lanús y San Lorenzo, que a último momento le arrebató el primer lugar a Godoy Cruz. Son los mejores y a partir de esa afirmación, aunque parezcan temas paralelos, se podrá construir a futuro en una AFA devastada: dos modelos opuestos de conducción consiguieron afirmarse en la competencia y el dato no pasará inadvertido.
Nicolás Russo, presidente de Lanús, nada tiene que ver con Matías Lammens ni mucho menos con Marcelo Tinelli, que encarnan la renovación del fútbol a través de un sinfín de herramientas. Russo hizo los palotes como dirigente en la década del 90, en la que el club del Sur empezó a reconstruirse hasta llegar a ser una potencia social. Lammens y Tinelli aparecieron en escena hace poco, reclamados por la gente en medio de la debacle del gobierno de Carlos Abdo, que casi termina con el Ciclón en la B Nacional. Todos tienen algo en común: supieron cómo llevar a dos clubes casi a la deriva hacia tierra firme. Y, coincidencia o destino, son esos mismos formatos que, a su manera, pelean por el poder del fútbol argentino.
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San Lorenzo nada tiene que ver con Lanús. Las diferencias quedan expuestas en cada reunión del comité ejecutivo de la AFA. Hace rato que Lammens hubiera pateado la estructura que Russo se empecina en amalgamar bajo la figura del consenso. El presidente de San Lorenzo no cree en los viejos estamentos que el mandamás granate suele defender. Es más, seguramente Lammens hubiera sido mucho más duro públicamente con la situación de la AFA si Tinelli no hubiera tenido tanto interés en quedar al frente de la Superliga, tal como parece que sucederá dentro de poco, ni se hubiera mostrado tan conciliador en los últimos tiempos.
San Lorenzo y Lanús juegan distinto. Son diferentes en todo sentido, por más que ahora los emparente un partido decisivo. Ambos tienen una parte de la fórmula. Si son inteligentes, varios pueden verse reflejados en ellos.
LA NACION