La Iglesia alertó sobre una fuerte “fragilidad laboral”

La Iglesia alertó sobre una fuerte “fragilidad laboral”

Lo hizo en su mensaje final de la Semana Social. Es en medio de la puja por el veto presidencial a la ley antidespidos. Los obispos se habían reunido el sábado con los jefes de las CGT y las CTA.
La Iglesia volvió a asumir el liderazgo de los reclamos sociales, aunque evitó confrontar con el Gobierno. Este fin de semana reunió en Mar del Plata bajo el mismo paraguas a sindicalistas, empresarios, dirigentes de organizaciones sociales y funcionarios. Pero no fue para
repartir elogios sino para advertir, por ejemplo, sobre “la fragilidad de la condición laboral de miles de hermanos”. Y para remarcar que “las situaciones de precarización laboral en que están inmersos buena parte de los trabajadores que no tienen acceso a sus derechos sociales, ni protección del Estado, y que son señales de alerta que no se pueden desoír”.
El tradicional encuentro de la Semana Social que organiza todos los años el equipo de Pastoral Social del Episcopado en un hotel sindical en Mar del Plata, cobró en esta ocasión una trascendencia mayor. Entre otras cosas, porque se produjo a pocos meses de la asunción de un nuevo gobierno, que tiene por delante una agenda económica y social compleja, según admiten los mismos obispos. Además, el encuentro se dio en el mismo momento en que el presidente Mauricio Macri vetaba la ley que pretendía frenar los despidos por seis meses y en medio de la instrumentación de medidas económicas que generan polémica por su impacto social, sobre todo en los sectores más pobres.
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“Hemos ratificado el compromiso de la opción preferencial por los pobres. Nos preocupan los rostros concretos de quienes viven en la miseria y no cubren sus necesidades más elementales. Particularmente tuvimos en cuenta la necesidad urgente de una adecuada nutrición infantil”, indicó el documento final que fue divulgado ayer.
La cuestión social ya había estado presente en una reunión anterior entre Macri y los obispos el 12 de este mes en Olivos, donde le presentaron un documentos sobre el Bicentenario.
El encuentro de ayer fue presidido por los obispos de la Pastoral Social Jorge Lozano y Jorge Casaretto. Contó con la asistencia perfecta de representantes de las tres CGT y las dos CTA. En el primer caso, participaron Hugo Moyano (Azopardo), Antonio Caló (Alsina) y Luis Cejas (Azul y Blanca). Además estuvieron Hugo Yasky (CTA) y Pablo Micheli (CTA Autónoma).
Las distintas fracciones en que se encuentra dividido el sindicalismo se presentaron en un marco de gestiones de unidad, a tono con las exhortaciones eclesiásticas que surgieron durante el encuentro.
Por ejemplo, en el documento final los obispos destacaron “la importancia del diálogo, la cultura del encuentro y la amistad social como caminos para lograr el clima necesario para alcanzar los consensos que permitan encontrar las soluciones anheladas”.
La fragilidad de la condición laboral de miles de hermanos sin derechos sociales, ni protección estatal son señales de alerta que no se pueden desoír”. Nos preocupan los rostros concretos de aquellas personas que viven en la miseria y no pueden cubrir sus necesidades más elementales”.
Frente a esto, dirigentes de las cinco centrales sindicales ayer se ocuparon de ofrecer señales de unidad “aún en las diferencias” al exponer durante un panel llamado “Unidad sindical”.
Coincidieron en las críticas al veto de Macri a la ley antidespidos, pero evitaron pronunciarse en conjunto sobre un eventual paro o medida de fuerza. Sólo los dirigentes de las CTA se expresaron a favor de una huelga (ver pág. 6).
El interés del Gobierno quedó reflejado en la participación de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y los ministros de Trabajo, Jorge Triaca; y de Desarrollo Social, Carolina Stanley; y el secretario de Culto, Santiago de Estrada.
Monseñor Jorge Lozano leyó un mensaje enviado especialmente por el papa Francisco, en el que consideró “esencial profundizar la cultura del encuentro que permita el crecimiento de una comunidad comprometida que deje de lado la indiferencia” y “adopte compromisos concretos”.
“Nuestra intención ha sido promover un espacio de diálogo para crecer en la amistad social. En este contexto, de la celebración del Bicentenario de la Patria, queremos alentar el fortalecimiento del sistema democrático, la independencia de los tres Poderes del Estado, promoviendo la participación ciudadana”, sostuvo la declaración de los obispos tras el fin de semana de deliberaciones.
Además, el documento remarcó las “urgentes preocupaciones por el cuidado del ambiente, la corrupción, el narcotráfico, la adicción a los juegos de azar, como amenazas serias al desarrollo integral y la promoción humana”.
“La Argentina es el lugar que amamos, este es el pueblo al que pertenecemos. Aquí queremos vivir, crecer y soñar en nuestra casa común. Para ello es necesario ponernos la Patria al hombro. Comprometiéndonos cada uno desde el lugar que nos toca”, concluyó.
CLARIN