02 May Como los fondos buitre, Homero Simpson también ganó un juicio en la Argentina
Por Florencia Lendoiro
Aunque lejos del caso de los holdouts, el protagonista de la serie más popular en la historia de Estados Unidos fue protagonista también, aunque indirecto, de un juicio en el país. Su representante fue la Twentieth Century Fox, dueña de los derechos de Los Simpsons y propietaria de los productos que surgieron de esa serie como la cerveza Duff que en Argentina comercializaban dos empresarios locales.
Se trata de Sergio Brikman y Lucas Puyan, quienes a pesar de que hace cinco años habían dejado de venderla, debieron pedirle disculpas a la productora por comercializar la cerveza. Publicaron una solicitada reconociendo que la Fox es dueña de la serie, con “valiosos derechos de propiedad intelectual relacionados con la bebida favorita de Homero”.
No fue el primer caso en donde se dieron estos conflictos entre la Fox y empresarios que utilizaron la marca Duff para vender cerveza de producción propia. Sucedió en México, Colombia, Australia y Nueva Zelanda, donde la discusión fue que la propiedad de Fox es sobre un producto ficticio no uno de la vida real. Pero en todos los casos, la justicia le dio la razón a la Fox.
En la Argentina, la historia se desarrolló en la misma línea. Una versión de la lucha entre David y Goliat, pero en la que la honda no sirve y gana el gigante. La venta de Duff fue exitosa durante años y llegó a ganar premios como el South Beer Cup, un año antes de que se la prohiba.
La decisión judicial que frenó el negocio fue una muy mala noticia para Brikman, quien en realidad posee un emprendimiento completamente desvinculado a la industria cervecera. Encabeza Rectec, firma enfocada en el reciclado de insumos de impresión. Brikman recuerda que le llegó “el comentario sobre la disponibilidad de la marca Duff para comprarla al propietario que tenía el registro desde 1999, y con un conocido la adquirimos”.
Pero como no contaban con producción propia señala que se encontraron ante “un monopolio extremo” en la industria cervecera y terminamos eligiendo a un cervecero artesanal que elaboró los primero lotes pequeños. “Luego le di prioridad a la calidad y es por eso que se desarrolló un proyecto de cervecería propia que aún está funcionando, como también la distribuidora de cerveza artesanal, Craft Beer”, relata.
Luego de varios meses de vender el producto, los socios a cargo de la Duff argentina fueron notificados de una medida cautelar y un oficio. “La productora Fox reclamaba los derechos sobre la marca e intentaron cortar la producción. En primera instancia el juez permitió continuar con el proyecto, pero en la Cámara de Apelaciones la decisión se dio vuelta. Si bien continuamos con la titularidad de la marca, no podíamos comercializarla, por lo que se decidió llegar a un acuerdo para terminar con un conflicto largo”, dijo.
Las disculpas que pidieron ahora fueron también a raíz de que obviamente muchos consumidores creían que la cerveza podía estar relacionada con la productora, aunque en ningún momento se la mencionó. “El producto contaba con los rótulos obligatorios según la legislación de alimentos en Argentina. Es por eso que pedimos disculpas por la confusión que pudo haberse generado”, explicó Brikman.
Según agregó, el conflicto con Fox ocasionó muchos perjuicios para ambos quienes, según recuerdan, “con recursos limitados, enfrentados a una de las multinacionales más poderosas del mundo”. A la vez, la experiencia que ganó con este negocio le permitió a Brikman conocer “el fabuloso mundo de las cervezas artesanales, en el que aún estoy inmerso a través de Craft Beer, distribuidora de cerveza artesanal”.
EL CRONISTA