03 May Adios al jogging: los equipos de fútbol se ponen el traje y visten a la moda
Por Carlos Manzoni
Camisa, gemelos, zapatos, saco, pantalón largo y corbata: el deportista ya tiene listo su equipo. No es un error de impresión o un cambio en la forma en que se sale a la cancha. Sucede que hoy, los planteles de fútbol (y otros deportes) también tienen sus propias normas de etiqueta a la hora de los viajes o de representar al club fuera del verde césped. Y es ahí donde entran casas especializadas que, además de confeccionar la vestimenta para los deportistas y el cuerpo técnico, tienen locales en los que ofrecen a los hinchas la posibilidad de vestir igual que sus ídolos.
“Dame la camisa de Milito”, se oye decir a un joven que ingresa al local de Giorgio Redaelli, una franquicia de la firma italiana con dos décadas de presencia en la Argentina y una de las casas que se dedica a este rubro. Enseguida, el vendedor lo conduce hasta un maniquí vestido tal cual viste el delantero racinguista cuando representa a la Academia fuera del campo de juego.
“Adiós al jogging”, parece ser la consigna actual. Se trata de algo copiado de los equipos italianos, que fueron precursores en esto de vestir de traje en viajes al exterior o por el propio país. En la Argentina, si bien esta moda se adoptó hace unos años, se trataba de casos aislados o de contratos puntuales con una casa de confección. Boca Juniors, por ejemplo, fue vestido en la Copa Libertadores 2015 por Mancini, pero sólo para esa oportunidad, recuerda Pablo Rohde, ex gerente de Marketing del club xeneize.
“En su momento buscamos a Etiqueta Negra o a Liguria, pero finalmente no terminamos acordando. Se trata de compras muy costosas, que sólo resultan convenientes si se hace de un modo estratégico y se incluyen desfiles y demás eventos que permitan otro negocio. Pero muchas veces otras urgencias dejan de lado ese aspecto”, comenta Rodhe.
Racing, Vélez Sarsfield y River Plate, en cambio, encontraron una ecuación ventajosa para ellos y para la casa que provee la vestimenta. Emilio Abal, director creativo y financiero de Giorgio Redaelli, explica que lo que ellos hacen es “pegarse” al club mediante una alianza estratégica. “Somos un sponsor de segunda línea, vestimos a los planteles y los asesoramos. Por su parte nos dan publicidad por distintos medios”, dice.
Además, Redaelli hace un contrato de licencia por dos años para poder usar el escudo del club en la vestimenta que se venderá a los hinchas en los distintos locales. Más allá de la ropa estándar, también lanzan modelos especiales en homenaje a un determinado jugador.
Esto es costumbre en Europa, donde los principales equipos son vestidos por las marcas y éstas usan a los jugadores como modelos. “Nosotros también lo hicimos como una forma de aumentar nuestras ventas. La verdad es que nos dio resultado. Vendemos mucho en Locademia y Vélez Store [con River aún falta la firma de la licencia]”, detalla Abal.
¿Cómo es la vestimenta? Se trata de hacer algo muy personalizado. Los sacos son combinados con forrería del color de la camiseta del club, los botones también van a tono con los colores del equipo. Además hacen los zapatos especiales, en los que se juega con los tonos correspondientes. “Una entrega consta de 49 conjuntos; cuando se incluyen los dirigentes se llega a 60”, precisa Abal.
En el caso de River se definió todo en 20 días, antes de que el conjunto millonario viajara a Japón a jugar la Copa Intercontinental contra el Barcelona. En ese plazo, en plena comunicación con Marcelo Gallardo, técnico del equipo de Núñez, se tomaron las medidas, se confeccionaron las prendas y se hizo la entrega. Redaelli también vistió al club de voley Bolívar y a la selección argentina de básquet que jugó el Mundial de España en 2014.
Al principio, los jugadores no tenían ganas de usar el traje ni se preocupaban por vestirse así. Pero hoy todos están a la moda y son ellos mismos los que piden este tipo de vestimenta. “Hay que tener en cuenta, en definitiva, que en estas salidas al exterior están representando al país”, destaca Abal.
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