Roberto Carlos: “Quiero estar siempre cantando”

Roberto Carlos: “Quiero estar siempre cantando”

Por Gaspar Zimerman
Qué nervios. La condición de Roberto Carlos para dar entrevistas y presenciar su mini concierto es que nadie esté vestido de negro, marrón o púrpura. Pero, ¿cómo es exactamente el púrpura? ¿Estas zapatillas son púrpura? Uno diría que azules, pero algo de lila tienen… ¿qué opinará Roberto? Entre los periodistas y los empleados de la discográfica presentes en el evento abunda el blanco: es, dicen, uno de los colores preferidos del Rey. Los motivos de la veda cromática son un misterio. “De eso no se habla: parece que tiene que ver con alguna desgracia que le pasó en su vida”, comenta alguien. Tampoco se sabe cuál es la reacción que tendrá el cantante ante la visión de un tono fuera de lugar. ¿Se pondrá como Drácula frente a un crucifijo?
Roberto Carlos aparenta tomarse el asunto con mayor liviandad que su entorno. Se ríe y explica: “Tengo un TOC, Trastorno Obsesivo Compulsivo, y todos saben que por lo general estoy siempre de azul o de blanco. Me gustan otros colores también, pero no uso marrón, negro ni lila. Y a veces piensan que me molesta que otros los usen. Pero eso no es así. Yo no los uso. Es verdad que cuando vienen a mi estudio, digo: ‘la primera vez que vengan, no vengan de marrón, negro ni de púrpura’. Pero después, están liberados”.
Roberto Carlos
¿Lo afectó el TOC en su carrera?
Creo que no. Pero es muy incómodo el TOC. Me molesta mucho. Es increíble: yo hago terapia y he mejorado un poco o bastante, tal vez, pero todavía me molesta mucho. Tener TOC es terrible. Sólo quien lo padece sabe lo que es.
¿Qué otros comportamientos le implica, además de esta obsesión por los colores?
Caminos, por ejemplo. Siempre me gusta salir por la misma puerta por la que entro, y cosas así. Y es difícil: a veces no me acuerdo de cuál es la puerta por la que entré (ríe). ‘
¿Tiene que ver con supersticiones?
Antiguamente yo pensaba que era superstición. Porque la definición de TOC es algo relativamente nuevo. Y un día mi hijo me mandó un artículo de un diario hablando de TOC, Trastorno Obsesivo Compulsivo, OCD en inglés. Y me di cuenta de que yo no era tan supersticioso como pensaba que era, sino que tenía TOC. Pero esto no cambió nada: sigo con el TOC.
¿Hay alguna canción que haya dejado de cantar por el TOC?
Sí. Algunas ya las estoy cantando de nuevo. Otras, todavía no. Pero no me pregunte cuáles.
Esto explica por qué, antes de sentarse frente a nosotros, dio una vuelta alrededor de las sillas. Cuentan que tampoco pasa debajo de escaleras, que nunca dice “maldad”, “mentira”, “azar”, “desgraciado”, que no firma contratos durante la luna menguante, que le gustan los números pares, que no empieza sus trabajos en agosto, que deja la última porción de comida en el plato. También atravesó una fase mística, que lo llevó a felicitar públicamente al presidente José Samey por prohibir el estreno brasileño de la película Yo te saludo, María, de Jean-Luc Godard. Esta etapa ultrarreligiosa se terminó en 1999, cuando su tercera mujer, María Rita Simoes, murió de cáncer a los 38 años.
Veinte años antes, recién separado de su primera esposa, Nice, Roberto Carlos se mudó de San Pablo a Río de Janeiro, y se instaló en el Copacabana Palace, uno de los hoteles más tradicionales de la ciudad, el mismo donde ahora estamos conversando. “Viví aquí por un año y seis meses, a fines del 78 y todo el 79. Fue un buen año. Estaba haciendo temporada en el Canecao y me quedé bastante tiempo. Me gusta San Pablo, pero tenía muchas ganas de vivir en Río nuevamente porque amo el mar y tengo un barco. Entonces vine y me hospedé acá.
CLARIN