07 Apr La alegría tiene cara escandinava: el país más feliz es Dinamarca
Dinamarca volvió a alcanzar el primer puesto como el país más feliz del mundo, según afirmó el estudio World Happiness presentado ayer en Roma.
La cuarta edición de este informe, realizado por la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (SDSN) y la Universidad de Columbia, clasifica a 156 países de acuerdo con la felicidad de sus ciudadanos y su sensación subjetiva de bienestar.
Entre los países de América latina la lista la encabezan Costa Rica (14°) y Puerto Rico (15°), seguidos por Brasil (17°), México (21°), Chile (24°), Panamá (25°), la Argentina (26°), Uruguay (29°), Colombia (31°), Guatemala (39°), Venezuela (44°), El Salvador (46°) y Nicaragua (48°).
Los top ten son, además de Dinamarca, Suiza, Islandia, Noruega, Finlandia, Canadá, Holanda, Nueva Zelanda, Australia y Suecia. Estados Unidos, el país más rico del mundo, figura en el puesto 13°.
La desolada Siria, arrasada por un conflicto civil que ya dura cinco años; Afganistán, sumido en una lucha sin fin con los talibanes, y Burundi, Togo y Benin ocupan los últimos cinco puestos. De las últimas 30 plazas, sólo cinco países no son africanos.
En los últimos años, la “felicidad” de la población comenzó a ser una cuestión de interés político para los gobiernos. En Bután, Ecuador, Escocia, los Emiratos Árabes Unidos y Venezuela se crearon ministerios en el gobierno para ocuparse de la felicidad de sus ciudadanos.
Jeffrey Sachs, de la Universidad de Columbia y uno de los autores del informe, señaló que la felicidad y el bienestar deberían estar entre los objetivos de todos los países.
“El bienestar humano debería alimentarse a través de una estrategia holística que combine objetivos económicos, sociales y medioambientales”, indicó en un comunicado antes de la presentación oficial del informe en Roma.
Un país especial
Dinamarca, con 5,6 millones de habitantes, ha liderado la lista dos veces desde que el organismo internacional empezó a medir la felicidad en todo el mundo, en 2012. El estudio valora factores como la salud de la gente y su acceso a atención sanitaria, las relaciones familiares, la seguridad laboral y factores sociales, como la libertad política y el grado de corrupción en el gobierno.
La igualitaria Dinamarca, donde las mujeres ocupan el 43% de los cargos de responsabilidad en el sector público, es conocida por su amplio y generoso sistema de bienestar, que cubre a los ciudadanos durante toda su vida.
Pocos se quejan de los altos impuestos, ya que a cambio reciben un sistema sanitario donde todo el mundo tiene acceso gratuito a medicina general y hospitales. Los impuestos también pagan escuelas y universidades, y los estudiantes reciben subvenciones mensuales durante un máximo de siete años.
Muchos están tranquilos porque si pierden su empleo o se enferman, el Estado los mantendrá.
Christian Bjoernskov, profesor de economía en la Universidad de Aarhus, cree que las sensaciones de confianza en sí mismos y determinación tienen mucho que ver con el buen resultado de su país.
“Los daneses confían unos en otros… Cuando nos alzamos juntos, podemos triunfar -señaló-. Y también tienen una fuerte creencia en que pueden decidir sobre sus propias vidas.”
LA NACION