22 Apr Amenazado, Ruiz se fue de Colón
Por Erico Vega
Pese a la brevedad de su estadía en Colón, pasó de todo con Alan Ruíz. Brilló con su fina técnica, se consolidó como uno de los goleadores del equipo, se revalorizó (al punto que Colón hizo uso de la opción de dos millones de dólares que le puso San Lorenzo y lo vendió por cinco millones al Sporting de Lisboa), pero quedó en el ojo de la tormenta cuando se conocieron algunos caprichos extraños: pidió que le hagan contrato a su hermano Federico, amenazó con dejar la institución si no lo llevaban con él al plantel, se peleó por Federico con algunos hinchas en el clásico pasado ante Unión y, últimamente,fue agredido por un barra cuando tuvo que salir a defenderlo…
Este último episodio colmó el vaso y la paciencia de Ruiz, quien ayer a la madrugada abandonó Santa Fe, a la tarde no se presentó en la práctica y, luego, confirmó que no seguirá en Colón. “No vuelvo más”, dijo en Radio La Red. Y continuó: “Nunca había vivido algo así y no podía seguir jugando ahí. Esto me perjudicó a mí y también a mis compañeros. Hablé con Fatura (por el arquero Jorge Broun) en las últimas horas y me dijo que no estaban tranquilos”. De Santa Fe viajó directamente a La Plata. “La barra fue a apretarnos para que ganemos el clásico. La seguridad del club falló. Cuando entraron, preguntaron por Pablo (Ledesma). Al que me pegó no lo conozco, pero ya está identificado.
Me pegó de atrás”, dijo Ruiz. El ex San Lorenzo confió que ya había tenido un encuentro con los barras. “Ya habían venido a pedirnos plata, pero les dijimos que nos les íbamos a dar y que eso lo manejaban los dirigentes”, tiró Ruiz.
El miércoles, los barras fueron a presionar a los jugadores de cara al partido con Unión y uno de ellos agredió a Ruiz, hecho que dejó como saldo diez detenidos, quienes fueron liberados ayer a la mañana. El hecho se convirtió en un escándalo porque Ruiz cargó las valijas en la madrugada de ayer y se fue -junto a su hermano, obvio- a La Plata.
En este marco de violencia, hubo un audio que comenzó a circular en las redes sociales de un supuesto barra que participó de los sucesos acontecidos en el predio del Sindicato Argentino de Televisión (SAT). “Les dijimos que le den la cinta de capitán a Poblete y les dejamos en claro que teníamos que ganar: el único resultado que queda es ganar como sea porque sino después van a tener consecuencias”, decía el barra…
El escándalo se da en un contexto delicado en Colón. La semana pasada el presidente Marcelo Ferraro, pidió licencia médica (¿volverá?) y asumió en su lugar Enrique Ariotti. El lunes, en la sede, aparecieron pintadas intimidantes: “Clásico o balas”. A esto se le agrega que en Colón debutará un técnico interino, Ricardo Johansen, que plantea ideas opuestas a las de Darío Franco, quien renunció el domingo pasado presionado por los dirigentes y por la irregularidad emocional y futbolística del equipo.
En este escenario, se desarrollará el clásico de Santa Fe. En Unión se frotan las manos por la situación en la que llega su eterno rival: Madelón hasta se dio el lujo de confirmar a su equipo. Por otro lado, el operativo involucrará a 800 efectivos de la Policía de Santa Fe: 600 estarán en el estadio y en sus inmediaciones y 200 más en distintos puntos de la ciudad potencialmente conflictivos por el desplazamiento de las hinchadas. El operativo comenzará a las 8 y al mediodía se abrirá el estadio.
CLARIN