Viajar en “modo esponja”: los destinos que eligen los innovadores

Viajar en “modo esponja”: los destinos que eligen los innovadores

Por Sebastian Campanario
Una semana tirado en una reposera, tomando sol, nadando en el mar, sin hacer nada. O en el otro extremo, siete días de internación en una universidad de prestigio, con un programa full time de liderazgo o gestión. En el medio hay una alternativa que combina placer con obtención de nuevas habilidades para la carrera laboral, y que gana espacio entre ejecutivos, creativos y emprendedores: un “turismo inspirador” que tiene su propio calendario de destinos no convencionales, que sirve para hacer networking, espiar por una ventana al futuro y toparse con experiencias e información que no se esperaba encontrar.
“Es viajar «en modo esponja», ir en busca de un maridaje entre lo desconocido y lo validado, que es la zona donde están ocurriendo las grandes cosas”, explica Diego Luque, de Camping, una agencia de innovación, quien esta semana estuvo con todas las antenas prendidas en el SXSW, un festival de la costa oeste de los Estados Unidos que combina innovación, cine y música. Hay varios ejecutivos argentinos en esta meca de creatividad y futuro. Wunderman, la agencia de publicidad digital, mandó dos representantes: Ernest Riba y María Quinzi. “La mayoría de lo que aprendimos en las universidades ha perdido vigencia y la explosión del acceso a la información hace que convivamos en un ambiente de ansiedad por no quedar atrás. La visita al festival significa una inmersión intensiva en esa información, hasta el punto que casi calma la ansiedad”, cuentan a LA NACION.
También viajó por primera vez a este festival el creativo Santiago Olivera, que trabaja en la agencia TBWA. Para Olivera, “la fuente de inspiración más importante es viajar. Para mí, viajar es más que conocer. Vine a SXSW por esa razón: porque estoy en contacto con miles de personas que están en Austin con el mismo propósito: saciar su curiosidad e inspirarse con todo lo que está sucediendo ahora mismo en todo el mundo”.
Cerca del SXSW, también en la costa oeste de los Estados Unidos, la semana pasada estuvieron varios hombres de negocios argentinos cursando el programa ejecutivo de Singularity, la universidad icónica en la agenda del futuro, que tiene financiamiento de la NASA. Pablo Lafosse, CEO de Almundo.com, optó por este programa “porque hoy Silicon Valley, además de ser la meca de la innovación, es un lugar en el que se rompen los esquemas mentales a los que estamos acostumbrados”.
En el mapa de destinos “calientes” para la agenda de la creatividad y la innovación hay opciones menos conocidas. “Hay un secreto muy bien guardado en el ambiente creativo”, cuenta Diego Kerner, director de TheBrandGym Latinoamérica, “que es el de los cursos del Creative Problem Solving Institute (CPSI) de Buffalo. Allí se inscriben para aprender técnicas de creatividad educadores, escritores, profesionales de la salud y muy poca gente del ámbito corporativo”, agrega.
Para este foro ya tiene su inscripción reservada Carolina Dennin, directora de la agencia de innovación FogDog. “Este tipo de encuentros son como inyecciones de energía en la profesión. Cada tanto trato de hacer talleres presenciales porque creo que la innovación se aprende haciendo, poniendo el cuerpo. Es como la escritura, podés conocer algunas técnicas, pero para mejorar tenés que ir a talleres y escribir mucho”, cuenta Dennin.
El CPSI, explica Kerner, “fue creado por Alex Osborne (la «O» de BBDO), y allí se generaron técnicas muy importantes para la creatividad y la facilitación, como el «brainstorming». Es un espacio con una energía muy particular y allí podés encontrarte con escritores famosos, monjes zen, psicólogos o premios Nobel”.
En los últimos meses, el costo y las alternativas de viajar a Japón tuvieron mucha presencia mediática por la final entre River y Barcelona. Pasado este partido, sin embargo, el flujo de turistas argentinos hacia ese país tiene otra motivación: se trata de un lugar pionero y único para la agenda de la innovación.
“Para los que tenemos la posibilidad de viajar me parece de lo más cercano a tener una experiencia fuera de lo común (en un país desarrollado). Japón tiene un idioma que no se habla en otro lugar, se escribe con ideogramas que no entendemos y habla poco inglés (pero pese a todo esto uno se hace entender y todo fluye), tiene fama de ser caro (no lo es más que Londres o Nueva York), y culturalmente se mantiene bastante aislado del resto del mundo, por lo que lo que uno se puede encontrar allí es difícil de encontrar en otro lado”, cuenta Pablo Fernández, director de Innovación de chequeado.com, quien eligió este destino inspirador para viajar con su novia en el verano.

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“Aunque tiene sus grises, como cualquier sociedad -sigue Fernández-, nadie puede negar lo innovadora y metódica que es su cultura. Un ejemplo: si bien el Shinkansen, el tren bala que recorre el archipiélago japonés, desde hace 50 años es una obra de ingeniería increíble, de4sde los sesenta están probando trenes de levitación magnética que aún hoy siguen testeando. Es decir que son capaces de sostener un proyecto por más de medio siglo aun sin ver los resultados.”
En este último viaje, gracias a que Fernández venía leyendo mucho sobre inteligencia artificial y robótica, le prestó más atención a lo que sucede con estas tecnologías en Japón. “Así nos encontramos con Pepper, el amigable robot que da la bienvenida en la sucursal subterránea del Softbank en la estación de Tokio, y los robots que hacen sus demostraciones en el Miraikan (Museo de Ciencias Emergentes e Innovación que se ubica frente a la capital).”
Japón también fue la opción elegida para viajar y captar nuevas ideas en la primera semana de marzo por un equipo de la agencia Palo, que dirige Pablo Lorenzo (el fundador de The Tea Connection y GreenEat). “Viajamos con nuestro chef ejecutivo Takehiro Ohno, que es japonés, a visitar varias ferias”, cuenta Lorenzo, “Este destino es parte de la agenda del Grupo Ultranfocado Sobre Tendencias Organolépticas (Gusto) que seguimos en nuestro equipo. Elegimos Japón porque admiramos mucho la mirada japonesa en procesos y aplicación de tecnología, porque el país está a la vanguardia en funcionalidad y alimentos naturales, y porque sus historias, tradiciones y valores culturales son permanente fuente de inspiración.”
Los viajes en “modo esponja” presentan una paradoja, según todas las fuentes consultadas para esta nota: por un lado sirven para recargar baterías, pero por el otro presentan agendas agotadoras.
LA NACION