12 Mar Versión extrema con sello argentino
Si hay un salón del automóvil en el que siempre se lo ve al constructor argentino Horacio Pagani, ese es el de Ginebra, en Suiza. Y para la edición 2016 preparó una “máquina” muy especial: el Pagani Huayra BC, que eleva la complejidad técnica de un modelo que ya era extraordinario y que es una manera de homenajear a un viejo amigo. Se trata, además, del primer Pagani que cuenta con el apoyo oficial de YPF, convenio que se firmó en 2015 y que durará tres años.
Las siglas BC corresponden a Bonny Caiola, un empresario y gran coleccionista de autos, fallecido en 2010. De hecho fue el primer cliente Pagani de la historia, por eso el valor que le da el creador de la marca honrándolo con esta serie limitada de 20 unidades.
La compra de unidades Pagani por parte de Benny Caiola fueron clave en los inicios de la empresa.
El BC toma como base el Huayra “convencional” (si es que un auto así puede ser llamado de este modo), pero en él se aplican dasarrollos y materiales específicos para mejorarlo. Si bien mantiene el motor V12 biturbo de 6.0 litros, construido especialmente por Mercedes-AMG, en este caso la empresa asegura que supera los 760 caballos (no da mayores precisiones al respecto), contra los 730 CV de la versión estándar. Pagani declara un torque superior a los 1.000 Nm… Brutal.
El conjunto motriz se completa con una caja de cambios manual robotizada, que permite realizar los pasos de marcha en forma secuencial. Para esta ocasión se han desarrollados nuevos actuadores hidráulicos y se ha utilizado fibra de carbono para construir alguna de sus piezas (los sincronizadores, por ejemplo). El resultado es una respuesta mas veloz ante una solicitud de cambio de marcha. Según algunos medios europeos, la caja del BC es capaz de cambiar de una velocidad a otra en apenas 75 milisegundos (ms) contra 150 ms del Huayra. Una diferencia imperceptible para casi cualquier mortal, pero que ejemplifica la complejidad técnica de esta edición.
El chasis está construido en “carbo-titanio” y para los brazos de suspensión se utilizó un aluminio que se aplica en aviación que es más liviano que el convencional. Los frenos fueron diseñados especialmente por el fabricante Brembo para reducir peso. En este sentido, el conjunto de la salidad del escape, compuesto por los ya tradicionales cuatro tubos de la marca, se redujo en más de cuatro kilos respecto del Huayra Coupe. El resultado final es un peso total de 1.218 kilogramos, 132 kilos menos que la versión de serie.
Aunque no se comunique oficialmente, es muy probable que las 20 unidades pensadas para esta edición especial ya estén todas vendidas aunque cada una cueste 2.5 millones de dólares, sin contemplar los impuestos. Es que lo que hace el argentino Horacio Pagani, desde su atelier en San Cesario sul Panaro, en Modena, Italia, para muchos no tiene precio.
CLARIN