02 Mar Hillary y Trump se consolidan para pelear por la Casa Blanca
Por Paula Lugones
El magnate republicano Donald Trump y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton arrasaron anoche en el “Supermartes”, el día más importante en las internas para elegir a los candidatos a la Casa Blanca, y ambos se consolidan para competir el 8 de noviembre para suceder a Barack Obama.
En el “Supermartes” de una campaña que está al rojo vivo, los estadounidenses votaron en un solo día en una docena de estados que reparten centenares de delegados a las convenciones partidarias de julio, cuando se bendice finalmente al candidato. Al cierre de esta edición, Trump ganaba la interna republicana en Georgia, Alabama, Massachussetts. Virginia y Tennessee. Por su parte, Hillary vencía entre los demócratas en Georgia, Virginia, Alabama, Arkansas (donde su marido Bill, fue gobernador antes de saltar a la presidencia) y Tennessee. Mientras, su rival intenro, el senador socialdemócrata Bernie Sanders, ganaba en Vermont, el estado por donde es legislador.
Todavía estaba por definirse varios estados importantes como Oklahoma, Arkansas y Colorado. Pero la tendencia parecía definitiva sobre los rostros de la futura campaña presidencial. Era muy esperado el resultado en Texas, un distrito crucial porque reparte 155 delegados. En la carrera republicana marchaba primero el ultraconservador Ted Cruz, que es senador por ese estado, y que aspiraba a que su campaña tomara cierto impulso para competirle al magnate.
El senador Marco Rubio, que el establishment del partido eligió como el único candidato que puede derrotar a Trump, luego de que Jeb Bush abandonó la campaña, no lograba imponerse en ningún estado. Buscaba al menos quedar posicionado como “mejor segundo” en varios de ellos para la próxima cita electoral, el 15 de marzo, cuando se vota en Florida, de donde es senador y en Ohio, dos estados clave.
Desesperados por alcanzar a Trump, Rubio y Cruz empezaron una furiosa campaña con las mismas armas que usa el magnate. Insultos, golpes bajos y discursos que hablan de transpiración, bronceados y calzoncillos sucios: la contienda se ha transformado en un pelea de bajo nivel. Trump trata a sus rivales de idiotas, tontos y ellos le responden que es un estafador y que luce el “peor bronceado de Estados Unidos”. El propio John Mc Cain, que fue el candidato que compitió con Barack Obama en 2008, se alarmó del nivel “perturbador” al que había caído la campaña de su partido.
Pero, a pesar de todo, Trump sigue encantando a miles y miles de republicanos que lo ven como un antisistema que dice la verdad y va a recuperar el poder de EE.UU. Y muchos están a favor de las propuestas más polémicas del magnate. Por ejemplo, la mayoría de los votantes republicanos ayer dijeron que apoyan que se prohíba temporalmente la entrada de todos los extranjeros musulmanes al país, una propuesta de Trump que cosechó repudio en el mundo entero. Según una encuesta a boca de urna de AP, dos tercios de los votantes en Texas, Virginia y Georgia, 7 de cada 10 en Tennessee y 8 de cada 10 en Alabama estaban a favor de esa iniciativa.
Karlyn Bowman, del American Enterprise Institute de Washington, dijo a Clarín que “a Trump le ha ido muy bien ayer, será difícil frenarlo”. Sin embargo, agregó que “hay que esperar aún hasta el 15 de marzo porque allí hay varios estados que aportan muchos delegados. El que gana, se lleva todos los electores y eso es importante”.
Como vaticinaban las encuestas, la ex secretaria de Estado tuvo una gran elección entre los estados sureños, donde hay alta proporción de afroestadounidenses y latinos, que históricamente han votado por los Clinton.
Hillary ya parecía ayer mirar hacia el futuro y comenzó a concentrarse en una eventual disputa con Trump. Dijo a los periodistas que estaba “preparada para competir” con el empresario si lograba la nominación demócrata. Según un sondeo de CNN publicado ayer, tanto ella como Sanders ganaría un eventual duelo con Trump, con un margen más holgado incluso para el senador por Vermont (55% contra 43) que para Hillary (52% frente a 44). (Ver en esta página).
Con voz afónica por la ajetrada campaña, Sanders festejó anoche su triunfo en Vermont, por donde es senador. “Vamos a ganar en todo el país, pero es muy importante que la gente que más me conoce haya votado por mí tan abrumadoramente”, dijo ante una multitud exultante. “Juntos vamos a lograr que la economía funcione para todos, no solo para los de arriba”, dijo, y repitió así el eje central de su campaña.
CLARIN