10 Mar Búsqueda y selección de niñeras
Por Paula Ancery
Muchos emprendimientos llevados a cabo por mujeres tienen su origen en la planificación de la maternidad. Las chicas calculan que, cuando tengan un bebé, un empleo estándar no les permitiría pasar con él la cantidad de tiempo que desean, y por eso buscan el negocio independiente. Lo distintivo en el caso de Geraldine Czarny es que, por este camino, llegó a crear una empresa … que ayuda a otras mamás que trabajan a conseguir niñeras.
Graduada en Psicología por la Universidad de Buenos Aires, ya mientras estudiaba Czarny se dio cuenta de que le interesaba trabajar en el área de Recursos Humanos, lo cual estaba haciendo en relación de dependencia a la edad en que algunas de sus amigas empezaron a convertirse en mamás.
Sabiendo a qué se dedicaba, estas madres debutantes le pidieron que las ayudara a conseguir niñeras. “Entrevistaba a las candidatas y les hacía los tests psicotécnicos los sábados a la tarde, en las casas de mis amigas”, cuenta la emprendedora. Esos fueron los inicios, hacia 2008, de lo que luego se convertiría en Arrorró mi Corazón. “Lo hacíamos para quedarnos más tranquilas en cuanto a que la persona seleccionada fuera apta; pero yo todavía no pensaba en poner una consultora”.
Hasta que fue ella la que tuvo un hijo. Aún trabajaba en relación de dependencia; y durante su licencia por maternidad siguió haciendo selección de niñeras. Cuando llegó el momento de reincorporarse plenamente a su otro trabajo, decidió dejarlo para “darle con todo” a Arrorró mi Corazón.
Al principio, recuerda, el negocio era seleccionar sólo las niñeras que llama “profesionales”: estudiantes de Educación o de Psicología, maestras jardineras o de educación inicial o especial, que conocieran las diferentes etapas evolutivas de los chicos y los cuidados que requieren en cada una de ellas. “Armé la página con la ayuda de mi marido, que es profesional en Sistemas; y otros colegas psicólogos me fueron ayudando con ideas para hacer las búsquedas y selecciones”, narra Czarny.
En una primera etapa, convocaban tanto a los clientes como a las postulantes publicando avisos, ya fueran genéricos o puntuales (por zonas geográficas, carga horaria, tareas o características del bebé, por caso). Luego vio que lo que mejor le funcionaba eran los clientes referidos (una mamá satisfecha que le recomienda el servicio a otra) y las postulaciones espontáneas (una trabajadora también satisfecha que le recomienda a una colega esta manera de conseguir empleo), con las cuales fue armando una base de datos que ya consta de 5.000 candidatas evaluadas, lo que incluye tanto el psicotécnico y la entrevista como la verificación de las referencias.
Mecanismo “Nuestro honorario es el valor equivalente a un sueldo mensual, del cual se abona la mitad cuando se encarga la búsqueda; y el resto, cuando la familia encuentra a la persona que le conviene entre las candidatas que le mandamos.” El pago es un acuerdo al que se llega con la familia, tomando como referencia los valores de mercado. Hasta 5 horas diarias, todos los días, se paga de $50 a $60 por hora; para jornada completa, de lunes a viernes, el sueldo es de $6.000 a $6.500.
Hecho el pago, se inicia la búsqueda y se le envían a la familia las candidatas que dan con el perfil, para que las evalúe. “Les damos un período de tres meses para que realmente conozcan a la persona en acción y, si no les convence la que eligieron, puedan intentar con otras trabajadoras sin pagar más”, señala Czarny. “En ese lapso seguimos en contacto tanto con las familias como con las profesionales”.
Y destaca: “No somos una agencia de empleo, sino una consultora de búsqueda y selección. Buscamos que ambas partes se sientan cómodas y cerciorarnos de que el vínculo dure lo más posible, que la trabajadora no se vaya en seguida por una oferta mejor o por desinteligencias entre las partes”.
CLARIN