12 Feb Mitos del futuro. Más cerca de la realidad que de la ficción
Por María Elena Polack
No se imaginan habitando una galaxia hasta hoy inexplorada. No vislumbran que el hombre alcance su sueño más preciado: volar como Superman. No se atreven a anticipar cómo será su mundo, el literario, en 2045. Faltan 29 años para llegar casi a la mitad del siglo, lapso en el que la tecnología revolucionará la vida de manera impensada. Sin embargo, cinco escritores, entre extranjeros y argentinos, se ilusionan con mitos del futuro próximo bastante tangibles y muy cercanos a sus intereses personales. Cultivar drogas alucinógenas en la huerta propia, sospechar que los mecanismos pueden cuestionar la ansiedad de los humanos, temer que el cambio climático altere el mapa político mundial, pronosticar que el libro se convierta en un objeto que requiera un manual de instrucciones para su lectura o resignarse a que la Argentina oscile de manera crónica entre el populismo y el conservadurismo son las predicciones de los escritores Tao Lin (EE.UU., 1983), Gonçalo Tavares (Portugal, 1970), Andrés Burgos (Colombia, 1973) Vera Fogwill (Argentina, 1972) y Martín Kohan (1967).
Tao Lin y Gonçalo Tavares sí coinciden en que dentro de casi 30 años el lenguaje puede ser más confuso que hoy porque cada frase podrá tener un mayor número de interpretaciones. Referente de la literatura alternativa y autor de Taipéi, Lin pronostica que “todo será igual de real y todo será mucho más complejo”.
El poeta y dramaturgo portugués intuye que “el lenguaje perderá mecánica y motor y ganará humanismo”. “Sería interesante pensar que seguimos siendo humanos porque hay aún preguntas que se hacen las personas que no se pueden hacer los animales o las máquinas: ¿te gusta?, ¿era bonito?”, puntualiza.
Según la directora de cine, dramaturga y guionista argentina Vera Fogwill, para 2045 “todo tendrá que ser rápido y posiblemente quien lea lo haga mientras hace muchas otras cosas”. Por eso, se anima a predecir: “El gran tema es y será la complejidad de la atención. Quién sabe si haya interés por cosas así que, desde todo punto de vista, siempre fueron (escribir y leer) hábitos extraños. Meterse en otras realidades y mentes cuando uno no puede entender ni la propia, o conocer universos e historias cuando uno no puede procesar la que habita”.
Los cinco escritores esbozaron sus mitos ante centenares de seguidores que participaron de la 7a edición del Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (Filba), hace unos meses. Quizás el auditorio tuvo la misma impresión que Martín Kohan sobre lo que puede suceder dentro de 29 años. El autor sentenció: “Me puse lo más cerca posible del futuro, que es el presente”.
Cinco autores, cinco profecías
Andrés Burgos: la Argentina, convertida en Chile
“El antiguo Chile ha desaparecido bajo las aguas del océano Pacífico. Como consecuencia del calentamiento global, el nivel de ese océano aumentó hasta borrar la estrecha franja de tierra que alguna vez fue pródiga en poetas. La cordillera de Los Andes ahora funciona como una suerte de sistema de exclusas que mantienen a raya a las mareas y salvaguardan los linderos de la nueva república de Chile, anteriormente la Argentina”
Tao Lin: cultivo de drogas alucinógenas en la huerta propia
“En mi jardín/huerta va a haber varias hierbas y algunas frutas y verduras y una o dos plantas que contengan dimetilpriptamina (DMT), que es un neurotransmisor que se encuentra en los humanos, los animales y las plantas. Cuando se extrae y se fuma produce una experiencia fuera de serie que no puede explicarse en ningún lenguaje existente. Una experiencia que está mucho más allá de los esperado. «Es imposible imaginar una droga o una experiencia más extraña», dijo Terence MacKenna sobre la DMT en 1994. En 2045, se sabrá más sobre ella que lo que se sabe hoy en día, que es poco”
Gonçalo Tavares: el ascensor juzgará al hombre
“La síntesis del hombre que viene es la del hombre apurado dentro de un ascensor: la angustia de estar apurado y tener músculos y energía capaces de acelerar, pero estar dentro de un receptáculo que tiene una velocidad predeterminada y que no altera su velocidad. El receptáculo con motor donde nos colocaron nunca tiene la velocidad que necesitamos. Pero ya no somos nosotros los que hacemos juicios sobre el receptáculo, es el ascensor quien nos juzga. Es el mecanismo del ascensor el que le dice al Hombre Apurado Dentro de un Ascensor: «Estás demasiado apurado, cálmate»”
Martín Kohan: columpio de populismo y conservadores
“Carezco de mitos futuros en el rubro de la literatura. ¿Y el socialismo, por ejemplo, qué vendría a ser? ¿Mito o historia? ¿Mito o dialéctica? ¿Mito o utopía? ¿Mito o teleología científica? Eso, suponiendo que la historia, la dialéctica, la utopía, la teleología, la ciencia no sean ellas mismas cada una un mito. El socialismo, ¿mito de un futuro próximo? Digamos futuro y quedémonos conformes. Dejemos la proximidad para otro momento. Está visto que la Argentina no se baja del columpio crónico de populismo y giro conservador, populismo y giro conservador”
Vera Fogwill: tutoriales en YouTube para enseñar a leer
“La literatura deja el futuro de lado, uno lee en presente. Imagina «ahora» aquello que se narra y que sucedió en el pasado, en el presente o en el futuro escrito en un libro. Quizá la ausencia de palabras y de predicciones de mi parte augura un mundo de lectores ciegos y escritores mudos. Quizá los libros ya ni siquiera se hayan convertido en audiolibros y sean tutoriales de youtubers que te expliquen cómo leer un libro, para que la gente pueda entender su contenido sin mayor esfuerzo, en secciones de tres minutos yendo al trabajo en el subte, diseñados por una empresa de marketing como apps para los celulares anillos que tienen que salir”
LA NACION