21 Feb El automóvil cumplió 130 años: conocé la historia de su nacimiento
Por Martín Sacán
El 29 de enero pero de 1886 un señor llamado Carl Benz se acercó a la Oficina Imperial de Patentes de Berlín y registró su invento: un “vehículo motorizado impulsado por un motor a gas”. Ese triciclo construido sobre un carruaje que hoy parece tan frágil, no necesitaba de tracción a sangre para moverse, y es considerado ni más ni menos que el primer automóvil de la historia. Fue hace 130 años.
El número de patente que le entregaron por el “Motorwagen” (auto motorizado) fue el 37.435. El vehículo había sido terminado a fines de 1885, y el avance más significativo era su combinación con un motor de combustión interna de cuatro tiempos. Estaba ubicado atrás, tenía un cilindro, 954 cm3 y 0,75 CV de potencia a 400 rpm. La velocidad máxima ¡era de 16 km/h!
El revolucionario invento fue construido sobre un carruaje con cuadro de acero tubular, diseñado especialmente, y un asiento para dos o tres personas. Benz optó por una única rueda delantera para mejorar de esta forma el sistema de dirección. El combustible era ligroína (luego bencina), y se compraba en las farmacias.
Pero si Benz hubiera tardado un poco más, el apellido que hubiera pasado a la historia como el inventor del automóvil sería el de Gottlieb Daimler. Con 100 km de distancia entre ellos y sin conocerse, los dos genios industriales habían llegado a lo mismo: apenas meses después de registrado el Motorwagen de Benz, Daimler patentaba a fines de 1886 su vehículo motorizado, el primero con cuatro ruedas.
Este pionero trabajaba con otro, Wilhelm Maybach, en la fábrica de un tercero, Nikolaus Otto, célebre por su motor de cuatro tiempos que serviría de base al flamante invento. Pero los dos primeros se habían independizado para perfeccionar por las suyas el motor. En 1885 se lo colocaron a una bicicleta y se anotaron la primera moto de la historia, y en 1886 a una embarcación: la primera lancha a motor. Hasta dentro de 40 años, cuando se fusionen, Daimler y Benz serán rivales en la calle y en la pista.
Pero volvamos a la creación de Benz. Su debut en público fue en julio de 1886, en Mannheim, Alemania. Sin embargo, carecía de mercado. Fue su esposa, Berta, la que ayudó a popularizarlo al realizar junto a sus hijos Eugen y Richard el primer viaje de larga distancia en un vehículo autopropulsado. ¡Por caminos por los que hasta entonces iban carros tirados por caballos!
Con el que era el tercer prototipo (tenía motor más potente y dos marchas) viajó desde Mannheim hasta Pforzheim, donde vivía su madre, en 104 km de la más pura aventura. Según La gran historia de Mercedes-Benz, en las subidas se tenían que bajar a empujar, en las bajadas los frenos colapsaban, los caños de lubricación los tenía que limpiar con una aguja de sombrero y para reparar las correas rotas, ¡tenía que ir al zapatero!
¿El primero?
Si bien se considera que el automóvil lo inventó Benz en Alemania, la discusión técnica está lejos de ser saldada. Lo cierto es que la idea de un vehículo autopropulsado se remonta en el tiempo, y por ejemplo Leonardo da Vinci en su Códice Atlántico ya plantea un artefacto que se mueva sin depender del viento o los animales. Él no pudo, pero mucho tiempo después se logró construirlo (foto abajo) y demostrar que su idea, basada en una especie de mecanismo de relojería, funcionaba.
En 1769 el francés Nicolas Cugnot ya tenía en marcha su criatura movida a vapor (llevaba una caldera), que protagonizó el primer accidente sobre ruedas del que se tenga memoria. Para los chinos, Ferdinand Verbiest lo adelantó y ya tenía el suyo cerca del 1672, mientras que en Rusia citan a Leonty Shamshurenkov y su invento de 1752 como el primer vehículo autopropulsado.
Pero hay más: los suizos sostienen que la medalla tiene que ser para Isaac de Rivaz (1807), y los belgas que corresponde a Jean Joseph Etienne Lenoir (1860). Por su parte, los franceses proponen a Edouard Delamare-Deboutteville (1884), y los italianos a Enrico Bernardi (1884). Lo que es seguro es que, por un motivo o por otro, ninguno de esos inventos terminó de prosperar.
Diferente fue la historia de Daimler y Benz, cuyas empresas avanzaron por separado hasta que unieron fuerzas en junio de 1926. Como los modelos de Daimler se llamaban Mercedes, al juntarse nació Mercedes-Benz. ¿Por qué los Daimler se llamaban Mercedes? Por el capricho de un gran cliente que financió muchos desarrollos con la condición de que recibieran el nombre de su hija, lo que ocurrió a partir de 1900. Pero esa, es otra historia.
CLARIN