“Manipular cuerpos es manipular mentes”

“Manipular cuerpos es manipular mentes”

Por Malva Marani
Una de las cosas que la danza le legó a Dinah Schonhaut fue la imperiosa necesidad de sentir su cuerpo en movimiento. Pero también la vida le hizo un regalo, cuando dio a luz a Mora y los días cambiaron para siempre. En medio de un remolino de emociones desconocidas, debió aprender a amamantar, cargar a su bebé y redescubrir su nuevo cuerpo, todas realidades nuevas cuyos ensayos implican errores, miedos y también dolores. Del cruce de su pasión por el movimiento y la nueva vivencia, a esta bailarina de 37 años se le ocurrió crear una rutina de trabajo corporal que estos días decidió convertir en un taller abierto para aquellas que desean aplicarla en su propia experiencia y sobre el que pueden informarse escribiendo a conhache@dinah.com.ar.
dinah_schonhaut_gentileza_guido_piotrkowski
–¿Qué complejidades aparecen al momento de amamantar por primera vez?
–En principio, se trata de algo nuevo. Además, como en cualquier situación nueva, hay movimientos que se ponen en acción sin necesidad. Es como cuando se empieza a caminar o a andar en bici: hay movimientos que uno hace de más porque todavía no aprendió a realizar esa acción y que, al repetirse, generan cansancio. Y a eso se suma un estado emocional y hormonal particular del puerperio, donde se atraviesa un período de una gran sensibilidad.
–¿Cómo fue tu propia experiencia con estos ejercicios?
–Al estrés que implica el cambio de tener un bebé en casa y a la falta de sueño que la mamá tiene los primeros meses, se suma la nueva situación de amamantar, cargar al bebé y eso trae contracturas sobre todo en la parte cervical, dorsal y lumbar. Y si bien desarrollé una rutina que me ayudó a aliviar esa situación, en los momentos en los que estaba con mi bebé trataba de ser más consciente, para no tensionarme de más y evitar movimientos innecesarios. Parte del trabajo que propongo en el taller, justamente, tiene que ver con eso.
–Cuando se habla de “contener” a una mamá primeriza generalmente no se piensa en el cuerpo. ¿Por qué es importante?
–Trabajo con una línea que no considera que el cuerpo, la emoción, la mente y la cultura estén separados. Cualquier situación que una persona atraviesa está inscripta en su cuerpo. El estereotipo de mamá feliz sólo por ser mamá es muy fuerte y, a causa de eso, muchas mujeres no expresan sus angustias del posparto; ser mamá, en un principio, es muy angustiante. Entrar entonces en contacto con el cuerpo puede ser una vía para comprenderse y aliviar parte de eso.
–Socialmente, ¿por qué no le damos demasiado lugar al cuerpo?
–Claramente vivimos en una sociedad donde estamos escindidos de varias maneras; una de esas escisiones es entre la mente y el cuerpo. La sociedad capitalista promueve el cuerpo escindido porque precisa de él para el trabajo y, en ese sentido, es muy importante y saludable rescatar al cuerpo de esa escisión, porque es lo único que realmente nos pertenece materialmente. No es casual que esté dejado de lado o manipulado; al fin y al cabo, manipular cuerpos es manipular mentes. Y por eso, aprender a tomar decisiones sobre nuestro propio cuerpo es también un camino hacia la libertad.
TIEMPO ARGENTINO