24 Jan Bahamas, otro tradicional restaurante porteño que cierra sus puertas
Por Andrés Sanguinetti
La desaparición de históricos y tradicionales nombres de la gastronomía argentina suma una nueva víctima. La semana pasada se conoció la quiebra de Pippo, el mítico restaurante porteño ubicado en la calle Montevideo casi esquina Corrientes, que no será el último de esta larga lista generada por el paso del tiempo, el avance de la modernidad, la caída de la rentabilidad o un simple cambio de propietario y de rubro. Después de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, se sumó Bahamas, que cerró sus puertas en los primeros días del año para dar paso a un nuevo concepto gourmet que se instalará para reemplazar a esta histórica marca de la Costanera Norte. A cambio desembarcarán en este predio de 1000 metros cuadrados y 500 metros cubiertos ubicado frente a las costas del Río de la Plata, la cadena de heladerías Pérsicco y el restaurante cinco estrellas Azul Profundo, propiedad del empresario Gustavo Balabanian.
El cambio de marca forma parte de un proceso de renovación de la tradicional zona gastronómica que inició el gobierno porteño en marzo pasado con la renovación de las concesiones de varios terrenos en los que actualmente funcionan, además de Bahamas, los boliches Pacha y Tequila, y los restaurantes Pizza Banana, Gardiner, Aquellos Años, Rodizio y Siga la Vaca.
Estos predios tienen sus contratos vencidos desde 2009 y venían funcionando con permisos precarios dentro de una zona catalogada como Urbanización Parque (UP), lo cual obligaría a que sea un espacio verde y no un polo comercial. Sin embargo, en el gobierno que ahora encabeza Horacio Rodriguez Larreta explicaron que esos espacios seguirán funcionando cuando se presente un master plan para la Costanera Norte, que incluye más metros de espacio verde en el marco de un proyecto a 20 años para agregar unas 530 hectáreas al sector de la Costanera, desde el Club de Pescadores hacia el Norte.
Este proyecto había quedado en suspenso por una denuncia judicial, hasta que la Sala I en lo Contencioso Administrativo y Tributario hizo lugar al recurso de apelación interpuesto por la administración porteña para poder levantar este cepo. Así, el gobierno avanzó nuevamente en el proceso de concesión de los terrenos con cánones que se fijaron para los predios que van entre los $ 59.000 y $ 214.000 mensuales, según los pliegos.
En el caso de Bahamas, el nuevo dueño del predio será el mismo empresario que hoy toma decisiones en Pérsicco y el restó Azul Profundo, con varios locales en la Ciudad de Buenos Aires. Al respecto, empleados del restaurante explicaron a El Cronista que con el cambio de dueño llegó la renovación de marca y que las obras para cambiar todo su estilo y facha comenzarán en enero próximo durarán por lo menos cuatro meses durante los cuales el local permanecerá cerrado. “Seguimos hasta las fiestas porque ya teníamos todo vendido para esas fechas”, agregaron.
Bahamas había permanecido cerrado durante varios años hasta 2009, cuando se relanzó como Bahamas Restaurant & Bar, un nuevo espacio gastronómico con una estética muy cuidada y una extensa carta gourmet y una terraza de más de 50 m2 montada sobre un deck de madera.
EL CRONISTA