11 Dec Ginóbili vs. Scola, ese duelo que se extrañará en la NBA
Por Hernán Sartori
¿Y si fue el penúltimo duelo entre los dos jugadores más importantes de la historia del básquetbol argentino? ¿Y si sólo queda esperar al sábado 2 de abril de 2016 para presenciar la última función que en San Antonio-Toronto, en el estadio AT&TCenter, pueda confrontar a Emanuel Ginóbili con Luis Scola? ¿Y si el futuro no les depara volverse a enfrentar en la NBA? ¿Y si mejor se disfruta haber sido contemporáneos de Manu y Luifa, forjadores de la identidad de la Generación Dorada y embajadores de lujo del básquetbol argentino en Italia, España, Estados Unidos y cada país en el que jugaron para la Selección? Mejor eso. Mejor…
Compañeros de logros históricos para Argentina, amigos, líderes por ejemplo y acción en las canchas, Ginóbili y Scola dieron cátedra en su 19° enfrentamiento en las nueve temporadas que compartieron en la NBA en diferentes franquicias.
La victoria de Toronto sobre San Antonio por 97-94 desniveló la paridad histórica entre ellos y Luifa pasó a ganar por 10-9 los partidos entre ellos. Es que Scola ganó siete duelos con Houston y uno con Phoenix, Indiana y Toronto ante los Spurs de Manu, que lleva nueve triunfos ante su rival amigo.
La historia dice que cada vez que Scola y Ginóbili se enfrentaron, hubo chispas en el rectángulo. Y el miércoles no fue la excepción, porque mientras que el capitán de la Selección fue clave para los Raptors con 16 puntos (8-13 dobles) y 8 rebotes en 33 minutos, Manu fue el goleador de San Antonio con 17 tantos (4-5 dobles, 1-6 triples y 6-8 libres), 4 rebotes, 3 asistencias y 2 robos en 24 minutos.
Si se bucea en las estadísticas, se encuentra que en los 19 partidos jugados entre sí, Scola promedió 14,9 puntos (fue dos veces el goleador del encuentro y tres el de su equipo) y Ginóbili promedió 16,8: fue dos veces el goleador del partido y cuatro el de los Spurs.
Pudieron haber sido compañeros en la NBA, pero San Antonio le cedió los derechos de Scola a Houston en un canje y adiós ilusión. Suerte que hicieron grande a la Selección. ¿Podrá soñarse con un último capítulo en Río de Janeiro 2016? Soñar no cuesta nada…
CLARIN