31 Dec El mundo sufre un fin de año de fenómenos climáticos extremos
Agua, aire y fuego están marcando un fin de año apocalíptico en distintos rincones del planeta, afectado por el fenómeno de El Niño y donde cada vez son más evidentes las consecuencias del cambio climático, cuyo combate fue pactado por el mundo apenas semanas atrás en la Cumbre de París.
La muerte y la devastación se ensañan en ambos hemisferios, en forma de tornados, tormentas de nieve, inundaciones e incendios forestales fuera de control. Por lo menos 44 personas murieron el fin de semana en Estados Unidos cuando una serie de tornados seguidos de poderosas lluvias golpearon varios estados del sur del país. Durante la noche del sábado, el servicio meteorológico nacional había emitido cerca de 40 alertas de formación de esos fenómenos.
El más poderoso de ellos arrasó Garland, un suburbio de Dallas, después de alcanzar la clasificación F4 (en una escala de seis niveles, en la que F5 es el más potente), con vientos que alcanzaron los 320 kilómetros por hora.
Aunque los tornados son frecuentes en esas zonas, suelen producirse en primavera y son sumamente raros en diciembre, cuando el invierno ya está instalado en el Norte. Las temperaturas extremadamente cálidas para esta época del año registradas en la costa este y en el sur contribuyeron a la formación de estos fenómenos.
En Washington, las temperaturas superaron el domingo los 20°C y alcanzaron los 17°C en Nueva York, donde el 25 de diciembre se registró un récord de calor, con casi 19°C. Varias ciudades de Canadá, un país que es sinónimo de frío y nieve, vivieron la Navidad más cálida de su historia.
En el sur del continente, las inundaciones arruinaron las fiestas de miles de bolivianos, paraguayos, uruguayos y argentinos. Las lluvias y tormentas eléctricas registradas en Bolivia desde noviembre dejaron por lo menos ocho muertos en las regiones de Chuquisaca (Sudeste), La Paz (Oeste), Beni (Nordeste) y Potosí (Sudoeste).
Paraguay es el país más afectado del Cono Sur y ayer seguía en emergencia tras las fuertes lluvias e inundaciones de los últimos días, que provocaron más de 160.000 evacuados debido al temporal causado por el fenómeno de El Niño. El foco más grave de avance de las aguas, que causó la muerte de seis personas, fue en las áreas ribereñas cercanas a Asunción, con 90.000 evacuados y otros 70.000 en el resto del país debido a la crecida del río Paraguay.
En tanto, Uruguay sufre las peores inundaciones desde 1959 por las crecidas registradas en la cuenca del río homónimo, lo que llevó a la evacuación de más de 16.000 personas, de las cuales 14.379 dejaron sus hogares por sus propios medios. Hasta ayer, los departamentos afectados eran Artigas (6557 desplazados), Paysandú (6649) y Salto (3051).
El Niño también afectó a Colombia, donde 430 hectáreas de vegetación fueron arrasadas por incendios forestales durante toda la última semana por las altas temperaturas y la falta de precipitaciones.
Del otro lado del Atlántico, el agua también se ensañó con las islas británicas. Frank, la sexta gran tormenta atlántica de las últimas semanas, pasó ayer de Irlanda a Gran Bretaña, donde hay numerosas áreas en estado de alarma por inundaciones. Las áreas más castigadas por Eva, que provocó el pasado fin de semana intensas precipitaciones, son Cumbria, Lancashire, el Gran Manchester y Yorkshire (norte de Inglaterra), mientras que también se vieron afectadas zonas del sur de Escocia.
Las inundaciones, que dejaron bajo el agua viviendas y comercios especialmente en la ciudad de York, obligaron al gobierno de David Cameron a desplegar 500 soldados para ayudar a evacuar a los residentes. Se estima que los costos por esta catástrofe -que por ahora no causó víctimas mortales- ascienden a 7830 millones de euros.
El fuego aportó su destrucción en España, que hasta ayer tenía activos 200 focos de incendio que desaparecieron después de la llegada de fuertes lluvias. Más de 200 incendios forestales, inhabituales en esta época del año, asolaron durante una semana Cantabria, región montañosa del norte de España, favorecidos por los fuertes vientos, un otoño cálido y la falta de precipitaciones.
Los fuegos también afectaron las regiones de Asturias y Navarra, al oeste y al este de Cantabria, y causaron las muerte de un bombero que los combatía desde el aire. Los incendios devoraron más de 54.000 hectáreas de bosques y campos este año, un cifra que supera el total acumulado en los dos años anteriores, según el Ministerio de Agricultura español.
El hemisferio norte vive uno de los inviernos más cálidos en mucho tiempo. Suiza tuvo el diciembre más cálido en 150 años, desde que se empezaron a registrar las temperaturas. El récord se batió por tercer año consecutivo.
Avivados por una ola de calor extrema y fuertes vientos, decenas de incendios se registraron el fin de semana en el estado de Victoria, Australia, donde más de 500 bomberos intentaban controlarlos con decenas de camiones cisternas y varios aviones. Las llamas destruyeron 103 viviendas pero no causaron muertos.
Donde sí se lamentaron víctimas mortales fue en el norte del país, pero a causa de las inundaciones, que continuaban ayer en Daly River, a 200 kilómetros de la ciudad de Darwin y en donde fueron evacuadas unas 500 personas, a pesar de que las precipitaciones amainaron en el área.
En esa zona, una mujer de 59 años que estaba en un auto con otras cuatro personas se ahogó el domingo cerca de la comunidad de Beswick, 100 kilómetros al este de la ciudad de Katherine, mientras que un joven fue arrastrado por las riadas y está desaparecido desde Navidad en la localidad de Peppimenarti.
Las subidas de las aguas también conllevan otro peligro mortal: las autoridades australianas elevaron ayer la alerta por la presencia de cocodrilos en los centros poblados a causa de las inundaciones. “Puede ser que no los veas, pero ellos pueden verte”, advirtió la Comisión de Parques y Vida Salvaje del Territorio Norte australiano. Las autoridades recomendaron a la población alejarse por lo menos unos cinco metros de las vías navegables, en donde se pueden encontrar estos reptiles, según la cadena local ABC.
Esta serie de catástrofes climáticas que despide 2015 apareció pocas semanas después de que los líderes mundiales aprobaron un pacto global vinculante para tomar medidas que frenen el dramático calentamiento global producido por las acciones del hombre.
Según varios científicos, a la furia de la naturaleza contribuyó especialmente este año el poder del fenómeno meteorológico de El Niño, una corriente cálida que se origina en el Pacífico.
LA NACION