Avanzan las tecnologías que deciden por el usuario

Avanzan las tecnologías que deciden por el usuario

Por Marcelo Bellucci
Una de las característica del género humanos es postergar (sea en forma de pensamiento o de acción) aquellas obligaciones que no demandan una atención urgente. El problema es que muchas veces, estas prórrogas, pasan a engrosar las paredes del olvido. Para evitar estas omisiones, una nueva generación de software inteligente, en el momento oportuno, se ocupa de tomar las decisiones por el usuario.
Para la pila de mensajes que se acumulan durante semanas en la bandeja del celular, Google estrenó Smart Reply, una herramienta que opera en Gmail y es capaz de identificar los mails que necesitan una respuesta rápida y los contesta mediante un simple clic en la pantalla.
Para agilizar la respuesta, ofrece tres posibles réplicas breves, redactadas en un lenguaje natural, que el interesado deberá seleccionar. La intención puede ser una respuesta breve o bien, ganar tiempo para redactar algo más elaborado.
Uno de los responsable de este proyecto, Balint Miklos, publicó en el blog de Google el siguiente ejemplo: en un mail corto se le consulta “¿tenés alguna documentación sobre cómo usar el nuevo software?”. Y se sugieren estas respuestas: “No, lo siento”; “sí, pero tengo que buscarlo” y “sí, te lo envío”. A medida que se lo emplea, el programa irá aprendiendo el estilo que utiliza la persona, afinando las respuestas y adaptando el lenguaje estudiando el contenido de los mensajes. Por ahora está sólo en inglés.
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Desde los laboratorios de Google, los ingenieros lo definen como una red neuronal y explican que tuvieron que realizar muchas pruebas para conseguir una diversidad suficiente de respuestas que fueran lógicas y que no se percibiera la intervención de una máquina.
El secreto de su inteligencia se esconde en un algoritmo que escanea los mensajes entrantes y genera unos vectores matemáticos que el software consigue interpretar. A partir de ahí, el aprendizaje automático tendrá en cuenta las respuestas del usuario para adaptar y afinar sus sugerencias.
Para que la música fluya al ritmo que le imprime cada cuerpo, Spotify le puso play a su función Running. Esta aplicación de música vía streaming puede detectar la regularidad de los pasos y dependiendo de si está caminando, trotando o corriendo, va ajustando las canciones para que no desentonen con el entrenamiento.
Pero lejos de imponer una tema, el sistema realiza sugerencias que el caminante podrá admitir o rechazar. Las ofertas musicales no son caprichosas o aleatorias: consideran el historial de cada usuario para que el ritmo se adapte a los gustos. El problema son aquellos que mantienen una marcha asimétrica. Para todos ellos, Spotify convocó a varios artistas, como DJ Tiësto, para que compongan canciones de ritmo adaptable. Inicialmente, habrá seis pistas de audio con estilo “dinámico”, que se acomodan al andar sin tener que cambiar de canción.
A punto de culminar su fase de prueba, Facebook apuesta a su aplicación Hello para móviles. En principio, se la utiliza para optimizar la agenda del teléfono. Pero no es lo único. Muchas veces se reciben llamado de personas que no están identificadas en el equipo. Para evitar sorpresas, si el contacto asoció su celular con el servicio de mensajería de la red, se ocupa de mostrar la información de quién está del otro lado del teléfono, obteniendo los datos del perfil público de Facebook. Con estas referencias, puede bloquear indeseables, saber quién dejó un mensaje en el contestador y cada tanto, recuerda devolver las llamadas importantes. Para los olvidadizos, avisa quienes cumplen años ese día y pregunta si uno quiere enviar unas felicitaciones a través de un llamado.
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