07 Nov La conmovedora historia de Ana en versión cómic
Por Juan Pablo Cinelli
En julio se cumplieron 68 años de la publicación original del famoso Diario escrito durante la Segunda Guerra Mundial por la niña judía alemana Ana Frank, durante los más de dos años que permaneció escondida junto a su familia y otras cuatro personas en un cuarto secreto, ubicado en la parte trasera del edificio donde funcionaba la fábrica de Otto Frank, su padre. Ahí se mantuvieron encerrados en condiciones miserables desde el 6 de julio de 1942 hasta su detención y posterior deportación al campo de concentración de Bergen-Belsen, ocurrida el 4 de agosto de 1944, donde su hermana Margot y la misma Ana finalmente murieron.
Sesenta y ocho años de un documento que describe como pocos los horrores de uno de los períodos más tristes y espantosos de la historia humana. El libro, basado en las notas que la pequeña Ana tomó durante todo ese tiempo con la idea de utilizarlas como base para una novela que tenía la esperanza de publicar una vez acabada la guerra, representa el registro vívido de una tragedia abominable; sin embargo, escrito de una manera tan fresca que consigue hacer aún más pronunciado el contraste con la realidad que describe, convirtiéndose en la mejor luz para alumbrar aquellos hechos oscuros.
El Diario fue publicado por primera vez el 25 de junio de 1947 bajo el título de La casa de atrás –el nombre que Ana había elegido para su proyectada novela— a instancias de Otto Frank, el único sobreviviente, no sólo de su familia, sino del grupo de ocho personas que habitaron aquel escondite. Otto había recibido el diario escrito por su hija de mano de dos de las personas que los habían ayudado durante esos años clandestinos, quienes lo hallaron oculto en aquella “casa de atrás” poco después de la detención de la familia Frank y las otras cuatro personas.
Desde entonces, se ha convertido en un testimonio certero, no sólo de su época, sino de la memoria colectiva universal, publicándose ininterrumpidamente a lo largo y ancho de todo el mundo y en casi todas las lenguas conocidas.
Sin embargo, la reciente edición de una versión adaptada al género de la historieta, a cargo de los artistas estadounidenses Sid Jacobson y Ernie Colón, representa una nueva oportunidad para acercarse a un texto que a esta altura tiene carácter de ineludible. Publicada por editorial Sudamericana bajo el título de Ana Frank. Biografía gráfica, el trabajo de Jacobson y Colón ofrece la oportunidad de acceder al relato de la pequeña Ana desde el formato de la novela gráfica, permitiendo que tal vez nuevos lectores puedan conocer la conmovedora historia de la familia Frank.
El libro recién publicado no sólo recorre completa la narración del diario, sino que ayuda a entender el marco histórico en el que aquellos hechos tuvieron lugar, aportando importantes detalles de contexto que hacen de esta una versión ampliada del registro autobiográfico de la autora.
Por supuesto que la efectividad de Ana Frank. Biografía gráfica no sería posible sin la pericia de sus autores, nombres sino fundamentales por lo menos muy importantes dentro de la historia reciente del cómic norteamericano.
Por un lado, Jacobson es un histórico del mundo de la historieta. Fue editor de la mítica editorial Harvey Comics, donde creó títulos sumamente populares en todo el mundo, como Gasparín, el fantasma amigable. También trabajó en la casa Marvel, una de las dos más importantes del mundo dentro del género, y también en Hanna-Barbera Comics, donde escribió gran cantidad de historias originales para sus personajes clásicos. Por el otro, el dibujante Colón, estadounidense de origen portorriqueño, empezó trabajando como rotulista, para después convertirse durante más de 20 años en dibujante interino hasta afianzarse como freelance en el medio, llegando a colaborar tanto con la compañía Marvel como con DC Comics, su eterna competidora. Fue así como conoció a Jacobson y empezó a colaborar con él. Juntos crearon la versión gráfica del Informe 11-S, en el que reconstruyen los atentados perpetrados el 11 de septiembre de 2001 contra las torres del World Trade Center en Nueva York, y una segunda parte con muchas más conclusiones, titulado El mundo después del 11-S. En 2009 volvieron a aliarse profesionalmente para hacer una biografía gráfica de Ernesto Che Guevara. Puede concluirse, entonces, que se trata de dos intérpretes valiosos para permitirles ocupar el papel de guías a través de la historia tan triste como valiente de Ana Frank, aquella niña con alma de mujer que soñaba con ser escritora y periodista. Tal vez ella haya tenido que pagar con un destino de horror los pecados de una especie capaz de devorarse a sí misma como ninguna otra en este mundo; sin embargo sus sueños, sus esperanzas y su historia se han convertido en inmortales y colectivos. Una de las lecciones que la Humanidad nunca deberá olvidar.
TIEMPO ARGENTINO