Radiografía de los ocho mejores equipos del Mundial de Rugby

Radiografía de los ocho mejores equipos del Mundial de Rugby

Por Mariano Ryan
El 18 de septiembre empezaron 20 y apenas quedan ocho en carrera. Y entre ellos, claro, Los Pumas en esta fantástica carrera que terminará el sábado 31 en la catedral de Twickenham con un capitán levantando la Copa William Webb Ellis que recibe el ganador del Mundial. Hay que soñar e imaginar a Agustín Creevy en ese momento. Pero también hay que pensar en el hooker australiano Stephen Moore, el ala galés Sam Warburton, el medio scrum escocés Greig Laidlaw, el centro sudafricano Jean de Villiers (se rompió la mandíbula contra Samoa y está afuera del Mundial pero ese honor sería igualmente suyo), el ala neocelandés Richie McCaw -el primer jugador de la historia que podría recibir el trofeo por segundo Mundial consecutivo, el ala francés Thierry Dusautoir y el segunda línea irlandés Paul O’Connell (otro que quedó afuera de la competencia por su lesión).
El sabado se ponen en marcha los cuartos de final con Sudáfrica-Gales y Nueva Zelanda-Francia. y siguen el domingo con Argentina-Irlanda y Australia-Escocia. Todos tienen razones para la ilusión. Hay unos que llegan como más candidatos que otros. En los cuartos, el mundo podrá presenciar un nuevo capítulo de la apasionante batalla entre el Norte y el Sur. No estará Inglaterra en la fase decisiva de su propia Copa del Mundo y su ausencia se extrañará más allá del flojo nivel exhibido individual y colectivo mostrado ante galeses y australianos que lo dejaron afuera. Pero el peso de la responsabilidad europea recaerá en el propio Gales además de Escocia, Francia e Irlanda.
Del otro lado habrá asistencia completa de las potencias: Los Pumas, los Wallabies, los Springboks y los All Blacks, los número 1 del mundo que defenderán el título logrado en su país hace cuatro años cuando vencieron a Francia.

ARGENTINA
Voracidad ofensiva con puntos por corregir
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La propuesta ofensiva es lo que más seduce. Los Pumas atacan desde cualquier sector de la cancha y eso lo tienen como premisa. El dato es que 16 jugadores marcaron los 22 tries en cuatro partidos (sólo repitieron Cordero e Imhoff con tres cada uno y Montoya y Cubelli con dos) y las conquistas llegaron de diferentes formas: del line, de penales rápidos, de movimientos de varias fases, de corridas desde el fondo, de jugadas de primera fase. Con la pelota en poder propio siempre hay cosas para hacer y los argentinos saben qué hay que hacer.
Hay puntos para corregir. La defensa y el scrum son los dos más importantes. En lo que se refiere al primer ítem se subió el nivel en la victoria frente a Namibia, cuando el equipo fue más arriba a presionar; y más allá de los tres tries recibidos ante uno de los equipos más flojos del torneo, hay que rescatar que llegaron por pelotas recuperadas y no fallas en el tackle. El fijo dio un paso adelante contravlos namibios después de dos flojas producciones frente a Georgia y Tonga, pero es una formación que aún puede mejorar muchísimo. Al scrum argentino, justamente, lo respetan todos los equipos del mundo e Irlanda es uno de ellos.

IRLANDA
Es potencia aun condicionada por las bajas
Contra Francia apareció el mejor equipo del Norte casi en toda su dimensión. Aún sin sus dos principales jugadores -Sexton y O’Connell- presionó y siempre mostró solidez. En su estructura se parece a un conjunto del Sur. Además, tiene uno de los mejores lines del mundo y utiliza esa formación como una plataforma de ataque permanente.
Para llegar a los cuartos de final utilizó una táctica tan sencilla como efectiva: jugó muy fuerte y cerca de las formaciones con los forwards haciendo varias fases, muy agachados y frontales, con pocos off loades. En lugar de meterse en la linea de ventaja, la empujaron y ahí marcaron la diferencia. Además, mostraron un amor propio como pocos ofrecen en el mundo. El punto negativo será la baja de O’Connell, el capitán y dueño del line. Y habrá que seguir con atención a Jonathan Sexton, quien también se retiró lesionado ante los franceses. Una baja del apertura sería mucho peor para el equipo. Es que, más allá de su puntería con la patada a los palos, el mejor alumno de Felipe Contepomi (le enseñó muchísimo durante su estadía en Leinster) es muy rápido, logra quebrar la línea de ventaja con facilidad y, lanzado, es casi imposible detenerlo.

FRANCIA
Una apuesta por la mística
Está por debajo de Irlanda y Gales, pero la mística y la historia contra los All Blacks le da un plus para ese duelo del Millennium, además de contar con la extraordinaria puntería de Spedding (tiene un cañón en su pierna derecha) y la dinámica de Dusautoir y Picamoles. Es un equipo impredecible en especial cuando va perdiendo. Sin el wing Huget, que se lesionó la rodilla en el triunfo ante Italia, ahí depende mucho de lo que generen entre los tres cuartos, Nakaitaci, Fofana o Bastareaud, aunque este centro de 120 kilos, que es pura potencia, está en un muy bajo nivel y muchos ya lo comparan con el bluff que resultó Sébastien Chabal en el Mundial de 2007 jugado en su propio país.

GALES
Las lesiones lo diezmaron
Se parece a Escocia en lo que al entrenador se refiere porque el también neocelandés Warren Gatland tiene experiencia y sabe sacar lo mejor de sus jugadores en momentos críticos. Por la alta cantidad de lesionados antes y durante el Mundial, Gales no es un candidato firme. De todos modos, es un equipo dinámico que se quedó sin individualidades importantes pero que encontró en la increíble eficacia de Biggar la mejor manera de reemplazar a un pateador de primera categoría como el fullback Halfpenny. Aunque para cuartos los organizadores lo “echaron” a Twickenham, se hace fuerte con su localía: sólo en Nueva Zelanda se vive el rugby como en Gales y ese es un plus para el equipo.

ESCOCIA
Hasta ahora, de vuelo bajo
Dejó una muy mala imagen en la victoria ante Samoa que lo clasificó a los cuartos de final sobre todo por la desorganización defensiva de sus backs, por lejos lo más flojo del equipo. Pero su head coach desde la ventana de junio de 2014 es Vern Cotter y esa es una ventaja: el neocelandés sabe perfectamente cómo “lavarles la cabeza” a sus jugadores. Difícilmente tenga chances ante Australia, pero ese detalle importa. Igualmente, tiene un fullback muy desequilibrante como Hogg y con un pateador muy preciso como el medio scrum Laidlaw, que además se luce como conductor. Además, en la tercera línea están Hardie y Srauss, dos que no se cansan de tacklear, especialmente el primero.

NUEVA ZELANDA

El campeón siempre tiene un plus para dar

Da toda la sensación que el campeón del mundo aún no entró en la escena, que no se soltó, que esconde pese a que en algún momento de la primera fase el propio Daniel Hourcade dijo que siempre están al 100%. Pero nadie duda que a partir de ahora los All Blacks mostrarán todo su repertorio haciendo, como siempre hacen, bien el ABC del rugby. Y eso les alcanza para deslumbrar. Y, casi siempre, para ganar. Siempre son candidatos por la experiencia y por la perfección de lo simple. Una duda es si aguantarán físicamente los más grandes del plantel y que son vitales en su estructura como McCaw, quien no está en su mejor nivel, y Ma’a Nonu, que acaba de cumplir 100 partidos internacionales y tiene detrás la sombra de un fenómeno como Sony Bill Williams, el crack que cambió el partido frente a Los Pumas cuando ingresó. La otra incógnita es saber qué pasará ante Francia, el último equipo que lo dejó afuera de la lucha por el título cuando lo eliminó en el Mundial de 2007 ante la sorpresa de todos.

AUSTRALIA

El equipo más completo de la primera fase

Es el equipo que más sorprendió -y para bien- tras la primera ronda. En el último partido de la zona, con Gales, y sin la presión de ganar por haberse clasificado con anterioridad, dio una clase magistral de defensa cuando se quedó con dos jugadores menos por un rato largo. Además la inclusión de Mario Ledesma en el staff le dio un plus extra a su scrum. Es un gran candidato por la dinámica de su juego, las individualidades y la defensa agresiva y organizada. Pero los Wallabies también tienen en los tercera líneas Pocock y Hooper a dos de los mejores pescadores del mundo. Michael Cheika, el entrenador que lleva menos de un año en el cargo, aún debe amalgamar algunas piezas y los medio scrums Genia y Phipps pueden jugar mucho mejor de lo que lo están haciendo. Si Australia logra subir en esos dos puntos, los All Blacks tendrán a su histórico adversario listos para el gran desafío. Ya lo demostró en el Rugby Championship. Puede repetir en el Mundial para obtener su tercer título mundial.

SUDÁFRICA
Del papelón con Japón a recuperar el estilo
Después del papelón del debut ante Japón y de protagonizar el resultado más sorprendente en la historia del rugby moderno, volvieron a ser los Springboks del impacto y de empujar la línea de ventaja y no meterse dentro de ella para desorganizar la defensa adversaria. Eso les dio resultado para luego no tener problemas en clasificarse. Y no hay manera de que cambien. Volvió Sudáfrica a su juego de destrucción física. Al revés de lo supuesto, la lesión del capitán De Villiers le permitió al entrenador Heyneke Meyer poner a dos centros jóvenes como De Allende y Kriel, de 23 y 21 años respectivamente, mientras Pollard se asentó en su posición de apertura. Esto le dio agregó dinámica a la potencia. Además, están el segunda línea Etzebeth, una garantía en el line, y el inoxidable Habana, el hombre del record de tries en Mundiales. Y ese es otro punto extra. La contra está en la disciplina (Burger siempre marca al límite del penal) y en los reservas: por ahora hubo diferencia entre los titulares y los suplentes.
CLARIN