09 Oct El operador detrás de la tasa Libor: un genio de los números apodado “Rain Man” por sus compañeros
El escándalo que se desató por la manipulación de la tasa Libor ya tiene el primer condenado: Tom Hayes, un genio con los números apodado “Rain Man” por sus compañeros, en alusión a la película de Dustin Hoffman, dado que el operador sufre el síndrome de Asperger, un tipo de autismo leve.
El juez advirtió al jurado que Hayes había sido diagnosticado con una forma “suave” del síndrome de Asperger, lo que significaba que veía los problemas como blancos o negros, no percibía los matices. Por su parte, Hayes hizo hincapié en el síndrome al asegurar que sus compañeros se burlaban de él por mantener una funda nórdica con un superhéroe de la infancia, pero la estrategia no funcionó.
Por ahora Hayes es la única persona que carga con la culpa de la especulación financiera, aunque todavía son 11 las personas que están acusadas y deberán ir a juicio.
Los organismos reguladores comprobaron que entre 2006 y 2010 operadores de grandes bancos, como lo era Hayes, estaban influyendo en el tipo de cambio forzando transacciones para obtener ganancias. Los supervisores financieros de Estados Unidos, Reino Unido y Suiza ya habían sancionado a las entidades financieras, así es como Citibank, Barclays, Bank of America, HSBC, JPMorgan, RBS, y UBS afrontan una multa total de u$s 5.775 millones.
Hayes, de 35 años, fue condenado en Reino Unido a 14 años de prisión por manipular la tasa interbancaria de Londres, que se utiliza como referencia en contratos financieros y créditos en todo el mundo.
El agente financiero pertenecía a las firmas UBS y Citigroup y según informan en la BBC, en ningún momento negó que tanto en UBS como, después, en Citibank intentó manipular el Libor. Además, no solo reconoció que las pruebas eran genuinas sino que, al preguntarle si las transacciones las había hecho para su propio beneficio se sorprendió y aseguró que esta práctica era “común en los bancos donde trabajó y que los superiores estaban al tanto”.
Gracias a su habilidad para los números, ingresó en 2001 en RBS, de allí pasó a Royal Bank of Canadá y luego a UBS en septiembre de 2006. Fue en la oficina de UBS en Tokio cuando comenzó a operar con productos financieros basados en la tasa Libor. Antes de ser despedido en 2010, Hayes ya había ganado por su salario más de u$s 4 millones.
Si bien cuando se dio cuenta de los cargos a los que se enfrentaba dijo haberse “paralizado por el miedo”, se entregó. De todas formas, siempre se refugió en la defensa de la práctica ya que, como manifestó varias veces, era habitual.
“Estaba operando dentro de un sistema”, señaló. Al mismo tiempo expresó ante el tribunal: “Actué con total transparencia ante mis empleadores. Mis superiores lo sabían, el jefe de mi jefe lo sabía. En algunos casos, el consejero delegado (director ejecutivo) era consciente de ello”.
Las pruebas contra él fueron contundentes: chats internos, mensajes, correos, llamadas de teléfono. Sin ir más lejos, en una llamada ofrecía entre u$s 50.000 y u$s 100.000 por mantener el Libor en determinado nivel.
EL CRONISTA