10 Oct El jean es cada vez más tecno
Por Silvina Vitale
Entre rústica, noble y por qué no sofisticada, con miles de calidades y precios posibles, con más o menos elastano, más o menos poliéster y hasta con porcentajes de satén en su tejido; con desgastes, lijados, lavados, roturas; en sus distintas formas, cortes y colores es la tela que todos adoramos. Compañera inseparable en prendas icónicas como el jean de cinco bolsillos y la chaqueta, infaltables en cualquier guardarropa; vive una revolución que la lleva hacia nuevos rumbos. Cambios significativos en su construcción, en la confección, en su teñido y lavado; el mundo jeanero se abre a nuevas posibilidades como la sastrería o el prêt-à-porter y suma procesos amigables con el medio ambiente. La tecnología acompaña.
CONSTRUCCIONES. Los tejidos de denim incorporan nuevas fibras a las tan características sargas, como el broken twill, satenes de alta elasticidad o chambray, en el caso de los más livianos. Hasta ahora lo clásico era usar sargas del tipo 2/1 o 3/1, el abecé en la mayoría de las construcciones en denim; en el 3/1 se tejen 3 hilos para arriba y 1 para abajo. Estas innovaciones en las fibras traen mejoras en el proceso; una buena fibra garantiza una buena mano de tejido -suave, al tacto- y, a su vez, permite generar más cantidad de tela en menos tiempo, porque al tener menos imperfecciones la máquina se para menos. Hoy un tejido denim tiene que tener robustez visual -es decir, debe tener el peso de una tela de jean-, y también mano o generar placer en el uso. Esa robustez debe estar dada por las fibras y los procesos finales, o la combinación de ambos. En el caso de las terminaciones, lo más usado es el mercerizado, un proceso que afina el hilo, le quita las irregularidades y le da brillo, y el resinado, un recubrimiento que da distintos acabados como brillo, realce de color, tacto suave y fijación.
TEÑIDO. El teñido del hilo se realiza antes de tejer la tela. En el denim es imperfecto porque lo único que se tiñe de índigo es el borde, el interior del tejido no se tiñe: “El alma siempre queda blanca”. A diferencia de la seda, por ejemplo, que cuando se tiñe toma color por completo. Entre las opciones de teñido, la tendencia demuestra que se impone el baby blue (celeste y bien desgastados), deep blue (índigo muy intenso, que va bien con jeans de poco proceso, con un look raw, o como si la prenda nunca hubiese sido lavada), greys (tono gris hielo), los blacks (negros clásicos) y sobreteñidos black blue o black black (tejidos de base azul o negra que son sobreteñidos para lograr mayor profundidad de color). A cualquiera de estos tratamientos de color se les puede realizar un proceso raw (crudo), en el que por medio de resinas se hace un recubrimiento que no permite que el hilo se destiña o pierda su color tan rápidamente. Esta es una de las tendencias más fuertes de Europa en este momento. Otra es que se busca un tono índigo que en los lavados no se pierda, pero como es un teñido imperfecto que siempre migra, para lograr que quede crudo se dan indicaciones para su lavado poscompra (lavado con detergentes para ropa oscura, del revés y sin otras prendas). También en el Viejo Continente hay una campaña que propone que para mantener el color no hay que lavar la prenda, sino que cada 48 horas hay que ponerla dentro de una bolsa en el freezer por 24 horas. Eso mata por completo las bacterias.
CONFECCIÓN. El denim se está abriendo paso a otros rubros como la sastrería o el prêt-à-porter, y eso obliga a repensar los métodos de confección y a mejorar todos los procesos. Pero las máquinas que confeccionan ese denim no están preparadas para tantos detalles y necesitan nuevas puestas a punto, además de una mirada más cuidada y atenta. En la colección Ramírez Denim, de Pablo Ramírez junto con Santana Textiles, se confeccionaron piezas en mucha menor cantidad, pero con mayores cuidados para lograr prendas impecables. En este caso, las telas se reprocesaron dos veces. Esto se repite aún más a nivel internacional por el camino de la innovación en tejidos para una mejor confección y acabado, y para dar entrada al denim hacia otros rubros está Jeanología, un centro de investigación y acabado en denim de Valencia, España, que centra su trabajo en el uso del láser y la tecnología eco, y Marithe & Francois Girbaud, una firma que no sólo está a la vanguardia en diseño y estética, sino también en tecnología.
LAVADO. La tendencia es dar un look más vivido sobre la prenda, una onda que se puso de moda en los 90. Por sus características de teñido y construcción, el denim da distintos looks de desgaste durante el uso, y eso se imita con procesos secos realizados de manera artesanal. Hoy, la última tecnología en lavados son las máquinas láser y de ozono, que permiten hacer este proceso con mayor precisión y sin la utilización de agua. En la Argentina, por el momento, sólo las tienen los lavaderos más grandes e importantes. La gran mayoría de los desgastes se hace en forma manual y el lavado, en las máquinas tradicionales.
LA NACION