22 Oct Cáncer de mama: dicen que las cirugías pueden ser innecesarias
Cada año se les dice a unas 60 mil mujeres estadounidenses que tienen una etapa inicial de cáncer de mama —la Etapa 0, como se la conoce habitualmente—, precursora probable de lo que podría ser un tumor mortal. Casi a todas ellas se les hace una lumpectomía o una mastectomía, y a menudo una doble mastectomía, sacándoseles también un pecho sano. Pero ahora parece que el tratamiento puede no establecer diferencia en los resultados.
Estas pacientes tienen prácticamente la misma probabilidad de morir de cáncer mamario que el resto de la población femenina, y las pocas que murieron fue a pesar del tratamiento, no por su falta, según informaron investigadores oncológicos del Diario de la Asociación Médica de EE.UU.
Las conclusiones se basan en la mayor recolección de datos jamás obtenida sobre esta enfermedad, que se conoce como carcinoma ductal in situ (CDIS, el tipo más común de cáncer de mama): 100 mil mujeres evaluadas durante 20 años.
Probablemente con los datos se establezca un amplio debate acerca de si decenas de miles de pacientes están soportando tratamientos innecesarios y a veces deformantes debido a estados pre malignos que es improbable que lleguen a convertirse en cánceres que atenten contra la vida.
El doctor Otis W. Brawley, director médico de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, dijo que no estaba dispuesto a abandonar el tratamiento hasta que se hiciera un vasto ensayo clínico que determine a qué mujeres debería practicárseles mastectomías, lumpectomías o no hacerles ningún tratamiento para CDIS, y eso demostrara que el tratamiento es innecesario para la mayoría de las pacientes.
Pero Brawley, que no tuvo vinculación con el estudio, dijo también que no tenía duda de que el tratamiento había sido desproporcionado. “En medicina tenemos tendencia a entusiasmarnos demasiado con una técnica y abusar de su uso”, dijo.
El nuevo trabajo encontró que a la mayoría de las 100.000 pacientes de la base de datos que estudiaron los investigadores, tomadas de un registro nacional de cáncer, le hicieron lumpectomías, y a casi todo el resto mastectomías. La posibilidad de que murieran de cáncer de mama durante las dos décadas siguientes al tratamiento recibido era del 3,3%, independientemente del procedimiento que se les hubiera aplicado, más o menos la misma probabilidad de que muriera de cáncer de pecho una mujer promedio, según dijo la doctora Laura J. Esserman, cirujana de cáncer e investigadora de la Universidad de California en San Francisco.
El concepto de que la mayoría de las mujeres con CDIS podría no necesitar mastectomías o lumpectomías puede ser muy doloroso para quienes, como Therese Taylor de Mississagua, en Ontario, se han hecho ya dicho tratamiento.
Cuatro años atrás, cuando tenía 51 años, un médico le indicó a Taylor que se haga una mamografía, diciéndole que sentía un nódulo en el pecho derecho. Ese pecho estaba bien, pero resultó que había CDIS en el pecho izquierdo. Dijo Taylor que un cirujano le había dicho que “eso concordaba con un cáncer” y que debía hacerse una mastectomía.
“Entré en estado de shock y de miedo”, dijo Taylor. Se hizo la cirugía.
Está arrepentida. “Te quita la sensación de ser atractiva”, dijo. “Comparado con las mujeres que realmente tienen cáncer no es nada. Pero me hicieron la mastectomía sin razón, y eso es lo que me da rabia.”
Karuna Jaggar, directora ejecutiva de la organización activista y educativa Acción Contra el Cáncer Mamario, dijo que las mujeres tienen tendencia a no evaluar los daños del tratamiento excesivo y con frecuencia sobreestiman el riesgo de morir de cáncer, lo cual las hace reaccionar con pánico.
“El tratamiento provoca efectos a corto y a largo plazo”, dijo Jaggar, observando que las mujeres a las que se les hace tratamiento contra el cáncer durante varios años tienen menos probabilidades de que las empleen y suelen ganar menos que antes. Aparecen daños emocionales y tensión en las relaciones. Y puede haber complicaciones derivadas de la cirugía de cáncer mamario, entre otras la linfedema, una acumulación permanente de líquido linfático en el brazo.
CLARIN