Alertan sobre el riesgo de usar energías fósiles

Alertan sobre el riesgo de usar energías fósiles

Por Aizen Marina
Hay un paralelo entre la economía familiar y el clima global. Así como calculamos la plata para llegar a fin de mes, con la temperatura planetaria se estima la cantidad de petróleo, gas y carbón que se puede quemar para que el calentamiento no supere los 2 grados, el límite de adaptación con menos riesgo para la vida. Esto se llama presupuesto de carbono. Y Thomas Stocker, físico suizo y uno de los autores del concepto, dice que “ya nos hemos gastado la dos terceras partes. Sólo permanece un tercio”.
Stocker estuvo en Buenos Aires promoviendo su candidatura a la jefatura del Panel Intergubenamental de Cambio Climático, el cuerpo científico de las Naciones Unidas que se encarga de producir la información sobre las transformaciones del clima. Sus cinco lapidarios informes son la base para las negociaciones que deberían terminar con un acuerdo en París en diciembre.
Stocker sostiene que la clave es saber “cuán rápido nos vamos a comer ese último tercio”. Y si seguimos al ritmo actual, ignorando todas las advertencias del clima y de la ciencia, “lo veremos desaparecer dentro de los próximos 20 o 25 años”. Mañana.
Combustibles-fosiles
“Necesitamos ser realistas. Si tomamos medidas ahora y desarrollamos tecnologías que nos permitan tener una infraestructura que no necesite de recursos fósiles y que esté mayormente descarbonizada a mediados de siglo XXI, tenemos una buena oportunidad para mantener el clima dentro de los límites de los 2 grados. Pero si continuamos como lo hemos hecho hasta ahora, ese objetivo se va a perder”, dice.
“La tarea de este siglo es la decarbonización de nuestro sistema industrial”, asegura. “Lo natural va a ser usar energías renovables. Llegaremos a un punto en que nos vamos a preguntar por qué alguna vez usamos las fósiles.”
¿Qué significaría un aumento de 4 grados? “Un mundo diferente al de hoy. Habría un aumento de nivel del mar de casi un metro para 2100. Las áreas costeras de países pobres no tendrían capacidad de adaptación. Habría que abandonarlas”, asegura el experto. Y agrega:
“El ciclo del agua también va a ser muy diferente. Aquellas zonas que experimentan sequía en ambos hemisferios van a ser más secas y, por lo tanto, estaremos empujando sus límites de la adaptación. En las zonas que ya tienen suficiente agua, y que no necesitan más, van a recibir mucha más agua. Es un mundo que algunos dicen que es peligroso. Pero la ciencia no puede cuantificar el peligro. Hablamos de riesgos. Y en un mundo de 4 grados, los riesgos son de alto nivel”.
Hasta el momento, la temperatura ha aumentado 0,85 grados respecto de la Revolución Industrial, cuando se empezaron a usar combustibles fósiles. Y ya vemos los impactos. Por ejemplo, esta semana con las inundaciones en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.
CLARIN