“Nos falta poco para saber si estamos tan solos en el Universo”

“Nos falta poco para saber si estamos tan solos en el Universo”

Por Sergio Di Nucci
Llegó a Buenos Aires en un viaje relámpago desde Baltimore, Estados Unidos, donde vive. Y lo hizo para presentar su nuevo libro, El Telescopio de las Estrellas, que acaba de publicar la editorial Siglo XXI.
Está al tanto de cómo va la ciencia en el país, “por lo que me dice Diego, y le creo”, dice Daniel, refiriéndose a Diego Golombek, su hermano menor, también especialista en ciencia, también divulgador. Daniel estudió Física en la UBA y en la Johns Hopkins University, y es doctor en Astronomía por la Universidad Nacional de La Plata. Se incorporó al Instituto del Telescopio Espacial (Space Telescope Science Institute, STScI) en Baltimore, Estados Unidos, mientras era estudiante de grado, y en esa ciudad es donde vive desde hace décadas. Justamente sobre telescopios trata su nuevo libro, y sobre el más importante, el Hubble, y de eso habló Golombek con Tiempo.
–¿Estás harto de dar entrevistas?
-Es parte del paquete (risas). No, en serio, no lo estoy, porque siempre aparecen preguntas distintas.
–En los comienzos de tu libro hay como una visión triunfalista de la ciencia, en cuanto que la ciencia responde cosas que la tradición, las religiones, las primeras explicaciones no, y sin embargo existen interrogantes que no responde la ciencia.
-Bueno, es cierto eso. Sucede que las preguntas son distintas. Las preguntas cambiaron a medida que fueron respondidas. La ciencia moderna comenzó a tratar de responder enigmas de lo que estamos hablando. Ahora desde luego, existe una pregunta que continúa: la de si estamos solos. Pero ahora estamos mucho más cerca que nunca de poder intentar responderla de una manera más o menos respetable. Y en el medio lo que hizo el Hubble fue importantísimo. En el sentido de que si uno agarra un libro de astronomía previo al Hubble, habrá que donarlo a un museo, porque ya no sirve. Por decirlo de algún modo, el Hubble nos aumentó la ignorancia de una manera astronómica. Lo que sabemos, sabemos ahora, es solo el 5% de lo que hay afuera. Y eso lo sabemos gracias al Hubble.
Como informa la solapa del libro, en la década de 1940 un astrónomo tuvo una de esas ideas que suelen terminar convertidas en un hermoso bollo de papel para jugar al básquet en la oficina: si en la Tierra hay tanta luz y la atmósfera nos empaña los anteojos estelares, ¿Por qué no construir un gran telescopio y enviarlo al espacio? 50 años después, se puso en órbita la idea. El telescopio espacial Hubble revolucionó todo lo que se sabía hasta entonces del universo, porque “se trata de un observatorio del tamaño de un ómnibus, que orbita encima de nosotros desde 1990 mirando para todos lados, cuyos descubrimientos (como la edad del universo o la energía oscura) y observaciones astronómicas (los agujeros negros o los planetas extrasolares) no sólo agregaron un capítulo o corrigieron algunos gráficos de los textos de astronomía: obligaron a reescribirlos.
-Vivís y trabajás en Estados Unidos: ¿Coincidís en que ese país es el gran heredero de Occidente que más hace por el desarrollo de las ciencias y la investigación?
-Sí, pero no es el único. De hecho, Europa colabora, y mucho. En relación al Hubble, por ejemplo, Europa debió apoyarlo financieramente. Estados Unidos apoya la ciencia con una infraestructura muy grande, incluso educativa. En Europa también existe, y en los países denominados BRICs, también. En India, en China incluso en Argentina. Por lo que me cuenta Diego y otros colegas, aquí hay ahora realmente un apoyo a la ciencia, lo vemos con los edificios que están terminando acá nomás (la sede del nuevo Ministerio de Ciencias y el CONICET), o los programas de difusión o los satélites hechos y los que se están construyendo. Los países emergentes se vienen sumando a la inversión en astronomía, como factor de desarrollo.
-En el libro decís que el Hubble promovió la democratización de la astronomía.
-Es innegable, porque fue el primer observatorio en que se pensó en el futuro. Cuando yo estaba empezando a hacer astronomía, había un observatorio, chupabas frio, hacías las observaciones y te ibas, y no quedaba nada. El Hubble fue el primero que institucionalizó un archivo útil, no un archivo estilo dejar añejar un vino: ese archivo está listo para ser usado y cualquiera tiene acceso para ir y ver qué hay. Esta listo para usarlo y hacer análisis. Solo necesitas una conexión y una PC. Y tenemos un registro, una especie de mapa de quienes lo usan, y son gente de todo el mundo, verdaderamente.
-Por qué te parece importante divulgar ciencia?
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-Me parece lindo, desde luego que los chicos estudien ciencia ¿Por qué la ciencia y no las humanidades? Las dos son importantes. Lo importante es que los chicos, las nuevas generaciones, estudien. Que tengan capacidad de asombro. A mí me gusta la ciencia, pero necesitamos también gente que escriba, historiadores, novelistas, etc. Los científicos leemos ciencia ficción. Divulgar la ciencia ayuda, creo yo, para que la ciencia cuente con más defensores, con más ayudas. La ciencia ayuda a que la gente no sea dogmática Te enseña alternativas. Mecanismos de alternativas. O de cuestionamientos. La ciencia no sólo sirve para ser científicos, sirve para la vida.
TIEMPO ARGENTINO