27 Sep New Horizons llegó a Plutón y descubrió que es más grande de lo que se pensaba
La sonda espacial estadounidense New Horizons se acercó a mediados de julio a unos 12.500 kilómetros de Plutón, lo más cerca que se estuvo alguna vez del planeta enano. Con este hito, el hombre ya logró explorar todos los planetas del Sistema Solar. La sonda de la NASA, que tiene el tamaño de un piano de cola pequeño, pasó a la menor distancia de Plutón el miércoles 15 de julio a las 8:49 (hora argentina). Catorce minutos después, pasó a menos de 28.885 kilómetros de Caronte, la luna más grande de Plutón.
Las primeras mediciones indicaron que el diámetro de Platón es de 2370 kilómetros (con un margen de error de +/- 18 km), una cifra 80 kilómetros superior a los cálculos previos. Alan Stern, el jefe de la misión, dijo que esto significa que Plutón tiene menos densidad de la pensada, lo que podría significar que su interior es más helado y menos rocoso.
El acontecimiento promete convertirse en el descubrimiento planetario más importante desde las observaciones de Neptuno que hizo la sonda Voyager 2, en 1989.
Tras casi catorce horas de sobrevuelo sobre Plutón, en las que dedicó toda su energía a recoger imágenes y datos de la superficie plutoniana, a las 21 (hora del este de EE UU) la sonda retomó contacto con la NASA.
La travesía de la nave, que recorrió 4828 millones de kilómetros durante nueve años y medio, se inició el 19 de enero de 2006, cuando fue lanzada en un cohete Atlas V desde la base de Cabo Cañaveral, en Florida (EE UU), y finalizó ayer por la mañana, cuando la nave se acercó a Plutón a una velocidad de 49.900 kilómetros por hora.
Las imágenes que logre captar la sonda serán las primeras en revelar si hay elevaciones y depresiones profundas en la superficie de Plutón o si su topografía es más ondulada. New Horizons ya detectó signos de una capa polar: a -230 grados Celsius, Plutón es tan frío que el nitrógeno que respiramos en la Tierra allí existe en forma de hielo, pero es posible que una tenue atmósfera de nitrógeno rodee al planeta enano. Si la hay, la sonda tomará una muestra y medirá cuánto se está liberando hacia el espacio.
La expedición también podrá revelar la presencia de otras sustancias químicas: aunque el neón es un gas en la Tierra, podría encontrarse en forma líquida en Plutón, quizá fluyendo en ríos sobre la superficie. Por último, los científicos esperan obtener más información sobre Caronte, y los otros cuatro satélites de Plutón: Estigia, Nix, Cerberos e Hidra.
La sonda pesa 480 kilos y costó 700 millones de dólares, y podría quedar inservible si choca con alguna roca del sistema de Plutón. La NASA calcula que el riesgo de colisión es de 1 entre 10.000, pero indicó que, al fin y al cabo, la misión se dirige “a lo desconocido”, por lo que no puede descartarse ninguna posibilidad. Stern señaló que los expertos investigaron las posibilidades de que haya desechos en torno a Plutón y no hallaron grandes motivos de preocupación.
En enero de 2006, cuando New Horizons emprendió su largo viaje de 3462 días, Plutón todavía era el noveno y último planeta del Sistema Solar. Siete meses más tarde, nuevos cálculos de sus dimensiones obligaron a recategorizarlo como “planeta enano”.
La sonda, que luego de pasar junto a Plutón seguirá su camino hacia el Cinturón de Kuiper, lleva a bordo las cenizas de Clyde Tomabugh, el astrofísico que en 1930 descubrió el punto de luz que después fue llamado Plutón, en homenaje al personaje de Walt Disney, un punto luminoso que se encuentra tan lejos que ni siquiera el poderoso telescopio Hubble había logrado detalles de este cuerpo celeste, hoy captado en toda su dimensión por New Horizons.
TIEMPO ARGENTINO