Inédito gesto de Obama: dio la bienvenida a Francisco al pie del avión

Inédito gesto de Obama: dio la bienvenida a Francisco al pie del avión

Tres horas después de despedirse de Santiago de Cuba, el Papa Francisco llegó ayer por la tarde a la base aérea Andrews, en Washington, para protagonizar su primera visita a los Estados Unidos. Cuando la aeronave se posó en suelo estadounidense y abrió su puerta principal, apareció el jefe del Vaticano y fue recibido por la ovación de unos cien asistentes acreditados dentro de la zona cuyo espacio aéreo es virtualmente blindado. Al final del descenso lo esperaba el presidente Barack Obama, que le dio la bienvenida con un fuerte apretón de manos, junto a su esposa Michelle y sus dos hijas.
El arribo a la capital del país más rico del mundo inicia la última etapa de un largo proceso de negociaciones a los dos lados del Mar Caribe, para restablecer las relaciones diplomáticas entre la Casa Blanca y el gobierno cubano, luego de medio siglo de Guerra Fría. El acercamiento promovido por el jefe del Vaticano fue oficializado por Obama y Raul Castro el 17 de diciembre pasado, cuando Bergoglio cumplió 78 años, pero el anuncio fue el resultado de 18 meses de contactos secretos realizados en terceros países de Europa y en Canadá, según confió una alta fuente romana a este diario, tras confirmar que los contactos comenzaron poco después de su designación al frente de la Santa Sede, el 13 de marzo de 2013.
La gira terminará el próximo domingo. Cuenta con 20 actos públicos y privados en Washington, Nueva York y Filadelfia. Antes de aterrizar, durante la conferencia de prensa que ofreció en el vuelo papal, Bergoglio habló de Cuba, pero también del contenido que tendrá uno de los dos momentos de mayor relevancia política que protagonizará entre mañana y pasado. A primera hora del jueves, Francisco será el primer pontífice que ofrezca un discurso ante los miembros del Congreso. Fuentes vaticanas habían deslizado en Cuba que el Papa podría acoplarse al pedido que hizo la Casa Blanca al Capitolio para que revise la legislación que sostiene el bloqueo económico y comercial que pesa sobre la Gran Antilla desde 1962, por decisión del mandatario demócrata John F. Kennedy, que se basó en la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917. El castigo contra la Revolución Cubana fue endurecido en los ’90, tras la caída de la Unión Soviética, con las leyes Helms Burton y Torricelli, promulgadas por el republicano George Bush padre.
“El tema en concreto no está mencionado”, anticipó Bergoglio antes de pisar Washington. “El problema del ‘bloqueo’ es parte de las negociaciones entre los dos países. Esto es público: que sea una cosa que va en el sentido de las buenas relaciones que se están impulsando. Que haya un acuerdo que satisfaga lo más posible. La posición de la Santa Sede respecto de los embargos, no solo éste, también otros, es la de la Doctrina Social de la Iglesia, bien definida. Yo me refiero a ella”, aclaró y cerró el tema en forma definitiva. En su lugar hablará ante los legisladores norteamericanos de “acuerdos bilaterales como señales de progreso y buena convivencia”.
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El segundo momento más esperado sucederá el viernes, también a primera mañana, cuando hable como jefe del Estado Vaticano ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sobre ese discurso no ofreció detalles, pero estará acompañado por el mandatario cubano Raul Castro, que en días posteriores presentará, como lo hace todos los años, una moción para concluir el bloqueo, que el 14 de septiembre pasado fue prorrogado por Obama hasta la misma fecha del año que viene.
Entre las dos escalas de mayor relevancia para la política internacional, Bergoglio mantendrá su agenda pastoral en el país de mayoría protestante. En la Gran Manzana, cuya isla de Manhattan ya está lista para recibirlo con un vistoso despliegue, Francisco entrará a la mítica catedral de San Patricio para encabezar un “rezo de las vísperas con religiosos”. El recorrido neoyorkino podría transformarse en una de las demostraciones de mayor fervor popular, especialmente durante el encuentro con familias de inmigrantes en Harlem y la misa que dará en el Madison Square Garden, para despedirse de esa ciudad. Otro de los momentos de mayor relevancia será la homilía interreligiosa que ofrecerá en el Ground Zero de Wall Street, donde estaban las Torres Gemelas.
Desde el sábado estará en Filadelfia para encabezar el 8º Encuentro Mundial de Familias y el domingo recorrerá la prisión Curran Fromhold. Hablará con reclusos y pronunciará un discurso donde remarcará la histórica condena del Vaticano contra la pena de muerte y los castigos penales contra la inmigración, en un país cuya frontera con México está atravesada por el drama de los miles de menores que llegan al sur estadounidense, con y sin sus padres desde tierra azteca y desde Honduras. El sistema penal norteamericano, especialmente en esos estados fronterizos, es materia de extrema preocupación para Francisco, que podría referirse en varias oportunidades durante una gira que concluirá el domingo 27 por la noche.
TIEMPO ARGENTINO