Recordando a Óscar de la Renta

Recordando a Óscar de la Renta

El “caballero de la moda”, el más elegante, el hombre que confesó que “no sabía hacer ropa casual” nos ha dejado. Óscar, el genial diseñador dominicano que durante más de cinco décadas exaltó la belleza de la mujer con sus diseños híperfemeninos, estilizados y de corte clásico, falleció el 20 de octubre de 2014 en su casa de Connecticut, tras una larga lucha contra un cáncer.
De la Renta tenía 82 años y estaba enfermo desde el 2006 pero, lejos de amedrentarse, apostó a más. “Descansar es oxidarse”, dijo el eximio modisto en alguna ocasión. Una máxima que sostuvo trabajando hasta el último momento (vistió a la abogada Amal Alamuddin, la flamante esposa de George Clooney) y antes designó como diseñador de su firma a Peter Copping, ex director creativo de Nina Ricci.
Hijo de madre dominicana con raíces hispanoitalianas y padre puertorriqueño, nació en 1932 en República Dominicana. Su niñez estuvo atravesada por el color, las flores y la luz del Caribe, al cual siempre consideró vital para sus momentos creativos. Con sólo 17 años no tardó en irse a Europa a formarse como artista. Intentó ser un pintor abstracto, pero dio el primer paso como ilustrador de moda cuando diseñó el vestido de la puesta de largo para Beatrice, la hija del embajador estadounidense en España que apareció en la tapa de la revista Life. Así fundó su fama. Poco después se sumó al taller madrileño de Balenciaga, quien actuó como su primer mentor, trabajó para Lanvin en París y, con ese bagaje, llegó a Nueva York en 1963 para trabajar con Elizabeth Arden. Enseguida, sus elegantes creaciones, concebidas mediante un audaz pero medido empleo del color, enamoraron a las damas de la alta sociedad neoyorquina y fueron admiradas por varias generaciones de mujeres en todo el mundo.
“Ser un buen diseñador es tener los ojos muy abiertos”, dijo quien fuera director creativo de la línea de Alta Costura de Balmain desde 1992 a 2002, aunque sin descuidar su propia firma, creada en 1965. En ambas supo trasladar los mismos valores y la misma filosofía creativa que siempre guió su imaginario estético: la elegancia clásica, el equilibrio de las formas y un cierto encanto burgués.
A su brillante currículum se sumó otra línea, la que escribió su trabajo como diseñador de cuatro grandes primeras damas: Jacqueline Kennedy, Nancy Reagan, Hillary Clinton y Laura Bush. Pero también vistió a las celebrities y modelos más requeridas de la alfombra roja, que fueron las que realmente lo encumbraron a lo más alto de la moda. Entre ellas, a Madonna, Jennifer López, Penélope Cruz, Sandra Bullock, Amy Adams, Natasha Poly, Karlie Kloss, Taylor Swift y Sarah Jessica Parker, quien lució en la pasada gala del Museo Metropolitano de Nueva York (Met), un espectacular diseño en blanco y negro con su firma estampada en rojo en la cola del vestido.
Eso sí, coronó su habilidad para codearse con las mujeres más icónicas al entablar una profunda amistad con la “impenetrable” Anna Wintour, la editora de la revista Vogue USA. Se sabe que el modisto fue una de las pocas personas por las que ella mostró su lado afectivo y, leyendo el obituario que escribió en la versión digital de la revista, dejó bien en claro la adoración que le tenía.
En el mismo escribe sobre la amistad y el amor. Del Óscar de la Renta al que le gustaba jugar dominó con los integrantes de su equipo, al que le gustaban las cenas multitudinarias, que bailaba y que nunca tuvo miedo de su enfermedad. También cuenta un poco sobre la relación con su esposa Annette y la extraordinaria historia de amor que compartieron. Escribe que, días antes en el hospital, él le dijo que su mujer nunca usaba las joyas que él le regalaba y que ella le respondió: “Si te tengo a ti”.
Para Wintour, Óscar fue el mejor amigo que cualquiera pudiera desear. Él decía: “acepta a tus amigos por lo que son, no por lo que quieres que sean”. Finalmente, el diseñador la despidió con un “I love you”, a lo que ella respondió “I love you back”.
REY DE CORAZONES
Con sus creaciones supo tocar la fibra sensible y los sueños de las mujeres. Así lo hizo con su última colección primavera-verano 2015 que presentó en la Semana de la Moda de Nueva York. En ella, el estilo chic de la Gran Manzana dijo presente a través de sofisticados y elegantes vestidos midi, vestidos con corte lady y encaje, shorts con pinzas, faldas tubo, zapatos planos y diseños que realzaron la figura femenina. Todo en una paleta romántica de colores pasteles como verde, rosa y violeta que amalgamó con dorados y creaciones en blanco y negro.
“Yo diseño ropa para que las mujeres la lleven. No estoy interesado en tácticas de choque. Sólo quiero hacer prendas bellas‘, dijo Óscar de la Renta en 1960 al Palm Beach Daily News.
Su línea del prêt-â-porter nupcial así lo ilustra. Su sello Upper East Side, con un toque latino, se traducía en vestidos de ensueño, con delicadísimos encajes, flores de guipur (De la Renta amaba las flores por sobre todas las cosas) y proporciones siempre majestuosas. El de novia es uno de los vestidos más importantes en la vida de cualquier mujer y el diseñador así lo entendía.
El imperio del dominicano también abarcó una línea de accesorios, ropa para chicos, perfumes y hasta deco para el hogar. En todos conjugó ese dominio de la elegancia que cultivó desde sus inicios y por el que recibió multitud de premios a lo largo de su carrera, como la Medalla de Oro del Spanish Institute, la “Aguja de Oro” o el máximo reconocimiento del Consejo de Costura del Instituto de la Moda en Nueva York, del que había sido presidente entre 1973 y 1976. Esto sumado a que fue nombrado dos veces Presidente del Consejo de Diseñadores de América durante los 70’s y 80’s, un honor por su extensa y exitosa carrera como diseñador. Elegancia, saber estar, equilibrio… las claves de su papel como modisto.
En julio de este año hasta fue objeto de homenaje en la retrospectiva Óscar de la Renta: “Cinco décadas de estilo”, celebrada en la Biblioteca y Museo Presidencial George W. Bush, en Dallas. Allí se exhibieron más de 60 de sus mejores diseños, entre ellos, el elegante vestido a la rodilla con abrigo que usó la ex primera dama Laura Bush en la ceremonia de juramentación de su esposo en el 2005.
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“Una de las cosas maravillosas sobre su ropa es que una puede usarla una y otra vez”, dijo ésta el día de la inauguración. Y agregó: “siguen estando de moda después un año y además están confeccionados de un modo tan hermoso que duran mucho tiempo”.
Por si todo esto fuera poco, los diseños de quien fuera uno de los últimos couturiers de la Antigua Escuela también habían sido expuestos en el 2013 en el Centro Presidencial William J. Clinton en Little Rock, Arkansas. La colección incluyó el traje sastre verde azulado que Hillary Clinton usó cuando fue juramentada como senadora.
Capítulo aparte merece su labor filantrópica, especialmente con los niños huérfanos dominicanos en la institución La Casa del Niño, que le valió el premio Isabella Graham.
Uno de los últimos homenajes que recibió fue la Medalla de la Excelencia del Carnegie Hall y, en esa ceremonia, Julio Iglesias le dedicó un concierto entero y le dijo: “Nunca en la vida he conocido a alguien con tanta fuerza para luchar como Oscarito (como él lo llamaba)”.
Casado en dos ocasiones, primero con Françoise de Langlade y luego con Annette Engelhard, siempre dijo que la mujer más bella del mundo, no obstante, había sido Ava Gardner, a la que pudo saludar una vez en una corrida de toros en Madrid cuando era un joven anónima.
EL LITORAL