03 Aug El valor de un sistema generativo saludable
Por Miguel Terlizzi
Un sistema compuesto por accionistas, clientes, colaboradores y proveedores estará o no en equilibrio dependiendo del grado de satisfacción que cada parte logre en sus resultados individuales. Bastará que al menos una parte no esté en equilibrio para que el sistema sea disfuncional. De no balancearse, no hará sustentable el negocio en el mediano ni el largo plazo. Por el contrario, cuando las cuatro partes logren estar en equilibrio, el sistema empresarial puede dar comienzo a la construcción de un sistema generativo saludable donde intervengan más partes.
Denomino Núcleo Básico de un Sistema Generativo Saludable (SGS), en este caso empresarial, al conformado por: clientes, colaboradores, proveedores y accionistas, quienes logran, individualmente y en conjunto, niveles de satisfacción que superan el mínimo esperado por los accionistas. Ese mínimo representa un grado de equilibrio que garantice a cada parte niveles de satisfacción conforme a estándares aceptables.
En este sentido, una manera práctica de aplicar ese modelo es emplear la siguiente metodología:
1. Establecer el alcance, el límite preciso y las partes que conformarán el sistema.
2. Determinar, para cada parte del sistema, los factores, aspectos clave e intereses más representativos
3. Ponderar en porcentajes las partes y el sistema en su conjunto mediante una distribución porcentual. Se busca establecer prioridades, para determinar cómo deberán lograrse los resultados en términos de equilibrio y sustentabilidad.
4. Por último, ponderar cada parte del sistema como un subsistema, asignando un porcentaje determinado para cada factor, aspecto clave o interés.
Por ejemplo, medir el índice de satisfacción de los colaboradores y obtener el 75% de respuestas positivas de un estudio de clima laboral, tener un índice de satisfacción de los clientes del 70%, ganancias que superaron un 5% lo presupuestado, y los proveedores dispuestos a acompañar como aliados estratégicos habla de un SGS equilibrado.
El orden de logros es indistinto, ya que las partes deben alcanzar un estado de equilibrio, que no significa pensar en que el máximo porcentaje del sistema en conjunto sea del 100%, sino del 100% de cada parte. En consecuencia, un sistema compuesto de cuatro partes tiene un potencial de equilibrio máximo del 400%.
Cuando se logra que el núcleo básico de un sistema esté en equilibrio, se obtiene un SGS. Así, la empresa está en condiciones de pensar en los Resultados Extraordinarios, Sustentables y Equilibrados (RESE).
Ahora bien, si a la hora de pasar de la idea a la acción logramos ganancias superiores a las esperadas, clientes parcialmente satisfechos, colaboradores que se desempeñan en términos promedio cumpliendo con las expectativas esperadas y proveedores que están dispuestos a abastecernos pero no serán seguros, ya que negociarán con quienes mejor satisfagan sus intereses, el resultado del sistema, si bien es generativo y saludable, el bajo nivel de equilibrio en alguna de las partes hará que no sea sustentable en el tiempo. Por tal motivo, es indispensable acordar con los accionistas un índice mínimo de satisfacción para cada parte del sistema.
El resultado del SGS: clientes, colaboradores, proveedores y accionistas felices es el modelo de sustentabilidad y equilibrio al que toda empresa que quiere alcanzar RESE debería aspirar. Es la ecuación más simple y básica de un SGS, y conforma el núcleo central que aglutina a las demás partes del sistema: comunidad, sindicatos, organismos de poder, y da lugar a que la sustentabilidad y el equilibrio del sistema ampliado pueda existir.
EL CRONISTA