04 Jun El mismo origen, la misma ambición
Por Martin Nuñez
La ciudad de Akron queda en el condado de Summit que a su vez pertenece al estado de Ohio, ubicada al noroeste de Estados Unidos. Es una de las que más sufre la crisis industrial del país y el número de habitantes ha caído hasta niveles de 1900: son 199.110, según el último censo. Se estima que un 35,4% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Akron está separada a una hora de distancia de Cleveland. Y es conocida por ser la ciudad natal de LeBron James. Y la de Stephen Curry.
Los dos nacieron en el Akron General Medical Center: James en 1984 y Curry en 1988. Los dos son las grandes figuras de la NBA y a partir de hoy estarán frente a frente en la final de la liga estadounidense de básquetbol. LeBron con el equipo de la ciudad, Cleveland Cavaliers, y Steph con la franquicia que confió en él, Golden State Warriors.
King James llega en su mejor momento de la temporada: viene de liderar a su equipo en la barrida por 4-0 sobre Atlanta Hawks y será el primer jugador de la historia (que no es de Boston Celtics, que jugó diez finales consecutivas) en disputar cinco finales de manera consecutiva. Esta será la sexta en su carrera. Con los Cavs cayó ante los San Antonio Spurs por 4-0 en la temporada 2006/2007, pero ya con la camiseta de Miami Heat siempre fue finalista: perdió con Dallas Mavericks en la 2010/2011, le ganó a Oklahoma City Thunder en 2011/2012, a los Spurs en la siguiente edición y cayó con los de Manu Ginóbili en la pasada temporada.
Pero el desafío de James es mucho más grande, porque dejó el lujo y el glamour de Miami para regresar a su casa, a Cleveland, con el objetivo de devolverle la alegría a su ciudad. “La decisión no tiene nada que ver con el básquet. Quiero que los chicos del noreste de Ohio se den cuenta de que no hay mejor lugar en el que crecer”, dijo cuando se lo criticó al abandonar los Heat.
Ahora, a los 30 años, está cerca de cumplir con su sueño en la temporada de su regreso. Comenzó con los Cavs siendo un jugador muy individual, con 30 puntos por partido y tomando demasiadas decisiones apresuradas, errores de novato. En Miami no solo comenzó a llenarse los dedos de anillos de campeón sino que aprendió a jugar en equipo al lado de Dwyane Wade y Chris Bosh. Volvió a Cleveland siendo un jugador completo, con 25 puntos de promedio, ocho rebotes, 7,4 asistencias y 1,6 robos de balón.
Curry está en el esplendor de su carrera a los 27 años y con su premio de MVP de la temporada regular aún caliente entre sus rápidas manos. Nació en Akron cuando su padre Dell jugaba en los Cavs (tan sólo estuvo una temporada). Pero para Steph también es una especie de revancha porque nadie confiaba en él cuando era pequeño, ni siquiera su padre, quien le auguraba un futuro en el básquet europeo. Demostró que se equivocaban y apunta a más: llevar a los Warriors a su segundo título en la historia. El primero fue en 1975 cuando la franquicia de San Francisco sorprendió con un 4-0 a los Washington Bullets.
Curry, de 1.91 metro de altura, lideró al equipo del técnico novato Steve Kerr a realizar la mejor campaña en la historia de la franquicia con apenas 15 derrotas de 82 partidos. Tuvo un promedio de 24 tantos, 4,5 rebotes y 7,7 asistencias. En la elección de MVP le ganó con 100 votos a James Harden (Houston Rockets), que tuvo 25, y a James, que sumó cinco.
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