José María Castiñeira de Dios: poeta y militante fundacional del PJ

José María Castiñeira de Dios: poeta y militante fundacional del PJ

Poeta, militante del justicialismo desde el inicio de la carrera política de Juan Domingo Perón, ferviente católico, experto en marketing, José María Castiñeira de Dios murió anteayer, a los 95 años.
Su poema “Eva Perón” vuelve a tener vigencia y seguramente también el origen de su inspiración. En 1962, Castiñeira de Dios escribió “Dice, desde el Cielo/ «Volveré y seré millones»/Aunque la muerte me tiene/presa entre sus cerrazones/Yo volveré de la muerte,/volveré y seré millones”.
La frase inicial del poema fue repetida hasta el cansancio por la militancia peronista, especialmente por los Montoneros, que al enfrentarse con Perón y la persecución de la Triple A le reclamaban, ya en el ocaso de la vida del líder, que se había alejado de los postulados políticos iniciales que supo compartir con su compañera de vida y de la política.
Aquella frase, que hoy se repite hasta fuera de todo contexto, parece pertenecer a Howard Fast, autor de Spartacus. Y muchos cinéfilos recordarán al personaje encarnado por Kirk Douglas recitarla en su agonía en la película homónima.
Más allá de la frase antológica, que hasta el periodista y experto en sindicalismo argentino Santiago Senén González le reconoció como propia a Howard Fast, deja Castiñeira de Dios una trayectoria militante y consecuente con sus ideas.
Había nacido en Ushuaia el 30 de marzo de 1920, en un hogar donde la lectura siempre estuvo presente. Fue su madre la que inspiró su amor por la literatura, y su profesor de escuela Leopoldo Marechal, el que contribuyó a signarle la poesía como expresión. “Marechal fue una gran revelación. Me transmitió su pasión por la Patria en las clases de Geografía”, recordaría Castiñeira de Dios ya en su adultez.
A los 18 años, participó de los Juegos Florales de Bahía Blanca, donde un jurado integrado por Ángel Battistessa, Francisco Luis Bernárdez y Eduardo Mallea descubrió sus dotes poéticas. A los 20 años, su poema “Elegía del clavel” se publicó en el suplemento literario de LA NACION, que dirigía Eduardo Mallea. A los 21 años, con su poema “Del ímpetu dichoso” ganó el Primer Premio Municipal de Literatura junto con Manuel Mujica Lainez y Silvina Bullrich.
Castiñeira de Dios integró el núcleo fundador del justicialismo y acompañó desde distintos cargos políticos las gestiones de Juan Domingo Perón y Carlos Menem. En 1945 presidió la junta pro candidatura de Perón y fue subsecretario de Cultura durante su primer mandato presidencial, y luego dirigió el Instituto Nacional Sanmartiniano.
Acompañó junto a otros autores la presentación de La razón de mi vida, el libro autobiográfico de Eva Perón. Y, después de la Revolución Libertadora, en 1955, fue nombrado por Perón integrante del Comando Táctico en la Resistencia.
La misma pasión que dedicó a las letras y al peronismo Castiñeira de Dios la puso en la actividad privada. Fue responsable de campañas publicitarias para las heladeras Saccol, los caldos Knorr Suiza y el té Cross & Blackwell, y ocupó cargos gerenciales en Fiat, Nestlé y McCann Ericson.
Con el regreso de Perón al país, a quien acompañó en el vuelo desde Roma, ocupó la Secretaría de Prensa y Difusión y luego integró el directorio del Fondo Nacional de las Artes.
Durante el primer mandato presidencial de Carlos Menem fue director de la Biblioteca Nacional y secretario de Cultura de la Nación. En el segundo mandato, fue el primer director de la Oficina de Ética Pública, tarea que compartió con Nora Liliana Gorrochoategui de Sosa Mendoza, integrante de la ONG Conciencia.
Autor, entre otras obras, de Campo sur, El leño verde, Del amor para siempre, fue presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y miembro honorario de la Academia Argentina de Letras. Fue distinguido como Personalidad Destacada de la Cultura y Mención de Honor Domingo Faustino Sarmiento, que otorga el Senado de la Nación.
Sus familiares, entre quienes se cuentan sus dos hijos, José Luis (músico y ex funcionario de Jorge Coscia) y Elena, seis nietos, seis bisnietos, y amigos y allegados despedirán sus restos hoy, a las 11, en el cementerio parque Jardín de Paz, de Pilar.
LA NACION