Escándalo en el escrutinio de Santa Fe

Escándalo en el escrutinio de Santa Fe

Por Germán de los Santos
Juan Carlos votó en la mesa 4248 en la zona norte de Rosario y el lunes quiso ver el resultado del escrutinio en la escuela San Luis. Pero la web oficial mostraba que nadie había sufragado allí. Este caso se repitió en 807 mesas en toda la provincia de Santa Fe, que no fueron cargadas al escrutinio provisorio. La polémica se desató porque en la página del gobierno santafecino figuraba que habían sido contadas el ciento por ciento de las 7628 mesas en toda la provincia.
El escrutinio en las PASO del domingo no sólo fue lento. Ahora quedó teñido de sospechas. Cuatro partidos políticos -entre ellos el Frente Justicialista para la Victoria- denunciaron ante el tribunal electoral “serias irregularidades” en el conteo de los votos. Faltan escrutar unos 200.000 sufragios, que representan el 10% de los votantes.
El gobernador Antonio Bonfatti admitió ayer que “puede haber variantes” en el escrutinio definitivo, que se iniciará hoy y tardará una semana.
Mario Barletta, candidato de la UCR, que perdió las internas frente al socialista Miguel Lifschitz, dijo que el gobierno provincial hizo un verdadero “zafarrancho” en los comicios. Desde PRO plantearon que tenían “dudas con el sistema informático”.
La polémica se disparó anteayer cuando, después de un lento conteo de votos, que terminó cerca de las seis de la madrugada, apareció en la web oficial que se habían escrutado el 100% de los sufragios, que totalizaban 7628 mesas en toda la provincia. De acuerdo con la información de la web www. elecciones.santafe.gov.ar, el domingo pasado votaron 1.694.775 electores de un total de 2.573.431, lo que representa el 65,86% del padrón.
Con el correr de las horas, los interrogantes empezaron a corporizarse en denuncias por supuestas irregularidades en el escrutinio. El primero que notó este problema fue el candidato a diputado por el Frente Social y Popular Carlos Del Frade. Luego se sumaron a esta postura Omar Perotti y Alejandro Ramos, integrantes de la fórmula del Frente Justicialista para la Victoria, y Octavio Crivaro, del Frente de Izquierda, entre otros. También surgieron críticas de parte de la UCR y Pro. Lo que plantearon es que había mesas sin escrutar. No se sabía la cantidad de votos que faltaba contar hasta que ayer José María Velázquez, de la Secretaría de Tecnologías de Gestión, según publicó el diario El Litoral, aportó los datos que faltaban.
El funcionario dijo que en el escrutinio publicado en la web oficial (donde figura contado el ciento por ciento de los sufragios) faltaba incluir 807 mesas que “no pudieron ser contabilizadas” por distintos motivos, entre ellos, porque “hubo problemas con las líneas de fax”. En definitiva, las más de 800 mesas que aún resta contar totalizarían -según reconocieron en el gobierno- unos 200.000 votos. Hay 657 mesas que no fueron informadas y 150 que fueron anuladas porque existían diferencias entre los telegramas y las actas. Hay 438 mesas que pertenecen a la zona sur de la provincia, entre las que se encuentran 333 que son de Rosario. Y 219 donde hay votos del centro norte santafecino.
El dilema que persiste hasta que hoy comience el escrutinio definitivo -que va a tardar una semana- es que el resultado de la elección puede variar, porque hubo gran paridad entre algunos candidatos, sobre todo en la categoría de diputados provinciales. Según lo publicado en la página oficial, Perotti obtuvo 327.126 votos, y quedó a 8682 sufragios de ganarle a Lifschitz y quedar segundo, detrás de Miguel Del Sel. Por eso el marcado interés del peronismo, que pretende que se cuenten todas las cruces que se marcaron en las boletas.
En el gobierno se atajan al señalar que en las PASO de 2013 “no se recibieron el 8,3% de los telegramas, mientras que en las generales del mismo año no llegaron el 2,6%”. Pero la diferencia es que oficialmente no se informó que se había escrutado el 100% de los votos, como ocurrió ahora. “Va a haber modificaciones en el resultado, por eso somos prudentes”, afirmó la secretaria electoral Claudia Catalín.
Bonfatti admitió que existieron “inconvenientes” en el escrutinio, pero evitó hablar de “irregularidades”. Y dejó picando que “puede haber variantes” en el resultado. Desde el propio Frente Progresista arreciaron las críticas sobre la “desprolijidad” del recuento, que abre sospechas de todo tipo en los diferentes espacios políticos. Barletta advirtió que en el gobierno provincial “han hecho un zafarrancho en el escrutinio”. “Si fuera gobernador ya hubiera pedido dos renuncias por lo menos. No se puede decir que está el ciento por ciento de los resultados y al día siguiente decir que faltan 800 mesas”, sentenció.
Héctor Cavallero, candidato a diputado del FJPV, sostuvo que “existen fundamentos para dudar del resultado de las elecciones primarias”. Federico Angelini, jefe de campaña del macrismo en Santa Fe, admitió que “había dudas de los apoderados por el sistema informático”.
LA NACION