Hora de vino blanco

Hora de vino blanco

Al pensar en grandes vinos, muchos piensan inmediatamente se vuelca hacia los tintos. Sin embargo, existen muchos blancos de gran nivel, tanto en Argentina como en otros países, dispuestos a cautivar consumidor. Alemania, Austria, Nueva Zelanda, varias regiones de Francia como Alsacia, la Bourgogne, el Valle del Loire; son productores de grandes vinos blancos con una gran diversidad de estilos: desde los Sauvignon Blanc cítricos con notas tropicales de Nueva Zelanda; pasando por los longevos y complejos Rieslings de Alemania, hasta los Chardonnay intensos, untuosos y de gran volumen de la Bourgogne.
En Argentina se pueden encontrar una interesante diversidad de estilos. En primer lugar destaco nuestra variedad blanca insignia: Torrontés. Esta uva, cruce entre Moscatel de Alejandría y Criolla, produce vinos de gran intensidad aromática, con notas a uva fresca, flores blancas y frutas exóticas. Se encuentra prácticamente en cualquier región productora de vinos de nuestro país desde la Patagonia hasta los Valles Calchaquíes. Ha demostrado una gran adaptabilidad y según donde se la plante cambiará un poco su estilo.También existen ejemplos muy recomendables de vinos espumosos, cosechas tardías y hasta algún vino fortificado (con alcohol agregado, como un Oporto o un Jerez) elaborados con esta cepa. Veamos:
Familia Schroeder Deseado Torrontés Dulce Natural ($ 75). Un vino espumoso 100% Torrontés elaborado por la bodega Familia Schroeder en San Patricio del Chañar, Neuquén. A diferencia de otros espumosos, se elabora con un método bastante antiguo, en el que se conserva el gas de la primera fermentación. Tiene toda la intensidad aromática propia de la variedad, acompañada de un dulzor que no empalaga y una acidez fresca. Ideal como aperitivo o con postres a base de frutas frescas, usarlo como base para un clericot o terminar algún cocktail.

Collovati Torrontés 2013 ($ 86). Javier Collovati es un productor del Valle de Famatina, en La Rioja. Su Torrontés es muy expresivo, con las clásicas notas de uva fresca y flores blancas. En boca es bastante amplio y tiene un dejo de rusticidad que lo diferencia de otros ejemplares de estilo moderno. Con empanadas salteñas picantes.

Laborum Cosecha de Otoño Torrontés 2012 ($ 125). Siempre vale la pena pagar un poquito más por un buen vino de cosecha tardía. La primer diferencia que vamos a notar es cómo se percibe el dulzor. En un cosecha tardía bien hecho el azucar no nos empalaga, sino que se equilibra con la acidez para otorgarle al vino otra dimensión. El clima de Cafayate permite dejar más tiempo las uvas en la planta para que concentren un mayor contenido de azúcar sin correr demasiados riesgos de contraer enfermedades de hongos.

Familia Zuccardi Solería ($ 250). Vino casi único en su estilo en Argentina. Se hace a partir de uvas Torrontés de Santa Rosa, Mendoza. Durante la fermentación se le agrega alcohol destilado por la misma bodega a partir de vino Torrontés para interrumpirla y que el vino quede con unos 200 g de azúcar residual. Luego se lo envejece por algo más de tres años en barricas de roble al aire libre. Esto favorece la evaporación y concentración del vino. De ahí viene su color amarronado y sus notas que recuerdan a los higos secos, compota de frutas y frutos secos como las nueces y avellanas. Además de postres, va con quesos azules, quesos estacionados y, por qué no, con turrones y pan dulce.
Entre las variedades más “clásicas” a nivel internacional en Argentina podemos encontrar grandes ejemplos de Chardonnay, Sauvignon Blanc, y Semillón. Es importante prestarle atención a estas variedades ya que son las más conocidas y las más representativas en el mundo. Producir muy buenos vinos a partir de estas variedades ayuda a posicionar a la Argentina como un productor de grandes vinos en general, y no solo de algunas cepas.

Zorzal Eggo Blanc de Cal Sauvignon Blanc 2013 ($ 265). Este blanco es un gran ejemplo del potencial que tienen los Sauvignon Blanc del Valle de Uco, en Mendoza. Fresco y mineral, tiene la particularidad de haber sido criado en huevos de cemento con sus lías. Este proceso la aporta volumen en boca, para equilibrar la acidez vibrante propia de la variedad y el terruño.

Catena Zapata Adrianna Vineyard White Stones Chardonnay 2009 ($ 1050). ¿Vale la pena pagar este dinero por un vino blanco argentino? Probar este vino es darse cuenta de que sí, de que en el terroir indicado y con gran pasión y dedicación Argentina puede presentar blancos de talla mundial. Este Chardonnay viene de un viñedo ubicado en Gualtallary, Tupungato, a 1400 msnm. Se utiliza exclusivamente un lote que fue parte del lecho de un río y el suelo está formado por una capa de rocas blancas calcáreas. El tipo de suelo y el condicionamiento del clima debido a la altura le aportan una mineralidad y complejidad digna de los grandes Chardonnay de la Borgoña, pero con estilo Argentino.

Mendel Semillón 2013 ($ 170). Lamentablemente la variedad Semillón está en franco retroceso en Argentina, pero esto no quita que haya algunas bodegas que casi con porfía sigan haciendo excelentes vinos de esta cepa. El Mendel Semillón es un blanco elegante, con notas de fruta blanca, hierbas y algo de paso por madera. Ideal para pescados simples, mariscos y aves.
En estos últimos años se evidencia también una fuerte apuesta de varias bodegas por presentar vinos de latitudes y variedades poco habituales para la Argentina. Es parte del proceso natural de crecimiento de nuestra vitivinicultura. Los consumidores están cada vez más abiertos a probar vinos distintos, estilos poco usuales y técnicas de elaboración innovadoras. El trabajo de las bodegas, entidades como Wines of Argentina, la Asociación Argentina de Sommeliers y otras tantas que nuclean a profesionales de la industria del vino buscan difundir el gran trabajo que se viene haciendo para mejorar cada día la calidad del vino argentino desde la uva hasta la copa.

Silos Riesling – Gewürztraminer 2013 ($ 102) Este vino blanco de corte se elabora en Chapadmalal, provincia de Buenos Aires. Es uno de los pocos vinos de clima marítimo que encontramos en Argentina, ya que la enorme mayoría de la producción de vino se hace a lo largo de la cordillera de los Andes. Es un blanco de aromas exóticos, intenso y de acidez refrescante. Muy recomendable para los que quieran probar un blanco diferente.

Caelum Reserva Fiano 2012 ($ 115) Esta variedad originaria de Campania, en Italia, se adaptó muy bien al terroir de Agrelo, Luján de Cuyo. Es un blanco seco, fresco, con notas de manzana verde y florales.
Los vinos blancos conviene beberlos frescos (entre 8° Cy 10° C) y no helados, para no apagar sus aromas.
TIEMPO ARGENTINO