Griffa: maestro del fútbol y la vida

Griffa: maestro del fútbol y la vida

Por Nahuel Lanzillotta
-¿Cuándo cumple los 80?-Yo no los cumplo nunca, ja.
-¿De qué edad se siente?-Si me llaman para correr, todavía no estoy en mi mejor momento porque hace dos meses me operaron de los ligamentos cruzados de la rodilla. Jugué mucho tiempo con los ligamentos rotos. Ahora, si me llaman para pensar creo que puedo ayudar porque tengo una gran experiencia.
-¿Antes de operarse seguía corriendo?-Y… Siempre me prendía a jugar con los chicos y dar ciertos argumentos futbolísticos a través de la práctica.
El 7 de septiembre, Jorge Griffa cumplirá los 80, aunque mental y físicamente tenga varios años menos. El Maestro no descansa y, mientras escribe su segundo libro, se entusiasma con su nuevo desafío: hacer en el fútbol juvenil de Independiente (junto a Abel Alves) lo mismo que logró en Newell’s y en Boca. Martino, Bielsa, Valdano, Batistuta, Balbo, Tevez, Gago, Battaglia y Banega fueron solamente algunos de los nombres que levantaron vuelo propio bajo su formación. Su historia y su vigencia conviven en la charla con Clarín.
-¿Qué lo motiva para seguir trabajando?-Yo nunca estuve sin trabajo porque he estado dando cursos en el interior del país a los que enseñan el desarrollo de la enseñanza. La vida y el fútbol me dieron una serie de conocimientos que los muchachos jóvenes no los tienen y yo se los vuelco a ellos. También uno puede ayudar a los directivos, que a veces están un poco alejados de los conocimientos que deben tener para el fútbol amateur. Ahora voy a ir por el interior a ofrecerles a los clubes de las ligas una actualización de su fútbol amateur con tecnología y con mis conocimientos de media vida a cambio de que los jugadores que tengan un futuro promisorio vengan a Independiente. Esto ya lo expresamos en Newell’s y así el club se sentó en la mesa de los grandes. Luego, también lo llevamos a Boca. No es ninguna metodología extraña, es lo que nos enseñó el fútbol. Y ahora lo haremos en profundidad en Independiente.
-¿Y cuál es la primera evaluación que hace de los juveniles de Independiente?-Estoy observando, analizando y tomando nota. Tengo una orientación interesante. Independiente tiene pocos chicos porque hay que enriquecerlo. Pero tienen buena técnica y velocidad. Les falta el pensamiento y la mentalidad del jugador ganador. Esto es lo que vi de entrada en los primeros entrenamientos. Si de la nada hicimos en Newell’s las mejores inferiores del país en su momento y en Boca logramos lo mismo, debemos hacerlo en Independiente.
-¿En cuánto tiempo cree que se podrá alcanzar estos objetivos?-Primero hay que conocer el club y ver cómo está. Si empezás de cero, para que llegue un jugador del fútbol infantil al profesional son siete u ocho años. Del fútbol juvenil al profesional son tres o cuatro años. No creo que en Independiente arranquemos todo de cero, pero tampoco se puede resolver todo de la mañana a la noche.
-¿Cambió mucho el jugador juvenil en todos estos años?-Principalmente, cambió el contexto que rodea al juvenil y eso a veces puede resultar muy peligroso. El problema en muchos casos es el asunto familiar. A veces, la familia ejerce, consciente o inconscientemente, una presión sobre el chico que éste no puede superar y esto lo termina limitando.
-Usted dice que los padres ven en su hijo una posible salvación económica y eso termina perjudicando al juvenil.-Sí, suelen suceder ese tipo de situaciones. Por eso hay que tener contacto con la familia y hacerle saber el riesgo que se corre si se lo llena de presiones al chico. De parte nuestra, al juvenil no se le debe exigir ganar, se le debe enseñar a ganar. Se le deben dar los argumentos para prepararlo a ser exitoso.
-Hoy se mira más el resultado de los partidos de inferiores que cómo juegan. ¿Cree que está bien eso?-Nosotros no podemos estar al lado de jugadores que no tengan el deseo de triunfar. Y no podemos contar con chicos que están permanentemente perdiendo, porque ese no es el camino. Por eso hay que darles argumentos para llegar al éxito. Y para eso, los que enseñan, los entrenadores, tienen que estar preparados.
-Además del contexto, también cambió el fútbol a lo largo de estos años…-(Interrumpe) Yo no creo que haya cambiado tanto. Yo traje de Europa el cambio de mentalidad del jugador argentino. El esfuerzo, el sacrificio, el deseo de superación. Estas situaciones no estaban en el libro del desarrollo de los jugadores juveniles.
-Pero hay puestos en los que es cada vez más difícil encontrar buenos jugadores. Los laterales, por ejemplo. El enganche parece ser una especie en extinción. ¿Por qué hay carencia en estos puestos?-Antes sobraban los defensores. Ahora no hay. Antes los chicos que se venían a probar se acomodaban en un puesto y le metían para adelante. Ahora se piensa en lo económico y se dice que los delanteros valen más. Y esto repercute en el juego. De cualquier manera, siempre hay jugadores que pueden cambiar de puesto. En Boca, Gago estaba desperdiciado como enganche y lo tiré de 5. Roncaglia era un delantero limitado y le dije que podía ser un buen defensor por su temperamento y su capacidad. Es decir que nosotros, los formadores, tenemos que estar olfateando estas situaciones. Los docentes tenemos que ser observadores. Hay que empezar por los principios básicos del juego: pase, recepción, conducción, cabeceo y tiro al arco. ¡No hay más que eso, viejo! Dale con todo a eso primero. Después sí, se pasa a los movimientos tácticos de ataque y defensa.
CLARIN

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