08 Feb “Trabajar con Brad es grandioso”
Con el foco puesto en los difíciles sucesos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial, a mediados de enero llegó a las pantallas de cine locales una de las películas más esperadas de los estrenos de fines del 2014. Estamos hablando de Corazones de hierro (Fury, en su idioma original), una producción escrita y dirigida por David Ayer, que aborda un día en la vida de la tripulación de un tanque Sherman.
Don “Wardaddy” Collier, interpretado por Brad Pitt, es el comandante del tanque, mientras que el ascendente Logan Lerman personifica a Norman Ellison, un joven sin experiencia en combate que es enviado al tanque de “Wardaddy” para sustituir al copiloto muerto en combate.
En ese contexto, Ellison llega como un chico inocente y es la obligación de “Wardaddy” transformarlo en un asesino. Si falla, la candidez de Ellison probablemente lo conducirá no sólo a su propia muerte, sino también de toda la tripulación del tanque. “Wardaddy” sabe que para que él y sus hombres sobrevivan deben funcionar como asesinos a sangre fría.
En cuanto al director del film, a David Ayer se lo conoce por haber escrito y dirigido En la mira, una producción que exigió un alto nivel de realismo en relación a los mundos que situó en la pantalla, así que en relación con esta nueva película buscó que la tripulación del tanque se viera y se sintiera como un grupo de hombres que compartió increíbles atrocidades y peligros.
Para fomentar esta intensidad, sometió a todos sus actores a un arduo calendario de preproducción. Junto a Brad Pitt y Logan Lerman en los roles principales, también encontramos en la tripulación del tanque al artillero Boyd Swan (Shia LaBeouf), el cargador Grady Travis (Jon Bernthal) y el conductor Trini García (Michael Peña).
“El guión es maravilloso. Fue una lectura estupenda y los personajes son excepcionales. Es la primera vez desde que trabajé en Las ventajas de ser invisible que sentí la necesidad de hacer esto de inmediato, así que me comprometí totalmente en el proceso. A medida que me hago mayor, siento que los roles son mejores, y éste fue en definitiva verdaderamente bueno”, dice Lerman en relación a sus deseos de trabajar en este film.
–¿Norman fue un personaje complicado de interpretar?
–Interpretarlo fue difícil. Norman llega en una situación horrible y después todo empeora. Está en un profundo estado de miedo y ansiedad, así que mantener ese estado fue arduo. También lo fue interpretar ciertas características y eso fue parte de lo complejo del rol, porque la situación y las circunstancias eran difíciles. Es un joven que es arrojado a una situación de enorme responsabilidad y tener este conflicto moral es una perspectiva difícil de reflejar.
–¿Disfrutaste trabajar con Brad?
–Fue grandioso. Es un gran actor y es extremadamente generoso como persona. Aporta gran parte de sí mismo al proceso, es comprometido, dedicado y no pide muchas cosas. Estaba en el barro igual que todos nosotros. Me dio muchos consejos y también asesoría acerca de elegir a los realizadores. Por las películas que hizo, se puede ver que siempre elige a grandes cineastas. Lo escuché con mucha atención.
–¿Se volvieron amigos?
–En realidad pasé menos tiempo con Brad. Él es un poco mayor y tiene a su familia, así que yo socialicé más con los jóvenes. Y para propósitos de la trama era mejor que mantuviéramos siempre una distancia entre él y yo; deliberadamente mantuvimos esa distancia y un nivel de respeto. Gran parte de mis escenas más importantes fueron con Brad y tuvimos mucho trabajo juntos. Pero en la historia se supone que no nos agradamos. En realidad el líder del grupo y el hombre que estableció el ritmo de todo lo que hacemos fue Shia (LaBeouf) más que nadie.
–¿Fue tu película más difícil?
–Definitivamente esto es lo más difícil que me tocó hacer en mi carrera de cine. Fue la película más dura que realicé en todos los aspectos, pero también muy satisfactoria, más allá de que hice la preparación más intensa de mi carrera. David Ayer tiene la reputación de someter a sus actores a intensos procesos de entrenamiento.
–¿Qué tipo de entrenamiento?
–Hicimos mucho trabajo en los tanques, lo cual fue físicamente exigente. Tuvimos que armar un tanque, sacarlo del camino y después regresarlo a ese lugar. Eso fue terrible porque me había roto un brazo poco antes. Cuando hice la audición para esta película tenía el brazo enyesado, y al obtener el papel apenas estaba en recuperación. Iniciamos el entrenamiento y fue intimidante. Todos los actores son un poco mayores, tienen mucha más experiencia, y yo no tenía gran forma debido a mi brazo.
–¿Cuál fue la parte más difícil?
–Toda la experiencia fue extrema. La privación de sueño fue ciertamente lo más difícil de manejar. Dormíamos un par de horas. Nos levantábamos y teníamos que hacer todo este trabajo físico. Debíamos ejercitarnos en la pista de obstáculos dos veces al día y era arduo. En una ocasión tuve que hacerlo con una mochila en la espalda que tenía un enorme peso. Fue algo muy difícil porque nunca fui un tipo que esté en gran forma. Fue terrible.
–¿Cuánto sabías de tanques?
-Desempeñé mi puesto bien, o al menos pude hacer mi trabajo. Sabía cómo operar el tanque. Hay una larga lista de inspecciones que debe realizar mi personaje y lo hice bien. Soy el copiloto; debo hacer lo que me indique el conductor. Soy el ayudante de todos, ¡como el aprendiz!
–¿Cambió tu idea sobre guerras?
–Aprendí muchas cosas sobre la guerra; había factores que no sabía. No tenía muchos conocimientos sobre la Segunda Guerra Mundial. Sabía un poco, pero con esto tuve una detallada formación sobre la guerra en Europa y en África. Fue un proceso verdaderamente interesante.
–¿Fue útil el tiempo que pasaste con veteranos de guerra?
–Las historias de muchos veteranos me dieron una perspectiva de los aspectos psicológicos de ser soldado y la verdad acerca de lo que ocurre. Antes no había tantas repercusiones por las acciones de las personas. Mi personaje es el chico nuevo y su perspectiva es muy similar a la que yo tendría, en cierta forma.
–¿Hablaste con David Ayer acerca de sus experiencias militares?
–En ocasiones hablaba sobre sus vivencias en los submarinos. Estoy seguro de que gran parte de los aspectos y las cosas que hace un soldado novato fueron cosas reales, pero no hablamos de modo específico de la comparación entre esta película y sus experiencias.
–¿Qué admiras más de David?
–La forma en que controla las cosas en el set, de tal manera que no hay distracciones, no hay interrupciones y trabajamos constantemente. Se mete en tu cabeza y logra que descubras distintos aspectos de ti mismo y diversas facetas de tu personalidad, así que es un director único en ese sentido. Deseaba que siempre estuviéramos ligeramente confundidos y angustiados, inseguros. Yo sabía por su reputación que esto sería arduo. Había escuchado que en todas sus películas exige mucho y que era un trabajo difícil. Le dije desde el principio que estaba comprometido con su proceso, que me apasionaba el papel y que haría cualquier cosa que me indicara. Me comprometí al 100% y estuve dispuesto a explorar cualquier aspecto de mí mismo y de Norman. En muchas maneras, el proceso de David y su modo de trabajar con los actores fue lo más importante. Me cambió como actor en términos de mi forma de abordar los papeles, los guiones, la investigación y los ensayos. Trabajar en esta película de verdad remodeló esa parte de mí como actor. Fue una vivencia increíble.
TIEMPO ARGENTINO