19 Feb Marilyn, eterna: será la cara de una campaña de cosmética
Por Alfredo Dillon
Algún día la ciencia deberá investigar si el secreto de Marilyn se escondía en la melena dorada, en la mirada sensual y a la vez frágil, en las piernas que asomaban al levantar vuelo su vestido blanco, en los labios carmesí, o en ese lunar que Andy Warhol inmortalizó en un célebre díptico. Aunque lo más probable es que aquella aura irrepetible surgiera del conjunto: una composición perfecta que emanaba encanto.
Lo cierto es que, a más de 50 años del 5 de agosto de 1962 en que la encontraron muerta, la eterna Marilyn Monroe acaba de resucitar -como la divinidad que es- una vez más. Ahora la excusa es una nueva campaña de la firma multinacional de cosméticos Max Factor, que la eligió como embajadora (póstuma) de su marca, que durante este 2015 cumple 80 años.”Marilyn convirtió los sensuales labios rojos, la piel cremosa y los ojos delineados de manera espectacular en el look de belleza más famoso de la década de los 40 y ese look sigue dominando la industria de la belleza y la moda”, aseguró Pat McGrath, directora creativa de Max Factor, al lanzar la campaña.
La versión de la empresa de cosméticos es que Max Factor Junior -el hijo del fundador de la compañía- fue el artífice de la transformación de Norma Jean Baker, la simpática chica de pelo castaño oscuro, en Marilyn Monroe, la rubia fulgurante destinada a ser diva. Al parecer, ella era clienta del salón de belleza que Max Factor tenía en Hollywood Boulevard, en Los Angeles. A fines de los años 40 se produjo allí la gran metamorfosis de la actriz que unos años después, en 1953, protagonizaría “Los caballeros las prefieren rubias”. Allí también se selló el destino capilar de sus infinitas sucesoras, desde Madonna hasta la actriz Scarlett Johansson.
McGrath se detiene en la boca de Marilyn, que también supo obsesionar a Warhol: “El tono rojo Ruby Tuesday, inspirado en una de las barras de Max Factor favoritas de Marilyn, continúa siendo un color que otorga glamour al instante y uno de los tonos más populares, tanto para el maquillaje de los maquilladores profesionales como para el de las mujeres comunes”. La ejecutiva de Max Factor va más allá: afirma que sin el maquillaje y la tintura adecuados, el mito Marilyn no hubiera existido.
Para la mayoría de sus contemporáneos, en cambio, Marilyn tenía un ángel natural que la condenaba a ser la máxima estrella de Hollywood. “Lo que ella tiene, esa presencia, esa luminosidad, esa inteligencia deslumbrante, nunca podría salir a relucir en el escenario. Es algo tan frágil, tan sutil, que sólo la cámara puede captarlo. Es como un colibrí en vuelo: sólo la cámara puede congelar su poesía”, la definía su profesora de teatro en el famoso retrato de la diva que escribió Truman Capote.
Aquel carisma signado por el sexo y la tragedia siguió siendo fuente de negocios millonarios después de la muerte (ver “Esa rubia…”). La reciente tajada de Max Factor se suma a las que hace poco sacaron empresas como Dior o Chanel, que en una de sus últimas campañas desempolvó las célebres declaraciones de la actriz en las que confesaba dormir sólo con unas gotas de Chanel n° 5. Sin dudas, Marilyn es el sex symbol post mortem más rentable de la historia. Su vigencia desmiente la profecía que Pasolini le había dedicado en un poema: “Te llevarás contigo tu belleza, / desaparecerás como polvo de oro”.
CLARIN