Los bateristas pasan al frente

Los bateristas pasan al frente

Por Sebastián Ramos
Una verdad de trasnoche rockera dice que los bateristas son los primeros en llegar a los shows cargando su pesado y desmembrado instrumento y los últimos en irse tras el concierto, luego de desarmar la batería mientras el resto de la banda va tras la conquista de chicas. Otra sostiene que los bateristas son mudos y una más asegura que es el puesto menos reconocido en un grupo. Y a esto habrá que sumar los 32 bateristas muertos que aducen los Spinal Tap en su película, todos desaparecidos en disparatados accidentes. Pero los tiempos cambian y los días de ostracismo parecen quedar atrás para los bateros, que cada vez más cuelgan sus bombos y platillos para pasar al frente del escenario.
El mes pasado Dave Grohl volvió a tocar en el país para cerca de 40.000 personas con su banda Foo Fighters. El ex baterista de Nirvana compone, toca la guitarra y canta sus propias canciones y es hoy reconocido como uno de los músicos más influyentes de la escena rockera. Mientras se anuncia la tercera visita al país de la All Starr Band en cuatro años, con el carismático Ringo a cargo del micrófono, Phil Selway, baterista de Radiohead, habló con LA NACION sobre su segundo álbum solista. “Tardé mucho tiempo en definirme y convencerme de que podía cantar mis canciones”, dice el músico, que presenta Weatherhouse con una exitosa gira europea, al mismo tiempo que confiesa: “Nunca se me pasó por la cabeza dejar Radiohead”.
Para quien no lo reconozca, Phil Selway es ese pelado que apoya rítmicamente los delirios musicales de Thom Yorke y Jonny Greenwood en esa banda que tan bien retrató la vida moderna en las grandes ciudades llamada Radiohead. Lo hace desde 1985, buscando la base perfecta y el golpe justo para esos himnos de estos tiempos que marcaron a toda una generación. Diez años atrás, este baterista de formación intelectual (es profesor de Literatura y tiene estudios cursados en Matemática e Historia) decidió dar el paso al frente y componer sus propias canciones, que luego materializó en su álbum debut, Familial, en 2011. Tres años más tarde, Selway reincide en su carrera solista con Weatherhouse y horas antes de iniciar su gira europea habló con LA NACION acerca del traspaso del fondo al frente del escenario, de lo difícil que le resultó encontrar su voz y, por supuesto, de Radiohead.
En Weatherhouse Selway no sólo mantiene su ritmo preciso, sino que junto a sus nuevos compañeros de ruta, Quinta (Bat For Lashes) y Adem Ihan (Four Tet), parecen haber encontrado una dinámica sonora que puede tanto explorar el riesgo musical como afirmarse en melodías pop con solidez. “Creo que lo más difícil fue encontrar mi voz definitiva, algo que en Familial me parece no había hecho todavía.”
-¿Estas canciones surgieron de beats de batería o componés habitualmente con la guitarra?
-Comúnmente compongo con una guitarra acústica. Pasó bastante tiempo desde Familial y algunas de estas canciones aparecieron mientras estaba de gira o trabajando con Radiohead. Pero esta vez lo que hice fue tomar ese par de acordes que tenía y llevarlos al estudio para reimaginármelos desde mi punto de vista rítmico. Tocaba eso que tenía pero desde la batería, para encontrar los tempos, y era entonces cuando realmente la canción aparecía. Eso fue muy excitante, porque en el primer disco no había ni siquiera tocado la batería.
-¿Por qué? ¿Tenías miedo de sonar muy Radiohead?
-No, siempre voy a sonar Radiohead porque es parte de mí y no me sorprendería que algo del grupo se infiltre en mi música. Pero dudé de ponerles baterías pop a aquellas canciones y preferí darle otro ritmo. Ahora fue distinto y creo que, en cierto punto, traté de ser más auténticamente yo en este álbum, plasmar también una voz distintiva como baterista.
-¿Cuándo te diste cuenta de que querías componer y cantar tus propias canciones?
-No hace mucho, diez años atrás aproximadamente. Escribo canciones desde los 14, pero me llevó mucho tiempo tomar la decisión de cantarlas, no sabía realmente cómo hacerlo. Tardé mucho tiempo en definirme y convencerme de que podía cantar mis canciones. Además, ocurrió que Radiohead se fue haciendo cada vez más exitoso y en su momento decidí enfocarme en la batería.
-¿Pensaste en algún momento abandonar la banda?
-Hace muchos años que trabajamos juntos. Estar en Radiohead es fantástico y por el momento todo funciona bien. Tengo la suerte de que me den espacio como para hacer mi trabajo. La verdad es que nunca se me pasó por la cabeza irme de Radiohead.
-A fines del año pasado volvieron a juntarse para grabar un nuevo álbum…
-Bueno, trabajamos en nuevas canciones, que es distinto a grabar un disco, pero sí, estuvimos tocando nuevo material. Hicimos unas sesiones en septiembre y volveremos a encontrarnos en un estudio dentro de un par de meses. Fue muy saludable para todos tomarnos un tiempo para dedicárselo a nuestros proyectos personales y ahora estamos generando muchas ideas que esperamos que pronto se conviertan en canciones.
-La única vez que Radiohead tocó en Buenos Aires fue un 24 de marzo y la banda dedicó “How To Disappear Completely” a los desaparecidos durante la última dictadura, ¿alguien se lo sugirió?
-Bueno, ése era el Día de la Verdad y de la Justicia, ¿no? Realmente fue algo que surgió durante el show, porque se podía sentir algo especial, algo que iba más allá del concierto. Se notaba desde el escenario que era un día muy poderoso. Sencillamente lo sentimos así, a través de la audiencia. El público transmitía un sentimiento muy fuerte.

CINCO BATERISTAS QUE DIERON EL SALTO
Historias de músicos que cambiaron el banquillo por el micrófono
Dave Grohl. Tras la muerte de Kurt Cobain, el baterista inmediatamente armó Foo Fighters y se puso bien al frente. Tardó en despegarse del estigma del batero, pero hoy es uno de los frontman más prestigiosos de la escena rockera.
Jack White. El hombre que se puso al hombro el regreso de las guitarras a principios del siglo XXI con The White Stripes, comenzó su carrera como baterista. Su debut en los escenarios en los 90 fue a cargo de los palillos de bandas como Goober and the Peas, The Go y Two-Star.
Ringo Starr. El baterista apenas pudo cantar una canción por álbum mientras duró The Beatles, pero en el mismo año de la separación editó su debut solista. En 1989 formó y se puso al frente de la All-Starr Band, con la que volverá a visitar el país el mes próximo.
Phil Collins. Cuando en 1975 Peter Gabriel abandonó Genesis, el baterista se convirtió en la voz principal y líder del grupo. A partir de 1981 inició una carrera solista repleta de premios y reconocimiento que difícilmente pueda igualar otro baterista.
Abril Sosa. Baterista explosivo de Catupecu Machu, dejó la banda de los hermanos Ruiz Díaz para componer y cantar sus canciones en Cuentos Borgeanos. “No volvería a tocar la batería, me aburre”, le dijo con firmeza a LA NACION dos años atrás.
LA NACION