Guía práctica para disfrutrar de una Buenos Aires semivacía en verano

Guía práctica para disfrutrar de una Buenos Aires semivacía en verano

Por Sebastián Ríos
n la llegada del verano y de las altas temperaturas se produce una suerte de diáspora porteña que deja a la ciudad -¡a esta hermosa ciudad!- semivacía, a merced de quienes se animen a explorar sus más deslumbrantes e interesantes rincones. Ya sea porque muchos dejan la ciudad durante las vacaciones, o porque otros tantos se encierran al abrigo del aire acondicionado, lo cierto es que muchos lugares de atractivo turístico, cultural o gastronómico que durante el resto del año se encuentran atestados de gente se ofrecen ahora tranquilos al visitante. Es sólo cuestión de aprovechar el momento y salir a descubrir Buenos Aires, y ver todas esas maravillas que usualmente se encuentran tapadas por la marea humana.
Para todo turista que se precie de tal, los museos constituyen un polo de atracción ineludible. Entonces, ¿por qué no ser turista en nuestra propia ciudad y aprovechar las salas ahora menos concurridas (¡y su aire acondicionado!)? Veamos algunas propuestas. Hasta el 23 de febrero, en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) se expone la muestra “Antonio Berni: Juanito y Ramona”, la primera exposición que recorre en forma exhaustiva la producción del célebre artista plástico rosarino en torno a sus famosos personajes Juanito Laguna y Ramona Montiel, que incluye también a los Monstruos de sus pesadillas.
La exposición desplegada en tres salas del Malba está compuesta por unas 150 obras -pinturas, grabados, xilocollages, ensamblados y construcciones polimatéricas- creadas por Berni entre 1958 y 1978, entre las que se destacan muchas obras que por primera vez serán exhibidas en la Argentina, como, por ejemplo, Ramona bebé (1962), La apoteosis de Ramona (1971) o La familia de Juanito emigra (1972). El Malba (Av. Figueroa Alcorta 3415) abre de jueves a lunes, de 12 a 20, y los miércoles de 12 a 21; el valor de la entrada es de 60 pesos.
En Puerto Madero (Olga Cossettini 140), la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat expondrá hasta el 1° de febrero la muestra “Noé. S XXI”, dedicada al más reciente y, por lo tanto, menos estudiado período productivo del artista argentino contemporáneo Luis Felipe Noé. La muestra se puede visitar de martes a domingo, de 12 a 20; el valor de la entrada es de 50 pesos.
No muy lejos del museo Fortabat, en La Boca, la Fundación Proa (Av. Pedro de Mendoza 1929) expondrá la obra “Impromptu”, del artista chino Cai Guo-Qiang, en la que a través de sus pinturas realizadas con pólvora da cuenta de la impresión que en él dejaron sus viajes por las provincias de Misiones y de Salta. La muestra estará abierta hasta el 1° de marzo, de martes a domingo, de 11 a 19, pero el 24 de enero, a las 20, Cai Guo-Qiang realizará en vivo el evento de explosión “La vida es una milonga. Tango de fuegos artificiales para Argentina”: un original espectáculo en el que combinará fuegos artificiales, música y la participación del público.

PASEOS GASTRONÓMICOS
Salir a comer en Buenos Aires implica, normalmente, la rutina de reservar mesa o, de no hacerlo, el mal momento de la espera que más de una vez concluye en terminar sentado en la mesa que abre el camino al toilette. Pero el verano porteño redime a los amantes de la gastronomía que odian las esperas o que no tienen la aplicación necesaria para realizar a tiempo el llamado de reserva. Éste es el momento óptimo para conocer ese nuevo bar o restaurante, o un viejo conocido, que hasta fines de diciembre desbordaba de comensales y parroquianos, y que ahora abre sus puertas con un aire mucho más descontracturado.
Si de bares se trata, una nueva barra por conocer es la de Shout Brasas & Drinks, a cargo de los experimentados Sebastián Maggi y Santiago Lambardi. A tan sólo media cuadra de plaza San Martín (Maipú 981) se encuentra este bar cuya apertura ha sido de las más esperadas de 2014; funciona de lunes a sábado, a partir de las 19. Para los que todavía no fueron -habitualmente hay que hacer reserva para conseguir mesa en el horario de la cena-, y también en Retiro (Arroyo 872), se encuentra Florería Atlántico: el único bar argentino en la lista de los mejores 50 bares del mundo que elabora la publicación especializada Drinks International. La puerta de la coqueta florería que funciona en la planta baja y que conduce al subsuelo donde funciona el bar abre de lunes a viernes, a partir de las 19, y los sábados y los domingos, a partir de las 20.
Para hacerle frente al húmedo calor porteño nada mejor que una cerveza, y en este rubro hay más que buenos lugares a los que acudir en busca de esta refrescante bebida. Referentes en lo que hace a cerveza artesanal en la Argentina, los marplatenses de Antares cuentan con varios locales en Buenos Aires (Bolívar 491, en San Telmo; Armenia 1447, en Palermo; Arévalo 2876, en Las Cañitas) donde probar su amplia variedad de etiquetas; para este verano, la etiqueta estacional es la super refrescante Playa Grande. Otra interesante opción es The Beer House Experience, restaurante donde no sólo se puede probar una inigualable variedad de cervezas locales e internacionales, sino que también los platos son elaborados con cerveza o materias primas cerveceras. Ubicado en San Telmo (Carlos Calvo 555), abre los jueves y viernes a las 19 y los sábados a las 20 (una salvedad es que la primera quincena de enero permanecerá cerrado).
Para los que quieran disfrutar no sólo de la bebida y de la comida, sino también del paseo, uno interesante es el que recorre la cuadra de avenida Caseros entre Bolívar y Defensa, esa que nace en el parque Lezama, y en cuyas márgenes han florecido un puñado de pintorescos bares y restaurantes, con sus mesitas en la vereda. En la esquina de la vereda impar está Bacán (Caseros 499), con sus tapeos, cocktails y brunches; enfrente, se suceden La Popular de San Telmo (Caseros 500), con aire de bodegón moderno; Caseros (Caseros 486) y su salón sobrio y despojado; le sigue Hierbabuena (Caseros 454), y su propuesta deli natural, que incluye una panadería orgánica, y, por último, Club Social (Caseros 442), y su atractiva barra. A la tardecita, cuando cae el sol y los faroles del angosto bulevar que divide las dos manos de la avenida se encienden, seguro hay mesa libre.
LA NACION