Messi: 2014 fue un año con récords y sin títulos

Messi: 2014 fue un año con récords y sin títulos

Por Claudio Mauri
Un año sin títulos en la vida futbolística de Lionel Messi es un vacío que se profundiza si ese período comprende un Mundial. Todos los campeonatos que Leo podía ganar con Barcelona durante 2014 no iban a ser más que repeticiones de conquistas ya saboreadas. Habrían servido para aumentar su condición de leyenda viviente en el club.
El sueño, la obsesión, estaba vestido con la camiseta del seleccionado argentino y apuntaba al Mundial de Brasil, competencia que le caía en un punto justo de madurez, a los 27 años. Lo escribió el día antes del debut contra Bosnia: “Con muchas ganas de jugar en el gran Maracaná por primera vez en mi vida y de empezar con buen pie el Mundial. ¡Vamos por todo!”. En vísperas de la final frente a Alemania, ratificó la dimensión del reto que afrontaba: “Jugaremos el partido más importante de nuestras vidas con esta camiseta”.
La decepción de la derrota lo llevó a pedir perdón a los hinchas, a reconocer que los delanteros no habían sabido definir y a no consolarse con el Balón de Oro con que la FIFA lo reconoció como el mejor del Mundial.
No haber levantado el trofeo de campeón en la final del Maracaná es de alguna manera la imagen y la metáfora que resume un 2014 sin títulos para Messi, tanto en Barcelona como en el seleccionado. No tenía un año así, en blanco, sin gloria colectiva, desde 2007. En 2008 ganó la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Pekín, que coincidió con el esplendoroso ciclo de Pep Guardiola durante cuatro temporadas.
A falta de vueltas olímpicas colectivas, el que está por terminar fue un año de récords personales para Messi, de superar registros que tenían décadas de vigencia. Su relación con el gol es permanente desde hace varias temporadas. El acumulado lo fue acercando a plusmarcas que en estos doce meses las atrapó más temprano que tarde. También 2014 le reservó una efemérides importante: el 16 de octubre se cumplieron 10 años de su debut oficial.
Los récords empezaron a caer desde marzo. Son seis: máximo goleador en la historia de Barcelona entre encuentros amistosos y oficiales, del clásico ante Real Madrid, de la Liga de España, de la Liga de Campeones, el derbi catalán frente a Espanyol y del seleccionado, incluyendo todas las categorías.
En todas las plusmarcas en Barcelona se repite una peculiaridad que pone de relieve la efectividad de Leo: en cada uno de los partidos en los que entró en la historia lo hizo con un hat-trick, con tres goles, como para demostrar que llega cómodo y sobrado a cada cima estadística.
Paulino Alcántara era el goleador histórico de Barcelona desde 1927, con 369, entre cotejos oficiales y amistosos. Leo lo dejó atrás el 16 de marzo, con un hat-trick a Osasuna trepó a los 371. La actualización de su producción marca 405 en 489 encuentros.
Una semana después fue el turno de destronar a Alfredo Di Stéfano, que era el N° 1 en los clásicos, con 20 tantos. Leo, con un triplete, llegó a 21.
Pasó el Mundial y en su regreso a Barcelona tuvo entre fines de noviembre y principios de diciembre una quincena en la que siguió pulverizando datos, todo al ritmo de tres goles por acontecimiento. Telmo Zarra (Athletic Bilbao) ostentaba desde hacía casi 60 años la distinción de ser el goleador histórico de la Liga de España, con 251. El 22 de noviembre, en una noche contra Sevilla, el rosarino se apoderó de ese trono al acumular 253 festejos, que al día de hoy estiró a 258.
Poco le cuesta a Messi conservar la inspiración para el gol. Tres días después de entrar en los archivos de la Liga de España, lo hizo en la de la Liga de Campeones: con un hat-trick a Apoel (Chipre) totalizó 74 y doblegó los 71 del español Raúl. Así como los otros récords de Messi están destinados a perdurar por largo tiempo, en este de la Liga de Campeones se vislumbra un duelo constante con su archirrival individual: Cristiano Ronaldo. Leo tiene 75 (luego de la plusmarca le sumó uno más a Paris Saint Germain) y el portugués lo persigue desde sus 72. La competencia se reanuda en febrero y las novedades serán constantes. El fútbol internacional está asistiendo a un mano a mano contemporáneo para el recuerdo eterno.
El último récord, conseguido el 7 de este mes, es regional, remite al derbi con Espanyol. Con tres tantos alcanzó los 12 y superó los 11 de César, un ex delantero de Barcelona de las décadas del 40 y 50 al que Leo hace un par de años ya había superado en cantidad de goles oficiales con la camiseta azulgrana.
La contracara de todos estos hitos personales fueron las frustraciones colectivas. Atlético de Madrid fue verdugo de Barcelona en la Liga de Campeones y la Liga de España. Diego Simeone encontró la manera de controlar a Messi, que en su currículum le hizo 20 goles al Atlético de Madrid, pero desde que lo dirige el Cholo el rosarino no le pudo marcar en los últimos siete partidos.
Fuera de las canchas, sus molestias y preocupación pasaron por la causa por evasión fiscal que le sigue la justicia de España, ante la que su padre se hizo responsable.
Con una década en primera, 2014 fue la segunda temporada que se quedó sin obtener un título, sea con Barcelona o con la Argentina. La otra fue en 2007, cuando empezaba a sembrar los récords que cosechó este año.
LA NACION