20 Jan Las mujeres cometen infidelidades desde la época de las cavernas
Muchas veces los infieles pretenden exculparse aludiendo a cierta impronta genética que volvería a los hombres infieles por naturaleza. Es improbable que sus argumentos convenzan hoy al tribunal de la ciencia; pero es cierto que ya desde nuestros ancestros hay varios antecedentes que nos hacen confiar en la teoría de lo hereditario.
En la película El cavernícola que protagonizó Ringo Starr, los enredos de la nueva tribu de Atouk contra la tribu de Tonda fueron centrales. Así se explica cómo los antepasados, en su andar, van encontrando a otros cavernícolas que han sido apartados de sus respectivos grupos por ser diferentes, hasta llegar a la confrontación final, donde el líder toma por pareja a Tala, la mujer más popular de la otra tribu.
En todo caso, debería reconocer que los postulados clásicos de la llamada “psicología evolutiva”, según la cual muchos pensamientos, sentimientos y actos humanos actuales derivan de ciertos rasgos heredables que fueron beneficiosos para nuestros ancestros, están siendo cuestionados por nuevas evidencias.
Así, Dieter Lukas de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido y Elise Huchard de la Universidad de Montpellier en Francia, llegaron a la conclusión de que precisamente a través de su comportamiento infiel las hembras de los primates protegían a su descendencia de los machos dominantes que solían matar a las crías. La investigación demostró que las chimpancés mantenían relaciones sexuales con muchos machos para confundirlos y, por ende, evitar que fueran capaces de distinguir a sus crías de las que no les pertenecían. De esta manera, lograban impedir la matanza de su propia descendencia.
Los expertos sugieren que probablemente de la misma manera se comportaban los antepasados de la mujer moderna y aducen que en la base del libertinaje femenino se esconde un tipo de infanticidio que existe en el mundo de los primates.
TIEMPO ARGENTINO